La capital de México es el segundo lugar con más museos en el mundo sólo después de París, pero también tiene lugares que pueden pasar desapercibidos ya que están en nuestros caminos diarios, y que si nos detenemos a observar nos daremos cuenta que tienen mucho que enseñarnos.
Si tu rutina está caracterizada por utilizar la línea 4 del Metrobús de la Ciudad de México, te sugerimos cinco lugares históricos que puedes visitar para conocer más de la historia de nuestro país, además de apreciar la arquitectura y el arte que cada recinto tiene para ofrecer.
1. Capilla de la Purísima Concepción: también conocida como “La conchita” o “Capilla de los muertos”, ubicada en la calle de Belisario Domínguez, es una edificación que data de principios del siglo XVII. La capilla quedó al cuidado de las monjas de la Concepción hasta que el convento fue clausurado y existe la creencia de que a finales del siglo XIX se le llamaba “La capilla de los muertos” porque funcionaba como depósito mortuorio para los pordioseros. Hoy día, el exterior de la capilla sobresale de los demás edificios por su estilo barroco, pero por dentro carece de todos los elementos que en un principio la adornaban.
2. Mercado Abelardo Luján Rodríguez: construido en 1934 sobre las ruinas del claustro del convento de San Pedro y San Pablo, fue visto como un proyecto de un mercado moderno por el arquitecto Antonio Muñoz quien mezcló estilos como el barroco, belle époque, art nouveau y art déco. Además, el recinto contiene más de mil 450 metros cuadrados de paredes y techos cubiertos por murales de artistas como Ángel Bracho, Raúl Gamboa, Ramón Alva Guadarrama, Grace Greenwood, Marion Greenwood, Isamu Noguchi, Pedro rendón y Miguel Tzab, la mayoría alumnos del famoso muralista Diego Rivera. Actualmente las obras presentan gran deterioro por la falta de conservación.
3. La Plaza de Santo Domingo: recientemente llamada “Jardín de la corregidora” ubicada en República de Brasil, se piensa que está construida en la que fue la casa de Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica. Fue nombrada así durante el siglo XVI, donde también se construyó la iglesia y el convento con el mismo nombre. En la actualidad está considerada como la segunda más importante de la Ciudad de México, después de la Plaza de la Constitución.
4. Ex convento de Santa Catalina de Siena: fue fundado en el año 1571 por el Obispo en turno Fray Bernardo de Alburquerque y se terminó de construir en 1577 durante la mayor construcción en la Nueva España. El convento fue habitado desde sus inicios por monjas franciscanas. En junio de 1815, Josefa Ortiz de Domínguez fue trasladada y encerrada en el convento de Santa Catalina de Siena, pues se encontraba arrestada por su apoyo a la Independencia de México. Más adelante, el 4 de marzo de 1862, el convento fue desalojado por la aplicación de las Leyes de Reforma, las cuales separaron a la iglesia del Estado.
5. Palacio de Lecumberri: El edificio fue construido para fungir como penal, por lo que también se le conoció como “El Palacio Negro de Lecumberri”. Se inauguró en 1900 por Porfirio Díaz, y sirvió para esos fines hasta el año 1976. En su momento, el proyecto del Palacio fue sumamente vanguardista y se basó en la filosofía arquitectónica del filosofo, escritor y pensador inglés Jeremías Bentham. A partir de 1982, el Archivo General de la Nación fue instalado en el antiguo recinto de Lecumberri y puede ser visitado por todo el público; al entrar se encuentra un museo, jardines, y el Mural de los Presos del autor Cuauhtémoc Hernández Ochoa que aborda temas de la Conquista, la Colonia y la Independencia.
SEGUIR LEYENDO: