La Fiscalía General de la República (FGR) anunció este lunes 7 de marzo que en coordinación con efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) incineró más de cuatro toneladas de narcóticos relacionados con diversas averiguaciones previas y carpetas de investigación en Reynosa, Tamaulipas.
La quema incluyó cuatro toneladas 755 kilos 833 gramos 500 miligramos de marihuana, ocho gramos 200 miligramos de metanfetamina, siete gramos 100 miligramos de clorhidrato de cocaína, siete gramos de cocaína, así como seis unidades de resina de cannabis sativa, señaló la FGR.
“Las diligencias ministeriales dieron cumplimiento al Programa de Destrucción de Narcóticos y a lo dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual establece la destrucción de drogas aseguradas y los objetos que son instrumentos del delito”, detalló en un comunicado.
Los estupefacientes fueron destruidos en las instalaciones de la Octava Zona Militar con residencia en Reynosa. El Ministerio Público Federal (MPF) coordinó el evento de identificación y realizó las diligencias de conteo, pesaje e incineración de narcóticos. Autoridades militares, peritos oficiales y personal del Órgano Interno de Control (OIC), por su parte, verificaron que el procedimiento se llevara a cabo en los términos de la norma aplicable.
Este domingo 6 de marzo elementos de seguridad de Reynosa, Tamaulipas, desarticularon una red de videovigilancia del crimen organizado en la que operaban alrededor de 100 cámaras, las cuales estaban conectadas a redes inalámbricas de hogares o comercios en la entidad.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas informaron que el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) realizó el levantamiento y aseguramiento de los aparatos, así lo manifestaron mediante un comunicado:
“La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas informa que el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) de la Policía Estatal detectó y desarticuló una red ilegal de video vigilancia, operada por el crimen organizado en la ciudad de Reynosa”
En el operativo se desconectaron “Más de 100 cámaras de video remoto, conectadas de manera ilegal mediante el robo de señales wi-fi caseras o de negocios, las cuales fueron desmanteladas en las últimas horas”, de acuerdo con la información proporcionada por la dependencia.
Las cámaras de vigilancia transmitían de manera directa las imágenes que captaban, pues al estar conectadas a internet de manera inalámbrica, los operadores de los aparatos podían tener acceso a su contenido desde cualquier lugar.
Según la SSP, esta red de vigilancia era utilizada por grupos del crimen organizado para “observar los movimientos de corporaciones de seguridad federales y estatales o para cubrir sus actividades ilícitas”, pues se mantenían ocultas en puntos estratégicos de la ciudad.
Estos dispositivos habían sido instalados en postes de electricidad o de teléfono, así como en registros de ambos servicios y cajas negras, lo cual impedía que se deterioraran por las condiciones atmosféricas y las mantenía alejadas del ojo de las autoridades.
Tras la desarticulación de esta red, las autoridades pidieron a la población estar al tanto de sus redes domésticas, pues aquéllas que cuenten con baja seguridad pueden ser utilizadas por los criminales para conectar los dispositivos de vigilancia.
La SSP de Tamaulipas no dio a conocer cuál es el grupo delictivo que habría instalado las cámaras de videovigilancia, pero se presume que este caso tenga que ver con la destrucción de los dispositivos de vigilancia del C5, los cuales habrían sido destruidos por integrantes del Cártel del Golfo.
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