Cuatro joyas del pasado en la calle Justo Sierra

Se trata de una calle del Centro Histórico de la Ciudad de México donde puedes encontrar cafés, tiendas de libros usados y edificios arquitectónicos llenos de cultura

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Foto: Instagram@_carlosmhdz_/@kencoatl/@iamy8000/@sinagogajustosierra
Foto: Instagram@_carlosmhdz_/@kencoatl/@iamy8000/@sinagogajustosierra

El Centro Histórico de la Ciudad de México contiene calles donde se exhiben joyas arquitectónicas que muchas veces escapan a nuestra atención, pues solemos leer sobre las más populares y reconocidas; sin embargo, la calle Justo Sierra esconde varios edificios llenos de historia que vale la pena conocer y visitar.

Justo Sierra, de quien lleva el nombre esta calle, fue un célebre escritor, historiador, periodista, poeta y político mexicano, discípulo de Ignacio Manuel Altamirano. Es considerado el Maestro de América y destacó por su intensa e incansable lucha por la educación y por promover la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

1. Antiguo Colegio de San Ildefonso

El Antiguo Colegio de San Ildefonso es una de las edificaciones coloniales más importantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. Está ubicado en la calle Justo Sierra, entre República de Argentina y El Carmen. La construcción del conjunto inició con el Colegio Chico (que actualmente ocupa el Museo de la Luz, de la UNAM). El conjunto arquitectónico tiene tres niveles compuestos por dos áreas: la perteneciente al periodo barroco con tres patios (Chico, de Pasantes y Grande) es una construcción de mampostería con arcadas sobre pilastras y fachadas recubiertas con tezontle, marcos y cornisas de cantera; y la edificada al sur de la anterior entre 1907 y 1931, con dos pequeños patios, que incluye el Anfiteatro Simón Bolívar y el área de oficinas. Su fachada se inspira en la del siglo XVIII; y su interior, pertenece a una nueva época.

El Colegio Grande ostenta en su fachada un relieve en mármol de San Ildefonso. (Foto: Museos de México).
El Colegio Grande ostenta en su fachada un relieve en mármol de San Ildefonso. (Foto: Museos de México).

2. Anfiteatro Simón Bolívar

Ubicado con el número 16, las bóvedas, las columnas, los arcos, las puertas, las ventanas, las cornisas y los barandales están hechos un estilo neocolonial, que encaja perfectamente con el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Este recinto cultural es casa de La creación, el primer mural del ilustre pintor y muralista mexicano Diego Rivera; en 1922, Rivera inició el mural en el Anfiteatro Simón Bolívar, asistido por Carlos Mérida, Jean Charlot, Amado de la Cueva y Xavier Guerrero.

En el centro del mural hay una célula: el origen del mundo.  (Foto: Hemispheric Institute of Performance and Politics).
En el centro del mural hay una célula: el origen del mundo. (Foto: Hemispheric Institute of Performance and Politics).

3. Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística

El edificio data del siglo XVII, sin embargo la historia se remonta a la época prehispánica, pues fue una de las tres casas de las personas dedicadas al Templo de Tezcatlipoca Rojo. Durante la Colonia, esta casa fue demolida y se construyeron casas para los conquistadores sobre las ruinas del antiguo templo, reutilizando las mismas piedras. En 1906, la Procuraduría de la República la adquirió para instalar oficinas de gobierno; pero fue hasta 1930 que comenzó sus funciones como sede de la Sociedad de Geografía y Estadística. En la pared oriente del edificio se encuentran unas argollas de piedra que eran utilizadas para sujetar las embarcaciones o canoas que llegaban.

Fue fundada el 18 de abril de 1833. (Foto: Wikipedia/Henryficar).
Fue fundada el 18 de abril de 1833. (Foto: Wikipedia/Henryficar).

4. Sinagoga Histórica

En el número 71, se encuentra una recreación de Sinagoga al estilo de las Villas Lituanas. En 1941 se inauguró con salones para actividades sociales y allí celebraron bodas y festividades con danza. La sinagoga se llama oficialmente Nidje Israel, pero poco a poco pasó al olvido cuando los judíos, más prósperos, se mudaron a otras colonias como Hipódromo, Roma o Álamos. En 2008, un grupo de judíos prominentes rescató su historia y para 2009 se reabrieron sus puertas. Es la única Sinagoga que ostenta el título de Sinagoga Histórica en México.

Aquí se resguarda la Torá y tiene techos decorados con vivos colores como en Europa Oriental. (Foto: SIC México).
Aquí se resguarda la Torá y tiene techos decorados con vivos colores como en Europa Oriental. (Foto: SIC México).

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