Las cantinas son uno de los centros recreativos más importantes y más antiguos, desde hace más de un siglo, junto con las pulquerías, han formado parte de la cultura de un gran número de mexicanos, incluso, se han posicionado como uno de los lugares favoritos de muchas personas.
Debido a que la Ciudad de México siempre ha resaltado como una de las zonas con más sitios históricos, entre sus calles aún existen algunos establecimientos populares que fueron abiertos desde hace mucho tiempo, entre estos destacan: La Peninsular (la cantina más veterana), La Ópera, El Gallo de Oro, Bar Gante, La India o La Jalisciense.
No obstante, lamentablemente no todos los lugares, por muy legendarios que hayan sido, han logrado sobrevivir a los cambios que ha enfrentado la capital a causa de las transformaciones sociales, políticas y sobre todo, económicas, a los que también hay que agregarles el factor de la pandemia. Entre estos resaltan las siguientes cantinas.
1. El Nivel
En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México nació la primera cantina en México que llevaba por nombre El nivel. Abrió sus puertas en 1857 y durante mucho tiempo fue reconocida por haber sido el primer local en lograr obtener una licencia por parte de las autoridades mexicanas para vender bebidas alcohólicas.
Desde que El Nivel empezó a ofrecer sus servicios, la vida social de la capital cambió totalmente, pues ya no era necesario que todo aquel que buscara divertirse mientras bebía un par de copas, se refugiara en pulquerías clandestinas.
Se dice que el nombre de la cantina se debió a su cercanía con el “Monumento Hipsográfico”. Se trataba de una estatua que tenía unos indicadores que medían el nivel del agua en el Lago de Texcoco, motivo por el cual se empezó a llamar popularmente al monumento “el nivel”, el cual más adelante le dio título a uno de los negocios más emblemáticos de la CDMX.
Sin embargo, en 2008 tuvo que cerrar debido a que el edificio fue expropiado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo cual provocó que la cantina desapareciera, aunque aún sigue siendo recordada por muchos.
2. La Vaquita
Comenzó a operar desde el año 1920 y desde entonces empezó a hacerse muy buena fama, sobre todo porque La Vaquita fue visitada por varias celebridades como Cantinflas, aunque se afirma que este acontecimiento ocurrió cuando aún no se volvía famoso, de hecho, la leyenda cuenta que hasta trabajó en el lugar y ayudaba a preparar las tradicionales bebidas.
También existe otra anécdota que afirma que los artistas mexicanos Frida Kahlo y Diego Rivera acostumbraban ir a la cantina a “echarse unos tragos”, según esta versión fueron ellos quienes nombraron el lugar.
El escritor y periodista Carlos Monsiváis también se paró por el lugar e incluso, la llegó a recomendar en múltiples ocasiones con muchas personas. Se ubicada en la esquina de Mesones e Isabel La Católica.
3. La Mundial
Otro de los lugares favoritos de los capitalinos. La cantina La Mundial destacaba por ofrecer deliciosos platillos, ideales para acompañar con alguna bebida o en su defecto, para bajar un poco la borrachera. Se trataba de un establecimiento ubicado en la calle Simón Bolívar del Centro de la Ciudad.
Antiguos usuarios comentan que la botana y la variedad de alimentos y bebidas que había en la carta eran una de las principales atracciones, pues la mayoría de sus productos se ofrecían a precios muy accesibles, también recalcan que el ambiente era muy agradable y la atención de los meseros siempre fue excelente.
Tristemente La Mundial tuvo que cerrar sus puertas, aún no se sabe bien si fue por la pandemia o por algún problema con el establecimiento, lo que sí es un hecho es que la noticia causó gran conmoción, puesto que se trataba de un lugar muy ameno que desde el siglo XX entretuvo a un sinfín de personas.
4. La Potosina
Aunque aún no se ha hecho oficial su cierre definitivo, ya lleva un buen tiempo sin abrir sus puertas. La Potosina es una de las tantas cantinas legendarias que se inauguró en 1890, desde entonces se ha caracterizado por ser uno de los establecimientos con más historia, pues su valor cultural también se encuentra en que ha sido visitado por personajes ilustres.
Se cuenta que recibió al arquitecto Antonio Rivas Mercado, al Dr. Atl, Diego Rivera, Fidel Castro y el Che Guevara y que supuestamente ahí fue donde Lee Harvey Oswald planeó el asesinato del presidente norteamericano John F. Kennedy.
Los dueños llegaron a compartir que Emiliano Zapata, el héroe revolucionario, también pisó el local durante su estancia en la Ciudad de México en 1914. Incluso, en el 2010 el entonces presidente Felipe Calderón otorgó un reconocimiento a la cantina por su trayectoria histórica.
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