La historia de México, tras la Independencia del país, es bastante compleja. Luego de que México ganara la Guerra de Independencia a los españoles, a los que estuvo anexado por 300 años, el territorio de México se vio modificado en diversas ocasiones, siendo el cambio más significativo, el de la pérdida de más de la mitad del territorio en 1848, solo 27 años después de lograr su soberanía y cuando apenas comenzaba a consolidarse como nación.
Sin embargo, también hubo algunos otro cambios al sur, pues hubo un tiempo en el que, por ejemplo, países sudamericanos pertenecieron al territorio mexicano. También hubo otras modificaciones en el territorio, por ejemplo, cuando el estado de Yucatán declaró su independencia debido a diferencias con el gobierno centralista que impuso el presidente Antonio López de Santa Anna.
En el año de 1841 México vivía un conflicto político entre el gobierno de corriente centralista, que facultaba al presidente para asignar a los gobernadores de cada estado, así como otras decisiones de estos, y la corriente que prefería que el gobierno fuera federalista, que defendía la división de poderes y daba autonomía a los estados. El estado de Yucatán era uno de los que estaban inconformes con el gobierno centralista que predominaba.
Durante este gobierno centralista, el Congreso del Estado rompió relaciones con México, en lo que se reestablecía el régimen federal. El primero de octubre de 1841, la Cámara de Diputados local aprobaba el Acta de Independencia de la Península, estableciendo que “el pueblo de Yucatán, en el pleno uso de su soberanía, se erigía en República libre e independiente de la nación mexicana”. En ese momento, la península abarcaba los actuales estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El gobierno de México no aceptó la separación. Para demostrarlo, envió una avanzada militar para enfrentar a los separatistas, en lo que hoy se conoce como Hacienda Pacabtún, en Mérida. Además, el cierre de comercio entre puertos yucatecos y mexicanos afectaba la economía de Yucatán. Finalmente, Antonio López de Santa Anna, entonces presidente, firmaba el 5 de diciembre de 1843 los convenios que otorgaban a Yucatán autonomía plena, sin embargo, tenía una condición: que se reintegrara al territorio nacional.
A finales de 1845, estos convenios fueron suprimidos, y para el 1 de enero de 1846, la Asamblea Legislativa de Yucatán declaraba nuevamente la Independencia de la Península del territorio mexicano.
Poco tiempo duró este segundo periodo de independencia, pues la crisis generada por la Guerra de Castas entre mayas y mestizos, obligó al gobierno yucateco a pedir ayuda militar al gobierno mexicano, aún a costa de su soberanía, a cambio de reincorporarse a México.
Hacia 1848, el entonces gobernador Miguel Barbachano, envió una comisión ante José Joaquín Herrera, con la intención de tratar el asunto, y el gobierno de México le remitió armas y dinero para que se terminara con la guerra. Así, se reincorporó Yucatán a la federación mexicana, cerrando de manera definitiva ese capítulo separatista.
Hay que recordar que este episodio se dio en el contexto del suceso histórico de la Guerra de México contra Estados Unidos, cuando México perdió los estados norteños de Texas, Nuevo México, California, Arizona, Nevada, Utah y parte de Colorado y Wyoming. En 1845, Texas había declarado su independencia, antes de anexarse al territorio estadounidense.
Actualmente, Yucatán tiene una extensión territorial de 39 mil 524 kilómetros cuadrados, lo que representa el 2.02% de la superficie de México. Cuenta con una población de más de 2 millones de personas, y se encuentra conformado por 106 municipios, de los cuáles Mérida, la capital, es la localidad más poblada, con 892,363 habitantes.
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