A partir de la necesidad de proteger el trabajo artístico digital, se busca que las obras no se dupliquen en los medios digitales sin la autorización del autor y que, a través de su venta, se obtengan regalías.
Se considera “Criptoarte” a las ilustraciones estáticas, ebooks, videos y documentos elaborados de forma digital, es la mezcla exacta de los conceptos de criptografía y arte en el mundo moderno.
La “Non-Fungible Token” es un tipo de token o criptomoneda digital, utilizado solo por la producción artística y con un valor único e indivisible. Plasmado en forma de números, permite que los artistas puedan vender sus obras de forma más segura y que cada obra cuente con autenticidad y exclusividad.
Cada NFT está ligado a blockchain o en español “Cadena de bloques”, capaz de almacenar datos casi imposibles de falsificar. Es una tecnología avanzada que registra todas las compras y ventas de forma muy segura.
Gracias a su configuración compleja, no se puede falsear las obras, ni existir más de una cuenta capaz de poseer un TNF; cada pieza está ligada a un contrato digital inteligente que cuenta con la legalidad y el valor de un contrato físico.
Cabe señalar que la compra y venta de las piezas de arte son meramente digitales, en otras palabras, las obras no se venden de forma física y, aunque una persona le tome captura de pantalla y reproduzca el video o el documento, la obra no tiene valor, pues el Token es lo que brinda su originalidad.
Los precios elevados de las obras brindan gran exclusividad a los compradores, lo que provoca en ellos un sentimiento de propiedad pues, aunque la pieza aparezca en varias plataformas de la nube los compradores saben que son los dueños de la pieza.
Algunas de ellas no se pagan con pesos mexicanos o dólares, sino con monedas virtuales como Ethereum (ETH) o Solana (SOL), de esta forma la compra de “Criptoarte” suele ser muy rápida y sencilla.
OpenSea es una empresa estadounidense que se encarga de la venta de activos digitales y actualmente se ha posicionado como una empresa líder que se caracteriza por la venta de obras de arte digitales a través de subastas. También es el responsable de procesar y manejar grandes cantidades de transacciones que han superado los 10 mil millones de dólares.
Hace apenas un año, la casa Christie’s, nativa de Londres, tuvo una venta de 69 millones de dólares en una pieza del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, dicha obra es perteneciente a un collage de imágenes que el artista comenzó a realizar desde el 2007.
El tema que se desarrolla en las obras es libre, por ejemplo, CROSSROAN también creada por el mismo artista, un video corto que comunica un mensaje antiTrump, después de haber sido derrotado. Varias de sus obras se caracterizan por pertenecer al arte surrealista y en su elaboración emplea gran cantidad de herramientas digitales y programas artísticos, dicha obra fue valuada en USD $6.66 millones de dólares.
Hace un par de meses se vendió la obra CryptoPunk#7523 en 11.8 millones de dólares, proyecto desarrollado por el estudio estadounidense Larva Labs. La obra fue realizada por Matt Hall y Jhon Watkinson.
Sin duda el “Crypto Arte” es una revolución en el mundo artístico desarrollado en la modernidad que permite a los aficionados tener una colección artística virtual y sobre todo, reflejar su gran poder adquisitivo.
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