Ante la ola de violencia y desapariciones en Tamaulipas, el Departamento de Estado de los Estados Unidos (DoS, por sus siglas en inglés) emitió este miércoles una alerta de viaje a sus ciudadanos para evitar que se dirijan a dicho destino fronterizo; además, autorizó la salida de su personal de consulado que no sea de emergencia.
A través de un comunicado, la dependencia indicó que debido a la delincuencia y secuestro el consulado en la ciudad de Nuevo Laredo no ha sido capaz de ofrecer sus servicios.
Por ello, solicitaron que trabajadores y familiares estadounidenses que requieran apoyo para salir de la ciudad monitorear las noticias locales y los anuncios. También recomiendan que cualquier traslado se realice durante el día.
“La actividad del crimen organizado —que incluye tiroteos, asesinatos, robos a mano armada, robos de vehículos, secuestros, desapariciones forzadas, extorsiones y agresiones sexuales—, es común a lo largo de la frontera norte y en Ciudad Victoria”
El Departamento de Estado señaló que los grupos criminales tienen como objetivo los autobuses de pasajeros públicos y privados, así como los automóviles privados que viajan a través de Tamaulipas, a menudo tomando pasajeros y exigiendo pagos de rescate.
“Los ciudadanos estadounidenses corren el riesgo de ser secuestrados”
Remarcó que ahí “la policía local tiene una capacidad limitada para responder a incidentes delictivos. La capacidad de aplicación de la ley es mayor en el área de las tres ciudades de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, que tiene una tasa más baja de actividad delictiva violenta en comparación con el resto del estado”.
México deporta a EU a líder criminal “El Huevo”
El líder de una poderosa organización criminal el Cártel de Noreste fue deportado este 15 de marzo después de que su detención causará una serie de enfrentamientos armados en los que varios disparos impactaron contra un consulado de la nación vecina.
Juan Treviño, alias “El Huevo”, capturado en el estado Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, es reclamado en Texas por conspiración para poseer armas, distribución de drogas, lavado de dinero y utilizar a menores de edad para traficar estupefacientes, entre otros delitos.
Se trata de un golpe certero a una de las organizaciones criminales más importantes de la zona noreste del país, con influencia en, por lo menos, cinco entidades federativas y con operaciones en Estados Unidos”, dijo en conferencia de prensa Rosa Rodríguez, secretaria de Seguridad de México.
El deportado proviene de una familia con larga trayectoria delictiva principalmente en Tamaulipas, fundadora del sanguinario cártel de Los Zetas, cuyo cabecilla, Heriberto Lazcano “El Lazca” -un exmilitar- fue abatido por soldados mexicanos en octubre de 2012.
De acuerdo con analistas consultados por Infobae México, la historia de Los Zetas se remonta a la década de los ochenta y noventa, cuando el Cártel del Golfo estaba en su apogeo. A finales de los noventa algunos de los capos empezaron a reclutar ex militares y antiguos policías federales para contratarlos como sus guardaespaldas.
La razón era que si llegaban a ser detenidos por las autoridades, recibían una pena menor si únicamente les encontraban droga, en lugar de armas. Los guardaespaldas eran los únicos que estaban armados, por lo que a los capos, no los podían acusar de portación de armas.
Osiel Cárdenas Guillen, antiguo líder del Cártel del Golfo que en 2010 recibió una sentencia de 25 años de prisión, fue uno de los principales narcos que comenzaron a reclutar guardaespaldas militares, quienes más tarde serían nombrados como “Los Zetas”. El nombre de la organización tiene que ver con las claves de radio que utilizaban en aquel entonces, y en las que la letra “Z” tenía varios significados.
A partir de ahí los Zetas cobraron un nuevo significado, convirtiéndose en uno de los grupos criminales más temidos en todos el país. Según el gobierno federal le quitó terreno al Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán.
El lugar donde se establecieron con mayor fuerza fue en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos. Con el paso de los años, después de varios reclutamientos, empezaron a surgir nuevas generaciones de zetas. Entre ellos estaba una familia de Nuevo Laredo, que fue conocida como los Treviño Morales.
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