José Antonio Torres Marrufo, el Jaguar, fue condenado a 40 años de cárcel por cargos relacionados con narcotráfico para el Cártel de Sinaloa, crimen organizado, secuestro y conspiración para matar en un país extranjero, pues fundó el brazo armado de Gente Nueva para colaborar en la narcoguerra de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
De acuerdo con la Corte del Distrito Oeste de Texas, Torres Marrufo deberá pagar los 480 meses de prisión más cinco años de libertad supervisada, además, le fue impuesta una multa de 100 mil dólares, según la sentencia firmada por Frank Montalvo.
Torres Marrufo fue detenido en 2012, extraditado en mayo de 2019 y señalado por su pertenencia a Gente Nueva para hacer la guerra al Cártel de Juárez, la Línea y los Aztecas; esto último, con ayuda de las pandillas Artistas Asesinos y Mexicles.
Según el documento consultado por Infobae México, las autoridades judiciales pusieron a disposición al Jaguar de la Agencia Federal de Prisiones, instancia a la que sugirieron que el condenado cumpla su pena en la Correccional Federal de Tucson (CFI) o en la sede alternativa Fénix en Phoenix, Arizona. Ambos centros carcelarios son de mediana seguridad.
José Antonio Torres Marrufo era ubicado como traficante independiente de marihuana en Villa Ahumada antes de 2007 y 2008. Pero testimonios del ex agente de Ciudad Juárez, David Sánchez Hernández, precisaron que se desempeñaba como sicario del Chapo Guzmán, al menos desde 2005.
El fundador de Gente Nueva fue enviado a ejecutar a Juan Pablo Ledesma Rodríguez, JL, quien se convirtió en principal enemigo del Cártel de Sinaloa en el Cártel de Juárez, pues quería estar al pendiente de cuánta droga cruzaban los sinaloenses por la ruta de Ciudad Juárez al Paso. Le interesaba conocer qué autoridades prestaban protección a los antiguos aliados de Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos.
Eso terminó por desatar la furia de Ismael Zambada García, el Mayo, considerado máximo cabecilla del Cártel de Sinaloa y quien jamás ha pisado la cárcel en más de cuatro décadas de carrera criminal. Finalmente sería el Chapo Guzmán quien tomaría cartas en el asunto y mandó a dos de sus sicarios para asesinar al JL, entre ellos a Torres Marrufo. Pero el enviado de Guzmán Loera fue capturado y golpeado. Corría el año de 2005 y el policía municipal se enteró que el Jaguar estaba secuestrado.
Cuando el Mayo Zambada se enteró que el Jaguar estaba secuestrado convocó a un encuentro con el JL. La tensión entre bandos había crecido. Ledesma Rodríguez se presentó ebrio a la reunión realizada en la estación 44 de Ciudad Juárez y mantenía una actitud hostil.
Finalmente, el Cártel de Juárez terminó por entregar a José Antonio Torres Marrufo, pero luego de ello, Zambada García habló con sus seguidores en Chihuahua, planteó que la narcoguerra sería inminente y los operadores debían ponerse a salvo del derramamiento de sangre. Unos huyeron a la Ciudad de México, otros a Culiacán y algunos más se refugiaron en Mexicali, Baja California.
Las acusaciones en contra del Jaguar fueron registradas en abril de 2012, mayo de 2010 y el 8 de septiembre de 2009. Corresponden a la dirección de dirección de una empresa criminal, así como instigar y ayudar en el secuestro, además del homicidio fuera de Estados Unidos.
Estas incriminaciones forman parte de cargos fincados en 2012 en contra de Torres Marrufo, el Chapo Guzmán, el Ismael, el Mayo Zambada y otras 21 personas más. Las imputaciones principales están vinculadas con dos hechos de violencia en la década pasada.
En primer lugar, se alega que en septiembre de 2009, el Jaguar, Gabino Salas Valenciano, Fernando Arellano Romero y Mario Iglesias Villegas, secuestraron y ejecutaron a un ciudadano de Horizon City, Texas, para reclamarle la pérdida de una carga de 670 libras de marihuana incautada por la Patrulla Fronteriza en el puesto de control de Sierra Blanca el 5 de agosto de 2009.
Luego del secuestro, la víctima fue trasladada a Ciudad Juárez donde Torres Marrufo lo interrogó y ordenó que lo mataran. El 8 de septiembre de 2009 se descubrió el cuerpo mutilado del estadounidense en Ciudad Juárez.
El otro acto fue el secuestro y asesinato de un residente de Columbus, Nuevo México. Aquel 7 de mayo de 2010, el objetivo estaba en su boda y fue raptado junto con su hermano y su tío. Un miembro del Cártel de Sinaloa en el Paso se infiltró en la fiesta e identificó al novio. Los tres hombres fueron torturados y asesinados; sus cuerpos aparecieron abandonados días después en la caja de una camioneta en Ciudad Juárez.
Otra persona más murió en esas acciones en que se identificó la participación de Torres Marrufo, Arturo Shows Urquidi, el Chous, extraditado en junio de 2018 y condenado a 50 años el 4 de marzo pasado; así como el finado Iglesias Villegas, como parte del grupo que actualmente encabeza el Mayo Zambada.
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