La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán anunció este lunes el ofrecimiento de recompensas por información que permita la captura de seis narcotraficantes, presuntos autores del asesinato de al menos once rivales durante un funeral en la localidad de San José de Gracia.
Adrián López Solís, fiscal en Michoacán, precisó que por cada uno de los presuntos sicarios se ofrece una recompensa de 100.000 pesos mexicanos (USD 5.000).
El fiscal informó que un total de 200 agentes del Ejército, Guardia Nacional, Policía Michoacán y Fiscalía mantienen un despliegue operativo –por tierra y aire- en los límites de los estados de Michoacán, Jalisco y Colima, en busca de los seis supuestos narcotraficantes y varios cómplices que aún no son identificados, pero que participaron el 27 de febrero en el asesinato y desaparición de los cuerpos de al menos 11 rivales.
Los ahora prófugos fueron identificados como Abel Alcántar Vallejo, alías el Viejón, el Sierra 8 o el Toro, lugarteniente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y quien habría encabezado la masacre con su grupo de sicarios.
Los otros cinco presuntos sicarios por los que se ofrece recompensa son Jesús Adrián Mora Padilla, Cristian Alejandro Hernández Ortega, alias el Sapo; Antonio Gallegos Medina, alias La Bolachana; Jesús Eduardo Vallejo, alias el Chili, y Juan Manuel Barragán Cisneros, conocido como el Rush.
Antes de las 14:00 horas del domingo 27 de febrero, un grupo de sicarios de la célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) liderada por Abel Alcantar Vallejo, alias El Toro o El Viejón, salió en varias camionetas de un hotel ubicado a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Marcos Castellanos.
Lo que motivó aquella movilización de la gente del Viejón fue el arribo a San José de Gracia de Alejandro García, alias El Pelón, quien le había pedido autorización a los altos altos mandos del CJNG para ir a velar a su madre, quien un día antes había muerto de cirrosis en el Hospital de Sahuayo, Michoacán.
El Viejón ya había amenazado con matarlo si ponía un solo pie en San José de Gracia, pero aún así El Pelón viajó con una docena de sus hombres repartidos en tres camionetas al funeral de su madre.
La voz corrió más rápido que la pólvora. Esa misma tarde El Viejón salió de Tizapán el Alto a bordo de una cuatrimoto RZR Polaris de dos plazas y se dirigió a San José. Recorrió 22 kilómetros y arribó a la cabecera municipal 40 minutos antes de que ocurrieran los hechos que hicieron estremecer al país entero. Al mismo tiempo sus sicarios salieron del Hotel Valle Dorado, ubicado a seis minutos, y se acercaron al centro.
Imágenes obtenidas durante la investigación confirmaron que la gente del Viejón estaba preparada para el ataque desde las 14:56 horas. Para entonces ya habían estacionado las camionetas y tomado posiciones en las inmediaciones de la calle Reforma, donde se llevó a cabo el funeral. Los siguientes cuarenta minutos brillaron por la ausencia de cualquier autoridad municipal. Nadie informó que se había desplegado un operativo en pleno centro de la población.
En imágenes obtenidas a las 15:09 y a las 15:10 aparece El Viejón —su clave era Sierra 3—, hablando por teléfono y haciendo señas a sus hombres afuera del funeral. Veinte minutos después llegó El Pelón al funeral de sus madre y cinco minutos más tarde fue asesinado de cuatro tiros en la cabeza por su rival.
Antes de morir, el Pelón pidió hacer una llamada de arrepentimiento, que en realidad se trataba de una orden para pedir refuerzos a sus sicarios. La acción del líder tuvo una respuesta fatal. Sus hombres fueron colocados contra una pared con las manos en la nuca. Las imágenes de cómo los fusilaron le dieron la vuelta a todo el país y encendieron la indignación de la población.
Autoridades de Michoacán confirmaron el lunes 7 de marzo que encontraron en el sitio de la masacre material biológico (restos y sangre de por lo menos 11 personas) que fue examinado por expertos.
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