Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, fue cuestionado sobre una denuncia en contra de Julio Scherer, quien fue acusado por el abogado Juan Collado de supuestamente exigirle un pago millonario a cambio de su libertad, lo que se podría considerar extorsión.
Entre la información que denunció Juan Collado, publicada por el medio mexicano Animal Político, destacó una amenaza de presuntos abogados que se habrían presentado a nombre de Scherer, quienes le advirtieron que éste, “tendría todo el control del aparato de justicia”.
En este contexto, el periodista Raymundo Riva Palacio reveló que fue el propio Julio Scherer quien ideó durante sus años como el asesor jurídico de la Cuarta Transformación, un grupo destinado a combatir a los principales líderes del narcotráfico.
El escritor informó en su más reciente columna para Ejecentral que hubo un grupo que se reunía cerca de Toluca, donde lo mismo había gente de la Fiscalía General de la República (FGR), de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Consejería Jurídica de Presidencia, así como el Ejército, la marina, y el Poder Judicial.
Aunque no reveló nombres e identidades, sí dejó claro que se trataba de un puñado de gente cercana o de confianza para Scherer, quienes decidían a las organizaciones criminales e individuos que “iban a perseguir, neutralizar, desarticular, o a quiénes procesarían y llevarían a la cárcel”.
Sin embargo, su actuar al borde de las leyes, es lo que habría mantenido en secreto la formación del “Grupo de Judicialización”, de acuerdo con Riva Palacio, además de su pronta transformación de objetivos.
De acuerdo con el escritor, la estrategia presidencial del gobierno Federal que supuestamente muestra poco interés a combatir al crimen organizado, habría cambiado a los personajes que el mencionado grupo atacaría.
Los nuevos personajes en la mira del grupo que presuntamente fue adscrito al Centro Nacional de Inteligencia, fueron políticos, funcionarios o empresarios, a quienes les abrirían investigaciones para procesarlos, aunque dichos casos no pudieron ser judicializados por sus inconsistencias.
“Había una coincidencia -o complicidad- en el ataque y persecución de quienes el presidente considerara sus enemigos y sobre los cuales podía seguir fortaleciendo su discurso anticorrupción”, escribió Riva Palacio.
El periodista agregó también que la verdadera intención podría haber sido la de alinear a los personajes clave de México con los deseos del presidente, además de cuidar “la falta de autonomía e independencia de la Fiscalía General y la alta jerarquía del Poder Judicial”.
Sin embargo, el grupo comenzó a diluirse, aunque aseguró que hasta el momento todavía no se puede dar por acabado. En algunos casos, los funcionarios se alejaron por cuenta propia por el giro de las investigaciones, mientras que los conflictos entre dependencias y personajes se fueron agravando.
A pesar de mantenerse en retiro, el grupo habría causado grandes daños en varios ámbitos. Algunos podrían ser, por ejemplo, la falta de autonomía de la Fiscalía o choques públicos como el del fiscal Gertz-Manero con Santiago Nieto y el propio Julio Scherer, a quien investiga por presunta corrupción.
Esto fue etiquetado por el propio Riva Palacio como una “expresión del deterioro no sólo de las leyes, sino del gobierno en general”.
SEGUIR LEYENDO: