Desde que inició la invasión de Rusia a Ucrania, muchos han sido los mexicanos y extranjeros que se han visto obligados a abandonar el territorio ucraniano para resguardar su seguridad. Hasta el momento, 44 mexicanos y sus respectivas familias han sido repatriados desde que comenzaron los primeros ataques a finales de febrero. Sin embargo, hay otros que han decidido quedarse a pesar de los constantes bombardeos en Ucrania por parte de tropas rusas.
Tal es el caso de Karina Noemí Velasco Guzmán, una psicológa mexicana que actualmente reside en Ucrania. Desde el día 1 de la invasión y hasta la fecha, Karina ha creado una serie videos que comparte en sus redes sociales, los cuales funcionan como una especie de diario o testimonio en los que relata su experiencia en medio del conflicto. “No voy a dejar Ucrania, porque Ucrania me recibió con sus brazos abiertos. Ucrania es ahora mi segundo hogar. Nunca me discriminaron”, aseveró Karina en uno de sus videos.
Karina Noemí se crio en el pueblo Vicente Camalote, perteneciente al municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, en Veracruz, donde permaneció hasta los 18 años. Posteriormente se mudó a Xalapa, donde cursó la carrera de Psicología en la Universidad Veracruzana. También cuenta con un doctorado en investigaciones cerebrales. Durante 10 años aproximadamente, Karina se dedicó a la academia, docencia e investigación, hasta que conoció a su actual esposo.
Este domingo 13 de marzo, Velasco Guzmán –también neurocientífica- cumple dos años de conocer a Mykola, su pareja y con quien tiene una bebé de siete meses llamada Ivanna. Desde que se conocieron en México, Karina y Mykola siempre han permanecido juntos. Actualmente, Karina y su familia se encuentran atrincherados en su departamento en la ciudad de Zhitómir, ubicada a poco más de 140 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania.
Hace un año y 4 meses, Karina se mudó al país gobernado por Volodimir Zelensky para vivir al lado de Mykola, quien es originario de la región. A pesar de los constantes bombardeos y ataques por parte de las tropas rusas (que no son sólo hacia objetivos militares, sino también hacia civiles, asegura Karina), la profesionista mexicana no piensa abandonar al que considera su segundo país. Razones hay varias: en primer lugar, porque es el país de su esposo, el de su hija y ahora el de ella.
Además, los varones ucranianos de 18 a 60 años no pueden salir de Ucrania, pues se les considera aptos para unirse voluntariamente a las fuerzas militares ucranianas. Si bien Mykola no se ha enlistado para lucha al frente, Karina dice temer por la vida de su esposo. En los momentos de relativa “tranquilidad”, es decir, cuando no son bombardeados o no suenan las alarmas, Karina aprovecha para realizar algunas actividades domésticas como cocinar. Y, si tiene tiempo, toma su celular, se graba y comienza a contar su situación actual.
“Ha sido un día muy difícil emocionalmente hablando. Hemos tenidos varias alarmas, pero dentro de todo ha sido un día relativamente calmado en comparación a días previos (…) El día de hoy me encontré con el temor, creo, más grande, que es el perder a mi esposo. El hecho de que él no esté en el frente de batalla no lo hace inmune a la muerte”
Así lo expresó Karina Noemí en su último video publicado, a un día de que el abuelo de Mykola falleciera por causas naturales, por lo que tuvo que salir de la ciudad de manera momentánea. Raras son las ocasiones en que Karina y Mykola salen de su departamento. Cuando lo hacen, es para adquirir víveres; el resto del tiempo, se resguardan al interior de su hogar.
“Sí soy una guerrera, pero los guerreros también lloran”, expresó Karina en uno de sus momentos de vulnerabilidad. Y, como toda guerrera, ha reiterado un sinfín de veces que no piensa dejar Ucrania. Además de la decisión personal, la situación en general resulta peligrosa para movilizarse al interior del país o llegar a una de sus fronteras. En uno de los últimos ataques con cohetes rusos registrado en la región de Lviv murieron al menos 35 personas y otras 134 resultaron heridas, informó Maksym Kozytski, encargado de la administración estatal en la ciudad de Lviv.
“Esta es nuestra tierra, por eso no nos hemos ido. Y aunque nos quisiéramos ir no es nada sencillo”, comentó la connacional en uno de sus videos. “No siempre que hay alarma nos atacan, pero no podemos saber cuándo sí y cuándo no nos van a atacar. Por eso tenemos que resguardarnos”. Hay algunas noches en que hasta en dos ocasiones Karina y su familia se han tenido que movilizar ante las constantes alarmas por un posible ataque aéreo.
Desde el 3 de marzo, la neurocientífica originaria de Veracruz ha tenido que permanecer largas horas bajo tierra, en el refugio donde no hay calefacción y la temperatura promedio es de -1 grado. El pasado 2 de marzo, el Servicio de Urgencias ucranianas dio a conocer sobre un bombardeo en zonas residenciales de Zhitómir.
“Estamos bajo constante alarma, alarma de ataque. ¿Por qué? Porque todos los misiles que van hacia Kiev pasan por aquí, se detectan y eso hace que nosotros tengamos que resguardarnos. ¿Qué quiero aclarar? El hecho de que la bomba no nos caiga a nosotros no quiere decir que no va a caer en otro lugar”
En esos momentos de zozobra, cuando la alarma suena en la noche, Karina toma a su hija entre sus brazos, la envuelva en una manta y le canta canciones de su infancia para tratar de silenciar los sonidos de la guerra. En una de esas madrugadas, Karina tomó su celular y redactó una emotiva carta, en la que mencionó lo siguiente:
“Los ataques no han parado en ningún momento desde el día 0 de la invasión. Aún cuando el agresor dice que hará una línea verde para evacuar a los civiles, aún cuando están teniendo conversaciones, el agresor miente, mintió y seguirá mintiendo”
“No le temo a morir. Temo a vivir bajo el terrorismo, la violencia y la represión de un dictador tirano con serios problemas mentales no tratados”, aseveró la neurocientífica mexicana. Así como hay quienes han optado por salir de Ucrania, Karina asegura que incluso hay hijos de mexicanos con ucranianos que están tomando las armas de manera voluntaria para defender la soberanía de su país.
De acuerdo con la embajadora de México en Ucrania, Olga García Guillén, cerca de 30 mexicanos(as) decidieron permanecer en territorio ucraniano; la mayoría son mujeres que eligieron quedarse, ya que sus esposos ucranianos fueron reclutados para combatir las fuerzas rusas.
En tanto, el Gobierno de México envió el segundo avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) para repatriar al segundo grupo de connacionales que salieron de Ucrania, mismo que aterrizó el sábado 12 de marzo en Rumania. Todavía no se tiene una fecha definida para su regreso a México, pero cabe recordar que en la primera misión de rescate fueron 81 personas de distintas nacionalidades.
De acuerdo con informe publicado este sábado por la Fiscalía de Menores de Ucrania, durante los 16 días de guerra han muerto 79 niños y otros 10 han resultado heridos. La mayoría de las víctimas se encontraban en las regiones de Kiev, Jarkov, Donetsk, Sumy, Jersón y Zhitómir, indició el informe.
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