La historia de México, antes de la llegada de Hernán Cortés y de la Conquista del país, es muy amplia. Además, hay muchas cosas que no se han explicado del todo, por ejemplo, la muerte del emperador mexica Moctezuma, quien recibió a Cortés y a sus hombres en Tenochtitlan, en 1519.
Moctezuma fue uno de los tlatoanis más importantes que tuvo Tenochtitlan y el imperio mexica. A la llegada de Cortés y sus hombres, además de los aliados indígenas, él los recibió en lo que ahora es la esquina de las calles República del Salvador y Pino Suárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Este encuentro se dio el 8 de noviembre de 1519.
A partir de ese encuentro, la historia de México cambiaría por completo. Al año siguiente, en 1520, el tlatoani mexica moriría. Existen muchas versiones sobre la muerte de Moctezuma, sin embargo, no hay una que aclare lo que sucedió con él del todo.
Según la página Noticonquista, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no hay duda de que el emperador fue asesinado, esto a finales de 1520. Esto quiere decir que Moctezuma murió justamente a la mitad de la guerra que disputaban los españoles y sus aliados indígenas, y los mexicas. Durante los primeros 14 meses, luego de la llegada de los españoles al territorio mexicano, esta había sido una guerra fría, pues la guerra abierta, a gran escala, comenzó en mayo de 1520. Los siguientes 14 meses, la masacre y la esclavización no cesarían. De forma contraria a lo que afirmó el Hernán Cortés, Moctezuma no fue hecho prisionero por los españoles, sino hasta mayo, que comenzó la guerra de forma abierta, o tal vez, hasta el mes siguiente.
Capturado por las fuerzas hispano-tlaxcaltecas asediadas en la ciudad, el huey tlahtoani murió a finales de junio, pocos días antes de que los invasores huyeran de Tenochtitlan.
Existen cinco versiones que hablan sobre la muerte del tlatoani mexica. La primera, es la que relató el mismo Cortés para el rey de España más adelante, en el mismo año de 1520. En esta versión, Moctezuma fue sacado del techo del Palacio de Axayácatl, en donde una piedra arrojada por la gente le produjo una herida muy grande en la cabeza, por lo que tres días después moriría. Cortés no presentó acusaciones, justificando que había sido accidental.
La segunda versión es similar, pero agrega el elemento de la culpa: que los “mexicas rebeldes” arrojaron piedras deliberadamente, además de flechas e insultos. Esta versión comenzó a aparecer en la segunda mitad del siglo XVI, y predominó a lo largo de todo el siglo XVII.
La tercera versión, aparecida también en el siglo XVI, representa una evolución de la segunda. En esta, Moctezuma se encuentra muy angustiado, pues su gente se ha vuelto contra él. Se rehúsa a comer, beber e incluso, a cambiar el vendaje de sus heridas. En otras palabras, se suicida, a pesar de los esfuerzos de los españoles por salvarlo. Esta versión hace parecer inocentes a los españoles y culpa a los mexicas, por lo tanto, no sorprende que haya sido la más favorecida por los escritores españoles.
La cuarta versión se construyó sobre la segunda y la tercera, pero con un nuevo detalle: los asesinos no son mexicas rebeldes anónimos, sino seguidores de quien fuera el último emperador mexica Cuauhtémoc. Incluso, hay variantes que afirman que fue el mismo Cuauhtémoc el asesino. Los motivos de Cuauhtémoc no solo son políticos, para poderse consolidar como el nuevo huey tlatoani, sino también religiosos, pues en esta versión Moctezuma es imaginado como un converso al cristianismo.
La quinta y última versión es la única que absuelve tanto a Moctezuma como a los mexicas, y apunta a los capitanes españoles. En esta versión se habla de diferentes métodos que utilizaron los españoles para asesinar al emperador, por estrangulamiento, golpearlo hasta la muerte, una puñalada en alguno u otra parte del cuerpo, pero culpando a Cortés y otros capitanes ya sea por ordenar el asesinato o por cometerlo con sus propias manos. Esta es la versión menos fantasiosa, realizada en el temprano siglo XVI y no solo fue escrita por nahuas, sino también por varias fuentes españolas y semi-indígenas.
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