El presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aseguró que su Gobierno no intervendrá en las acusaciones que su ex consejero jurídico, Julio Scherer, señaló contra Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado, y el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero.
El mandatario recordó que dicha polémica corresponde a al índole judicial, además de asegurar que su agenda presidencial prioriza otros asuntos: “No queremos participar en eso”, exclamó desde su conferencia matutina.
“Decirles que eso tiene que ver con tribunales, con ministerio público, con juzgados y nosotros no vamos a meternos en esas diferencias (...) El presidente está ocupado en otros asuntos y tengo yo que priorizar”.
Julio Scherer Ibarra, exconsejero Jurídico de la Presidencia, reviró a las filtraciones que lo ubican como extorsionador desde sus funciones públicas en casos relevantes y acusó que esas implicaciones fueron orquestadas por la exsecretaria de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, en alianza con el fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero.
En un testimonio publicado en el semanario Proceso, el abogado reveló las diferencias que derivaron en la cúpula del poder que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Desde la actual Fiscalía General de la República (FGR) y quien estaba al frente de la Secretaría de Gobernación, se dijo perseguido para manchar su nombre.
Sin embargo, decidió ofrecer su versión, porque indica que dieron con lo que más le afecta: su familia. De ahí que atribuyó obsesiones por afectarlo, principalmente, con una presunta extorsión al abogado Juan Collado.
Este último ha sido litigante del poder del priismo, quien está preso desde hace más de dos años por delitos de delicuencia organizada y lavado de dinero en supuestas movilizaciones millonarias en cuentas bancarias de España y Andorra.
“Este es el origen de los ataques que he tenido que soportar”, indicó Scherer Ibarra, sobre las rivalidades que ahora lo ponen como el culpable de acuerdos desde los altos niveles de la administración pública federal a través de representantes legales ligados a él.
El presidente López Obrador reconoció recientemente que la salida de Sánchez Cordero de la Segob y, enseguida, el relevo del exconsejero Jurídico, se debió a diferencias entre ellos. Por eso optó por uno de sus más cercanos, el entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández.
Ahora, Scherer Ibarra relata que la exministra de la Corte no pudo sobreponerse a que fuera acotada y los asuntos con la FGR y con el Poder Judicial fueran encargadas a la Consejería Jurídica. Además, la Seguridad estuvo delegada en Alfonso Durazo, contrario a la supersecretaría acostumbrada en periodos anteriores.
A pesar de ello, la ex secretaria de Gobernación (Segob) señaló que tiene la conciencia tranquila y que no caerá en “el juego” “para servir de distractor”, haciendo referencia a frases que ha pregonado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“De mi parte doy por cerrado este tema. Dejemos que la Fiscalía y el Poder Judicial hagan su trabajo. Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, agregó.
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