La Secretaría de Cultura y de Relaciones Exteriores reportaron que la Casa Carlo Bonte Auction anunció que retirará de la subasta Vente aux enchères de beaux arts et d’antiquités tres piezas arqueológicas mexicanas que fueron catalogadas como propiedad del país, de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La información se dio a conocer el 15 de marzo de 2022 a través de un comunicado en el que se detalla que dichas reliquias iban a ser vendidas en el evento, ante estos hechos, la Embajada de México en Bélgica se puso en contacto con la casa de subastas y externó el desacuerdo del Gobierno mexicano frente a la “comercialización de piezas arqueológicas en el extranjero, así como sus implicaciones negativas en materia de conservación y difusión cultural”.
Después de dichas intervenciones, la subastadora tomó la decisión de cancelar la venta de las figuras. También las autoridades belgas confirmaron que “no se pondrán a la venta hasta que los poseedores presenten los certificados de exportación correspondientes”.
Asimismo, se especificó que en la subasta, planeada para el 15 de marzo, se pretendía ofrecer un catálogo inicial de “426 Lotes de bienes de diversas culturas, entre ellos se identificaron tres piezas procedentes de México, repartidas en dos lotes distintos”.
Los objetos que se iban a subastar eran unas figuras zoomorfas elaboradas en barro modelado del estilo Comala, procedente del actual territorio del estado de Colima en el occidente del territorio nacional.
Respecto a la respuesta de la Casa Carlo Bonte Auction, las Secretarías, en conjunto con la Embajada de México en Bélgica y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), agradecieron la colaboración, disposición y la rápida actuación de las autoridades belgas para darle tratamiento al problema.
Además, en el documento se invitó a las distintas casas de subastas a contribuir a la “protección y salvaguarda del patrimonio cultural”. De igual manera se hizo un llamado a las y los coleccionistas privados en el extranjero que “actualmente tienen en posesión piezas que forman parte del patrimonio de México, a restituirlas para su estudio, conservación y difusión”.
También se hizo énfasis en que los objetos históricos deben ser tratados con el respeto que merecen porque no se trata de adornos o artículos de lujo, “sino de bienes que son testimonio de la identidad y la memoria de los pueblos originarios”, los cuales tienen un gran valor para la cultura mexicana.
Igualmente se invitó a la sociedad a reflexionar respecto a “los códigos éticos y morales en torno a la comercialización de bienes culturales expoliados de forma ilegal, ya que este acto atenta directamente contra el patrimonio de la humanidad”. Finalmente se recordó que la Secretaría de Cultura seguirá pendiente de las subastas que se realicen en otro países para asegurarse de que no se intente lucrar con el patrimonio nacional.
Se especificó que el papel de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende seguirá activo para lograr “desincentivar el interés por la compra y poder generar conciencia” de que cualquier bien arqueológico es un objeto de valor social y cultural que representa la identidad de los pueblos prehispánicos, la cual debe ser respetada y protegida de los intereses individuales.
Cabe destacar que hubo un apoyo constante por parte de varias figuras e instituciones públicas como Beatriz Gutiérrez Müller, Alejandra Frausto, la SRE, el INAH y un gran número de internautas que se manifestaron en contra del acto de la casa de subastas a través de sus redes sociales.
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