Tenochtitlan: a cuánto ascendía la población en la capital mexica a la llegada de Hernán Cortés

Se cree que la población de Tenochtitlan podía superar la que había, en 1519, en importantes ciudades como Constantinopla o París

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Tenochtitlan era una ciudad que se encontraba en un islote en medio del Lago de Texcoco. (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)
Tenochtitlan era una ciudad que se encontraba en un islote en medio del Lago de Texcoco. (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

Antes de la llegada de Hernán Cortés a Tenochtitlan, la ciudad era la capital del imperio Mexica, el cual era gobernado por el tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, o Moctezuma II.

La ciudad era esplendorosa y tenía una organización única, pues cada uno de los integrantes de la sociedad jugaba un rol. Además, la limpieza, la educación y el saber eran parte fundamental los ciudadanos de Tenochtitlan.

La ciudad se encontraba en un islote, que estaba en medio del lago de Texcoco, ubicado en el Valle de México. Con el tiempo, esta isla fue ampliada artificialmente por los mexicas hasta que se convirtió en una ciudad flotante, que se logró a través de obras de ingeniería hidráulica que consistían en relleno, pilotes, canales internos, diques, puentes y acueductos.

Sobre cuántas personas había en la ciudad, es difícil saber a ciencia cierta una cifra, pues cuando los españoles quemaron los códices, todos esos registros se esfumaron. Sin embargo, entre los historiadores, las cifras estimadas oscilan entren los 80 mil y 230 mil habitantes. De esta manera, se cree que Tenochtitlan podría haber superado en cantidad de habitantes a algunas de las ciudades más importantes de ese momento como Constantinopla, que se calcula, contaba con 200 mil habitantes; París, que en ese momento tenía 185 mil habitantes y Venecia, que contaba con 130 mil habitantes.

Hernán Cortés fue el conquistador español que logró que cayera la ciudad de Tenochtitlan.
Hernán Cortés fue el conquistador español que logró que cayera la ciudad de Tenochtitlan.

El autor Eduardo Noguera estima que la ciudad estaba constituida por 50 mil casas y habitada por 300 mil personas. Esto, tomando como base algunos mapas de la época. Por otro lado, Jacques Soustelle incluye dentro de Tenochtitlan a la población de Tlatelolco, que en sus inicios era una ciudad independiente, pero que con el crecimiento del poder de la capital mexica fue absorbida y convertida en un suburbio. Así, calcula 700 mil habitantes, incluyendo las poblaciones ribereñas y de las islas aledañas.

Los edificios principales de Tenochtitlan fueron Huey Teocalli, conocido como Templo Mayor; el Cuauhcalli, o casa de las águilas; el Templo de Tezcatlipoca; el Templo de Quetzalcóatl; el juego de pelota y el Templo del Sol.

El trazo de la ciudad era en forma cuadricular, y a pesar de no contar con transporte sobre ruedas, los ingenieros mexicas se las arreglaron para que la capital de su imperio fuese transitable a pie y también a través de canales en canoas, lo que permitía una mayor movilidad y velocidad en la distribución de productos o servicios.

En cuanto a higiene, la ciudad de Tenochtitlan era muy superior a las ciudades europeas, y eso fue aceptado y relatado por el mismo Hernán Cortés a través de sus Cartas de Relación, pues en esos relatos dejó ver sus impresiones por el grado de higiene que vio en la capital mexica.

La caída de Tenochtitlan se consolidó el 13 de agosto de 1521.  (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)
La caída de Tenochtitlan se consolidó el 13 de agosto de 1521. (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

Es por esto que en muchos aspectos, la ciudad de Tenochtitlan era mucho más superior que las ciudades europeas. Sevilla, España, por ejemplo, en donde vivían unas 45 mil personas, tenía un trazo redondo, sin simetría y caminos con poca planeación, por lo que carecía de ordenamiento urbano. Su higiene era bastante mala, pues las personas acostumbraban a arrojar sus desperdicios por las ventanas, dejar los restos de los materiales de construcción, derramar aguas sucias, lo que con el tiempo tuvo que ser regulado de forma legal, pues era precisamente la falta de higiene lo que propició la aparición de algunas epidemias que surgieron a lo largo de la historia europea.

En cambio, otro de los conquistadores, Bernal Díaz del Castillo, dijo que Tenochtitlan ofrecía a sus ciudadanos otras cosas, mucho mejores: “…y desde que vimos tantas ciudades y valles poblados en el agua y en la tierra firme y otras grandes poblaciones y aquella calzada tan derecha y por nivel cómo iba México, nos quedamos admirados y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro Amadís.

Por las grandes torres y edificios que tenían dentro del agua y todos de cal y canto y aún algunos de nuestros soldados decían que si aquello que veían si era entre sueños y no es de maravillar que yo escriba aquí de esta manera, porque hay mucho que ponderar en ello. No sé cómo lo cuento, ver cosas nunca oídas, ni aún soñadas como veíamos…”.

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