La huella de la familia Treviño Morales —fundadora del Cártel del Noreste— en el estado de Tamaulipas es la del secuestro, robo de combustibles, extorsión y asesinato de migrantes centroamericanos.
Las autoridades mexicanas han señalado que la historia de los Treviño en el crimen se inició cuando la pareja Rodolfo Treviño y María Arcelia Morales procreó una extensa familia de 13 hijos, de los cuales al menos seis han estado involucrados en el narcotráfico: Juan Francisco, alias “Kiko Ozuna”, Arcelia Chelo, Irma, Alicia, Rodolfo, María Guadalupe, José, Ana Isabel, Jesús, Miguel Ángel, alias “El Z-40″, Óscar Omar o “El Z-42″Alejandro, Cristina y Adolfo.
Hace 26 años, el primogénito de los Treviño, Juan Francisco, alias “Kiko Ozuna”, fue acusado formalmente por el gobierno de Estados Unidos por poseer más de 1,000 kilogramos de marihuana con intención de distribuirla.
Su corta carrera criminal la comenzó siendo un adolescente y se desarrolló en parte en la frontera entre México y Estados Unidos; sin embargo, finalizó abruptamente en 1995 cuando la Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) lo incriminó de narcotráfico, debido a las declaraciones de los testigos protegidos.
Fue así, que el 1 de diciembre de 1995 “Kiko Ozuna” fue condenado a 22 años de prisión. Su hermano menor, Miguel Ángel Treviño conocido como “El Z 40″ “La Mona” o “El Muerto”, se convirtió entonces en narco, después de que Juan Francisco fuera capturado.
Los primeros rastros de la carrera criminal del “Z 40″ datan del año 2000, cuando era el encargado de la venta de droga al menudeo en la colonia Hidalgo, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Primero trabajaba con Arturo Sauceda Gamboa, “El Karis”; Omar Lorméndez, “El Comandante Pita” e Iván Vázquez Caballero, “El Talibán”. Más tarde sería reclutado por Osiel Cárdenas, jefe del Cártel del Golfo, primero lavando coches, luego como mensajero del mafioso gracias a su dominio del inglés, y después como uno de los principales sicarios de su hermano, Ezequiel Cardenas, abatido en en 2010.
Cuando, a finales de los noventa, Osiel Cardenas funda Los Zetas como brazo armado del Cártel del Golfo, con un grupo de desertores de las fuerzas especiales del Ejército Mexicano, Treviño se convertiría en la mano derecha de su líder , el cabo Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”.
La crueldad de sus métodos le abriría paso en el escalafón del crimen organizado. “El Z 40″ impondría la moda de desmembrar cuerpos y “guisar” enemigos , disolviéndolos en ácido, o derritiéndolos en contenedores de aceite.
Tras la captura de Osiel Cárdenas en 2003, Los Zetas entrarían en guerra con el Cártel del Golfo hasta su ruptura definitiva en enero de 2010. Los desertores del Ejército con “El Lazca” y “El Z 40″ a la cabeza y sus bárbaros métodos militares de ocupación del territorio ensangrentarían en los últimos años el mapa de México en una disputa permanente con otras células criminales.
La violencia de Los Zetas llegaría a su clímax en agosto de 2010, cuando fueron hallados en fosas en San Fernando, Tamaulipas, 72 migrantes torturados y asesinados.
Además de la saña de sus homicidios, su táctica de poner al mundo del hampa a su servicio allí donde se imponían, les llevó a dedicarse además del narco, a otros delitos como el tráfico de migrantes, y el secuestro y la extorsión.
El gobierno del expresidente, Felipe Calderón decidió en sus últimos años en concentrarse en desmantelar a los Zetas. Fruto de esa presión fue la muerte del Lazca, lo que originó una nueva lucha por el poder, de la que saldría vencedor “El Z 40″.
Pero en 2013 fue capturado por el Ejército mexicano, por lo que su hermano, Omar Treviño Morales, “El Z 42″ resultó heredero del cártel.
Las autoridades señalaron que desde que Omar se hizo con el liderazgo de Los Zetas, la organización atacó representaciones diplomáticas de Estados Unidos, lo que lo puso en la mira de las autoridades extranjeras.
Omar no logró el reconocimiento que tenía su hermano y comenzó a tener oposición de algunos de los operadores de la región.
Siempre a la sombra del “Z 40″, Omar Treviño fue capturado dos años después de asumir el poder en una casa de San Pedro Garza, Nuevo Léon, uno de los municipios más ricos del país.
Tras la caída vinieron las disputas internas dentro de Los Zetas que señalaban a la familia Treviño Morales de presuntamente traicionar a otros líderes de la organización como lo fue “El Mamito”, “El Lazca”, los cuales fueron puestos a merced de las autoridades debido a que el clan presuntamente filtró información de su ubicación para quedarse con el control absoluto del cártel.
Ésto causó que la familia Treviño dirigiera la facción llamada Cártel del Noreste.
La escisión fue liderada por Juan Francisco “Kiko” Treviño Chávez, sobrino del Z 40 y Z 42, hasta que en septiembre del 2016, fue detenido por la DEA en Houston.
Ana Isabel Treviño fue otro de los nombres que surgió como sucesora del Kiko; sin embargo, las autoridades en Tamaulipas identificaron a Juan Gerardo Treviño, “El Huevo”, como el último cabecilla del grupo criminal, quien fue detenido por las Fuerzas Armadas este fin de semana.
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