México ha dado al mundo grandes artistas, que han destacado por sus obras, y han merecido reconocimiento mundial. Uno de estos artistas, sin duda alguna, es el escritor Octavio Paz, quien nació un 31 de marzo, pero de 1914, en Coyoacán, en la capital mexicana.
Octavio Paz fue uno de los poetas que más ha destacado de México, pues sus obras han cautivado por años. Desde muy joven, encontró su vocación, pues con apenas 17 años de edad, publicó sus primeros poemas en la revista Barandal, para, posteriormente, dirigir las revistas Taller, en 1939, e Hijo pródigo, en 1943.
En un viaje a España, tuvo contacto con algunos intelectuales de aquel país, y con Pablo Neruda, quienes lo influenciaron fuertemente en su trabajo poético. Después de publicar Luna Silvestre (1933) y el poemario dedicado a la guerra civil española ¡No pasarán! (1936), edita Raíz del hombre (1937), Bajo tu clara sombra (1937), Entre la piedra y la flor (1941) y A la orilla del mundo (1942).
En la década de 1950, publicó cuatro libros fundamentales en su carrera: Libertad bajo palabra (1949),El Laberinto de la Soledad (1950), retrato de la sociedad mexicana, ¿Águila o sol? (1951), libro de prosa de influencia surrealista, y El arco y la lira (1956). Su obra, extensa y variada, se completa con numerosos poemarios y libros ensayísticos, entre los cuales cabe citar Cuadrivio (1965), Ladera este (1968), Toponemas (1969), Discos visuales (1969), El signo y el garabato (1973), Mono gramático (1974), Pasado en claro (1975), Sombras de obras (1983) y La llama doble (1993).
Una de estas obras lo hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura, en 1990: El Laberinto de la Soledad. Algunos otros premios que recibió a lo largo de su carrera, fueron el Premio Xavier Villaurrutia en 1957 por El arco y la lira, el Premio Internacional de Poesía de Bruselas, Bélgica en 1963, el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, el Premio Jerusalem y el Nacional de Letras de México, estos tres en 1977, entre otros.
También fue nombrado doctor Honoris Causa por diversas universidades en todo el mundo como la de Boston, la de Harvard, la de Nueva York, la de Texas, la UNAM, la de Murcia y la de Roma, además de obtener el Premio Nacional de Periodismo de México en 1998, en reconocimiento a su trayectoria.
Murió el 19 de abril de 1998, a causa de cáncer de huesos, en la Casa de Alvarado, ubicada en Francisco Sosa No. 383, en Coyoacán, inmueble que hoy alberga a la Fonoteca Nacional.
¿De qué trata El Laberinto de la Soledad?
Una de las obras más destacadas del escritor mexicano, fue El Laberinto de la Soledad, publicación que lo hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1990. En dicha obra, el autor reflexiona sobre la identidad y la nación mexicana en plena mitad del siglo XX, cuando México enfrentaba las desilusiones de la Revolución de 1910. En aquel tiempo, el mundo también se enfrentaba a una radical transformación capitalista, la expansión de la ideología socialista y las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, que terminó en 1945.
Paz recurre al género literario del ensayo, cuya flexibilidad permite cavilar sobre un tema sin la pretensión de dictar cátedra ni revelar leyes universales. El ensayo comparte un camino reflexivo que es, en cierto modo, el discurrir de la propia conciencia. El autor sabe que la identidad, así como un laberinto, es un problema a resolver. Para México, es el laberinto de la soledad, condición última de ser mexicano.
En los primeros cuatro capítulos, Paz observa y analiza los movimientos migratorios, los símbolos, modales y los rituales de la cultura, todos estos, en un vértice de un proceso de transformación. Su tesis principal versará sobre la convicción de que el ser mexicano se funda en la soledad, no como cosa existencial, sino como imaginario colectivo, como imagen histórica.
Del capítulo cuatro al ocho, se repasa la historia como un tejido elaborado a pulso, que será el tejido que arrope esta cultura previamente descrita: la conquista, la colonia, la independencia, y la revolución, la inteligencia mexicana y los días contemporáneos de Paz en aquel momento, darán forma discursiva a la soledad, hecha cuerpo en el imaginario colectivo.
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