El puerto fronterizo de San Ysidro en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California, frontera con Estados Unidos, se ha convertido en un campamento de refugiados rusos, ucranianos y hasta algunos bielorrusos.
Los migrantes han llegado a México desde el pasado 24 de febrero, huyendo de la invasión del ejército de Rusia en Ucrania. Sin embargo, al igual que ocurre con los migrantes de Centroamérica, las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) les han negado la entrada para las solicitudes de asilo, en especial a los de Rusia y Bielorrusia, esto bajo el argumento del Título 42 que por razones de salud pública permite expulsar a los solicitantes de asilo o simplemente no permitirles la entrada a suelo estadunidense.
Durante un recorrido que realizó este miércoles la agencia EFE se pudo observar a un grupo de aproximadamente 20 personas, entre ellos la mitad menores de edad, quienes postrados en una especie de campamento con sus pertenencias en el piso estaban a la espera de saber si podrían ingresar a EE.UU.
Según informes de los vecinos, la mayoría de las personas tiene al menos más de 24 horas en el lugar.
Un migrante, quien se identificó como Antonio para preservar su identidad, relató que llegó a Tijuana hace dos días, los mismos que lleva en el campamento luego de salir de su natal San Petersburgo.
Además lamentó que les estén impidiendo la solicitud de asilo en EE.UU. porque dice que es un “perseguido político”, debido a que huyó por las presiones que el Gobierno de Vladimir Putin está ejerciendo sobre la población, obligándolos a no emitir ningún comentario o postura política sobre la guerra.
El migrante, que salió de Rusia junto con su esposa, reconoció que “es muy peligroso estar ahí (en su país)” debido a que participaba en las protestas y manifestaciones en contra de la guerra y le llegaron avisos de que la policía local lo estaba buscando, por lo que mejor decidió salir ante la censura y represión federal que se ha dado en su país.
El delegado del Gobierno mexicano en el estado de Baja California, Alejandro Ruiz Uribe, informó que en el caso de las personas ucranianas “el proceso de asilo humanitario es prácticamente pase directo a Estados Unidos”; sin embargo, confirmó que el caso de los rusos la situación es muy diferente, pues a ellos “se les está negando la entrada”.
Sobre esta problemática la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, señaló que su gobierno está abierto “a recibir a quienes vienen huyendo de la guerra, particularmente a las familias que vienen de Rusia y Ucrania”, a quienes se les han ofrecido los albergues de la ciudad de Tijuana.
Recalcó que han sido pocos los que han requerido de estos espacios debido a que vienen con sus propios recursos y han optado por quedarse en hoteles y a quienes no han logrado cruzar hacia Estados Unidos se les extendió la invitación para acudir a los albergues.
De acuerdo con las cifras del gobierno mexicano, en las últimas tres semanas, a Tijuana han llegado aproximadamente 310 personas de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, la mayoría de ellas por vía aérea y terrestres desde las ciudades de Cancún y Ciudad de México.
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