8M: la discriminación y violencia por embarazo, el grave problema que continúa en los centros laborales

En pleno siglo XXI, en México las mujeres siguen viviendo actos discriminatorios en sus centros de trabajo a causa del embarazo o por ser madres

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En pleno siglo XXI, en
En pleno siglo XXI, en México las mujeres siguen viviendo actos discriminatorios en sus centros de trabajo a causa del embarazo o por ser madres (Foto: EFE/Sáshenka Gutiérrez/Archivo)

Este martes se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha con la que se pretende destacar el papel fundamental que tiene el género femenino en los distintos sectores de la sociedad, no solo en México, sino en el mundo; pero también para visualizar las distintas violencias a las que siguen siendo sometidas las mujeres.

Una de las problemáticas que aún prevalece es la discriminación laboral a causa de un embarazo, una situación mucho más frecuente de lo que se pudiera imaginar.

Su impacto puede verse reflejado en la afectación de múltiples derechos de la mujer embarazada, de su bebé y su familia, no solamente de sus derechos laborales.

Foto: EFE//Archivo
Foto: EFE//Archivo

Early Institute elaboró un estudio en el que se demuestra que la discriminación y violencia a causa de un embarazo, es uno de los problemas que sigue afectando a las mujeres en pleno siglo XXI.

El Think Tank mexicano destacó que la Discriminación Laboral por Embarazo (DLE) se ha asociado generalmente con el despido y la solicitud de prueba de gravidez para la contratación, sin embargo, abarca otras conductas como: Hostigamiento laboral, negociación de ascenso, reducción de salario, negociación de permisos como el de ir al baño o sentarse, cambios de condiciones laborales en perjuicio de la mujer embarazada, descuento económico por ejercer licencias médicas, obligación de trabajar en periodo de incapacidad por maternidad, interrupción de contrato por honorarios en el periodo de incapacidad u órdenes de realizar labores que pongan en riesgo salud.

Pero también hay algunas características que se asocian a motivos de género como son: mujeres con bajos salarios, trabajadoras del hogar, empleadas de fábrica, trabajadoras que no cuentan con prestaciones de ley derivadas de su relación contractual o mujeres con contratos temporales.

Early Institute destacó que el 17.3% de las mujeres que reportaron haber tenido un empleo en los últimos cinco años sufrió alguna forma de Discriminación Laboral por Embarazo (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, ENDIREH) 2016), en tanto que de acuerdo con datos del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), desde 2012 el embarazo se encuentra en las primeras cinco causas de discriminación, mientras que el 31% de las quejas por presunta discriminación se refieren a casos motivados por un embarazo.

Según los datos del Conapred, de los asuntos atendidos por presunta DLE, el 88% fueron cometidos por particulares y el 12% restante por personal del servicio público (gobierno) mientras que un tercio de las quejas presentadas refieren que además de vulnerarse derechos laborales, también se vulneraron derechos relacionados con la protección de maternidad.

(Foto: Cuartoscuro)
(Foto: Cuartoscuro)

Early Institute recopiló los testimonios de algunas mujeres que han sido discriminadas en sus centros laborales debido a su embarazo.

Uno de ellos es el de una mujer que realizaba labores de limpieza en una escuela, estaba embarazada de gemelos y la gestación era de alto riesgo.

“Cuando di a conocer mi embarazo gemelar y de alto riesgo no se tomaron las medidas necesarias para que las actividades que realizaba no pusieran en riesgo mi salud. Por el contrario, se me asignó un ‘aseo profundo’ de algunos salones. Un día al terminar de lavar los daños me sentí mal e informé a la directora quien me pidió continuar con mi labor ‘despacito para que no me cansara’. Tuve que trapear, mover muebles y cargar cubetas pesadas. Comencé a sentir mucho dolor y ahí presenté expulsión de mis dos bebés. Uno de ellos murió al día siguiente por prematurez extrema, mi otro bebé nació con problemas graves de salud y posteriormente perdió la vista”, narró la mujer.

Otra fémina relató la discriminación y violencia laboral de la que fue objeto a causa de su embarazo y posteriormente, por ser madre. Es decir, sufrió una discriminación prolongada aún después del embarazo.

Desde que me embaracé comencé a ser discriminada, en mi incapacidad se me solicitó trabajo e incluso el mismo día del nacimiento de mi bebé tuve que atender requerimientos desde la camilla de la clínica. Después del parto existieron oportunidades de crecimiento laboral, sin embargo, nunca se me dio la oportunidad aún y cuando lo solicité y contaba con el perfil y la experiencia, a diferencia de quienes fueron promovidos. Cuando pregunté la razón, me contestaron que por mi hijo. Antes de despedirme me cambiaron a un puesto de menor nivel”, relató.

De acuerdo con la Organización
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 16 millones de mujeres entre 15 y 19 años, y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15, dan a luz cada año. En este escenario, México tiene el primer lugar a nivel mundial.

De los casos aportados que sí constituyen discriminación laboral por embarazo, se pueden observar las siguientes conductas:

• Acoso y hostigamiento laboral por razón de embarazo.

• Descuento económico por ejercer licencias médicas.

• Obligación de trabajar en periodo de incapacidad por

maternidad.

• Cambio de condiciones laborales en perjuicio de la mujer

embarazada.

• No ser contemplada para ascensos.

• Interrupción de contrato por honorarios en el periodo

de incapacidad.

• No renovación del contrato por honorarios en el periodo

de incapacidad.

• Obligar a realizar labores que ponen en riesgo la salud

de la mujer embarazada y la de su bebé.

• Despido

Una mujer embarazada camina por
Una mujer embarazada camina por calles de Ciudad de México. EFE/Sáshenka Gutiérrez/Archivo

Early Institute detectó que existen mujeres que por la situación laboral concreta en la que se encuentran están en mayor situación de vulnerabilidad. Tal es el caso de las trabajadoras del hogar, aquellas que están contratadas bajo el régimen de honorarios profesionales y honorarios asimilados a salarios, y en general, cualquier trabajadora que no cuenta con las prestaciones de ley derivadas de su relación contractual, como el seguro social y los beneficios por concepto de maternidad que ofrece la Ley Federal del Trabajo.

“Lo anterior, genera situaciones como las de que los empleadores interrumpan o no renuevan su contrato en el periodo que corresponde a su licencia de maternidad, con el argumento de que bajo su régimen no se adquiere ni reconoce obligación alguna de carácter laboral, y por tanto, no existe obligación de renovar sus contratos”.

Aunque en México existen diversas leyes que prohíben y sancionan conductas discriminatorias, así como múltiples instancias a través de las cuales se pueden denunciar, lo cierto es que hacerlo es un viacrucis para las mujeres que se atreven a denunciar.

En ese sentido, la denuncia por DLE puede ser presentada por distintas vías y, simultáneamente, ante diversas instituciones como los Consejos para prevenir y erradicar la discriminación, las Comisiones de Derechos Humanos, la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) y los Tribunales de Conciliación y Arbitraje. Dependiendo del contexto específico de los hechos, la mujer puede acudir a una u otra instancia.

La denuncia por DLE puede
La denuncia por DLE puede ser presentada por distintas vías y, simultáneamente, ante diversas instituciones. (Infografía: Early Institute)

En sus conclusiones, Early Institute destacó que “el problema real es que se menosprecia el rol y trascendencia de la maternidad en la sociedad, se disocia su concepto y se le da un trato diferenciado en cada espacio. En ese sentido, el fenómeno de la discriminación laboral por embarazo en México es solo un ejemplo de las consecuencias que atrae la ausencia de una política integral de Estado enfocada en brindar protección y atención prioritaria a la maternidad y a la primera infancia, considerándolos un binomio complementario y no esferas jurídicas aisladas”.

Resaltó que el combate a este fenómeno debe enfocarse en posicionar al embarazo y la maternidad en el eje de todas las acciones y estrategias implementadas en los distintos sectores sociales, especialmente en el laboral, a fin de cambiar la percepción social de que es una “desventaja”.

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