La promoción de políticas en vanguardia de los derechos humanos ha generado una serie de discusiones amplias sobre nuevos conceptos por aceptar en México. Temas como el aborto, la eutanasia y la objeción de conciencia han acaparado la óptica legislativa y judicial en el Siglo XXI, por lo que en la promoción del avance en estos temas, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados organizó el Foro Muerte Digna.
Motivo por el cual este miércoles 23 de marzo un grupo de analistas se reunió con diputados de diferentes bancadas para expresar sus principales reflexiones sobre lo que debería de tener referente sobre una muerte digna y libre de sufrimiento para el ser humano y, de esta forma, preservar la máxima dignidad en vida.
Emmanuel Reyes (Morena), presidente de la Comisión de Salud; Salomón Chertorivski (MC), secretario de dicha Comisión; y Jorge Álvarez Máynez, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) se dieron cita con intelectuales como los doctores María de Jesús Medina, coordinadora Académica del Diplomado en Salud y Bioderecho del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; Mariana Doberning , profesora de Bioética, Derecho y Personas y Familia de la Universidad Iberoamericana; y Juan Antonio Cruz, Miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.
De igual modo, en el foro participaron responsables de instituciones como Patricio Santillán Doherty, titular de la Comisión Nacional de Bioética de la Secretaria de Salud; María Asunción Álvarez del Río, presidenta de la Federación Mundial de las Sociedades por el Derecho a Morir con Dignidad; y Nasheli Ramirez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Durante la participación de los legisladores se vislumbraron diversos postulados de interés público, por ejemplo, Reyes Carmona señaló que se debe de visibilizar el fenómeno de la muerte digna para que se reconozca como derecho y, en consecuencia, legislar para que el Estado genere las condiciones para ejercer ese derecho.
Chertorivski Woldenberg dijo que los predicamentos de salud que difícilmente se contemplan, como la población geriátrica, la población con cáncer y que, a nivel mundial, sólo siete naciones cuentan con leyes que permiten la eutanasia, algunos la muerte asistida.
“Es una discusión a la cual no deberíamos de renunciar, sino lo contrario, anticiparnos, escuchando las voces y argumentaciones para poder, como legisladores, generar las mejores condiciones para que nuestra legislación permite el ejercicio de muerte digna y sin dolor”
Al respecto, Álvarez Máynez señaló que es importante contar con la mirada de expertos en la materia para poder legislar con apego a la vanguardia del pensamiento y no caer en discusiones rebasadas por los avances en estudios tanatológicos o en discursos estancados, pues se debe de poner en el centro la dignidad del ser humano.
“Se tienen que guardar los derechos del personal de salud, además de la voluntad que tenemos los seres humanos en el que desarrollamos nuestra vida y en el que en algún momento podemos decidir que lleguen ciertas condiciones en un momento de complejidad que no es común”
Por parte de los panelistas, sobresalieron sus aportaciones profundas a un tema tan complejo. Medina Arellano cuestionó si vivir es un derecho o una obligación o si existe el derecho humano a la muerte digna. Doberning Gago dijo que discurrir sobre el derecho a morir dignamente y sin dolor es parte de una discusión más amplia: el derecho a la autonomía, ya que “es un derecho a la autodeterminación y qué es lo que deseo para mi propia vida”.
Cruz Parcero sostuvo que “la eutanasia no es homicidio, no es asesinato, no es genocidio” y que esta noción está asociada a ciertas razones de salud y sufrimiento ocasionado por enfermedades. Sobre este planteamiento, señaló que la muerte debe ser considerada un bien cuando la vida ya no es digna y que para poder establecer una discusión seria se debe partir de la argumentación suscrita a la ética laica.
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