Con 51 años de edad, Brent Renaud llevaba, junto con su hermano Craig, una exitosa carrera como documentalista desde hacía unos 20 años, hasta este domingo que fue asesinado a tiros en Irpin, Ucrania, en un ataque en contra del coche en el que se trasladaban con un civil ucraniano. El trabajo que el se encontraba realizando en ese momento, en misma línea que todas sus obras, trataba sobre la situación de los refugiados ese país europeo. Otra de las crisis que el periodista estadounidense cubrió fue la violencia generada por el narcotráfico en México.
La víctima trabajaba habitualmente con su hermano Craig, con quien formaba la sociedad artística Renaud Brothers. Su trabajo los ha llevado a varios escenarios peligrosos alrededor del mundo, como las guerras de Irak y Afganistán, el terremoto de Haití, las zonas controladas por el narcotráfico en México o las revueltas políticas en Egipto.
Sus obras han recibido prestigiosos galardones: entre ellos un Peabody, un premio IDA a la mejor serie de televisión, dos premios del Overseas Press Club, dos premios Columbia Dupont y un premio Edward R. Murrow por su trabajo con The New York Times.
En principio, las redes lo identificaron como reportero de ese periódico, ya que portaba una credencial del medio. Sin embargo, el diario aclaró que en Ucrania no estaba trabajando para la empresa. “Estamos profundamente entristecidos al enterarnos de la muerte de Brent Renaud. Brent era un cineasta talentoso que había contribuido a The New York Times a lo largo de los años”.
El realizador también produjo películas para HBO, NBC, Discovery, PBS y Vice News, entre otros.
Su trabajo en México
En 2013, los hermanos contaron sobre su trabajo a la revista Filmmaker, en la que hablaron sobre cómo era cubri conflictos como los que ellos habían presenciado y la experiencia que les había dejada cada uno de estos.
“Durante los últimos cuatro o cinco años hemos estado cubriendo la guerra de los cárteles en (Ciudad) Juárez, México”, decía Craig, “queríamos evitar la atención tanto de los cárteles como de la policía, y cuanto menos sobresaliéramos, mejor. Cargando solo una mochila y caminando por los puentes que conectan El Paso, Texas y Ciudad Juárez, México pudimos mezclarnos como turistas. Pasamos junto a los puestos de control y pasamos los dudosos puestos de vigilancia del puente, y nos subimos a los autos que nos esperaban a unas pocas cuadras de la ciudad”.
Mientras que Brent explicaba que la figura del periodista freelance siempre era la encargada de hacer el trabajo sucio, por lo que también debía ser una persona que conociera totoalmente la zona a cubrir.
“Cuando se cubre un conflicto, es importante comprender la política y los actores involucrados. Tienes que saber dónde es relativamente seguro estar y cuándo”, decía Brent, “el primer día de filmación (en Camboya) me encontré en el lado equivocado de la ciudad con los actores equivocados, y casi me matan cuando el automóvil en el que viajaba atravesó un puesto de control militar y los soldados dispararon contra el automóvil”.
Asimismo, Craig recordó cómo fue la experiencia en territorio mexicano: “Del mismo modo, en mi primer viaje de reportaje, decidí viajar solo por Chiapas, México y el norte de Guatemala, durante el levantamiento zapatista. Sin experiencia en el extranjero y con demasiada confianza en el poco español que hablaba en ese momento, tampoco entendí el alcance de los peligros que me rodeaban. Para resumir, un soldado me apuntó a la cabeza con una pistola de 9 mm mientras otro intentaba colgarme del costado de una antigua pirámide”.
Los hermanos, que en territorio mexicano cubrieron tanto la violencia del narcotráfico como la todavía vigente crisis migratoria, decía confiados que incluso en los lugares más peligrosos en el mundo, “las posibilidades de supervivencia son realmente altas, y si tienes un poco más de experiencia en negociar barricadas, negociar con señores de la guerra y saber dónde pararte cuando las cosas se ponen difíciles, puedes realmente puede hacer el trabajo con bastante seguridad. Si no creyéramos eso, no lo haríamos”.
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