Edgardo Zúñiga Suárez se hizo famoso por recorrer el país en un triciclo, ayudando a los “lomitos” en condiciones de calle, lastimados o heridos. Por ello, recibió el sobrenombre de “El Salvaperros”. Si bien su labor altruista ha sido reconocida por muchos, su acción, según lo ha denunciado, también lo ha llevado a recibir amenazas y ser detenido de manera injusta en diversas ocasiones por autoridades de distintas entidades.
Apenas el pasado 04 de marzo Edgar declaró que se sintió obligado a retirarse del puente a la entrada de la ciudad de Progreso, Yucatán, en donde se alojó poco menos de un mes junto con sus perritos rescatados.
Esto luego de un encuentro con la policía municipal de dicha demarcación, en el cual, Edgardo denunció haberse sentido intimidado. Fue por medio de redes sociales que el protector de animales dio a conocer la situación que se había presentado.
Hace dos días, es decir el 4 de marzo, Edgar realizó un en vivo en su página de Facebook, en donde contaba como estaba haciendo sus preparativos para poder marcharse y cumplir el “ultimátum” que le habían impuesto las autoridades.
Ubicado debajo del puente, con su triciclo y rodeado de sus compañeros caninos, Edgar se disponía a cambiar uno de lo rines de su ya famoso triciclo, puesto que ya se encontraba muy “podrido”. Así, fue narrando que ya eran cuatro las veces en las que había visitando el mismo lugar.
“Siempre limpiamos, (...) yo quite todo (haciendo referencia a lozas, colchones viejos y demás basura que había en el lugar) ¿por qué no sacaron a los “vagos” a los que hacían fogatas? tuvo que llegar uno a limpiar y solamente así se retiraron los vagos” acusó el hombre, quién señaló que le parecía injusto que le hicieran retirarse del lugar que había rehabilitado y cuidado.
Además, comentó que no era la primera vez que le hacían retirarse de un espacio de manera intempestiva, de acuerdo con lo narrado, en Mérida, en el puente de Temozón, un doctor habría denunciado la presencia de Edgar ante policías, “fue a levantar injurias y con una buena amistad que tenía con la policía, pues llega el policía y llega a amenazar: ´que te voy a detener y que te me vas de aquí´”, narró y agregó que no le importó el calor bajo el cual tendrían que moverse él y los canes.
Para “El Salvaparros” esta situación estaría conectada con la que se presentó a inicios de marzo. Ubicado debajo del puente en la entrada de Progreso, llegaron en diversas ocasiones dos policías en motocicletas, con armas, quienes presuntamente le ordenaron a Edgar que se retirara inmediatamente.
El rescatista les explicó que necesitaba más días ya que no solo estaba en espera de la adopción de Chuchito y La Niña, dos lomitos callejeros que había estado cuidando, sino también de una jornada de estilización que se llevaría a cabo en el municipio de Paraíso.
“Me piden identificación, pero no tengo, no existo en el sistema, pero ahí tengo videos, yo no soy mala persona, les digo. Miraron unos videos, pues de nada les valió, llamaron por el radio y el comandante que les dijo ´sáquenlo de ahí´, viene otras dos unidades y me dicen que me van a llevar a la dirección de Seguridad Pública” contó desde sus plataformas.
Así, denunció que se vio obligado a retirarse del lugar, y aseguró que no tenía nada encontrar del ayuntamiento ni de las autoridades porque “uno no son todas las autoridades, ni representa la labor de todos”.
El 5 de marzo, a las 05:00 de la mañana (hora del centro de México) el rescatista se despidió del Progreso, junto con Pirlo, Chabelo, Chema, Chato, China, el Hueso, Sin Pata, Chilletas, Colitas, Ratatiu (por mencionar algunos de los 18 perritos que lo acompañan) y emprendió el viaje.
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