Rumania es uno de los países que ha abierto sus fronteras para recibir a un sinnúmero de desplazados de Ucrania que han buscado refugio ante los ataques del ejército de Rusia; incluso, ahí llegó durante el pasado fin de semana el primer grupo de familias mexicanas.

Se trató de 26 personas que fueron movilizadas a bordo de un autobús por la caótica frontera hasta llegar a la ciudad de Suceava, a unos 40 kilómetros de distancia. Al respecto, el embajador de México en Rumania, Guillermo Ordorica Robles, aseguró que todos sus connacionales y familiares se encuentran resguardados y en condiciones seguras.

El diplomático señaló que el Gobierno de México, en coordinación con las Embajadas en Ucrania, Polonia y Rumania, están realizando un “esfuerzo especial” para que todos los mexicanos en zonas de riesgo puedan salir a territorios libres de cualquier situación que pudiera amenazar su integridad física. Así lo dijo a través de un video que compartió la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE):

Cabe mencionar que, en las próximas horas se sumarán a estos 26, otro grupo de 18 mexicanos, quienes lograron salir de Kiev a través de otro autobús durante la mañana de este martes.

Dicho grupo está escoltado en todo momento por la embajadora Olga García Guillén y el cónsul Miguel Uribe, quienes también planean regresar a México y desde ahí continuar dirigiendo la asistencia diplomática a los más de 50 connacionales que permanecen en Ucrania.

Se sabe que el trayecto hasta la ciudad fronteriza de Siret es de unas 15 horas y ahí los recibirá Guillermo Ordorica.

Es importante mencionar que la intención que encabeza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es mover la mayor cantidad de mexicanos posible de Bucarest, capital de Rumania, para que ahí puedan abordar el Boeing 737-800, de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), que los repatriará.

Por ello, la orden es que dicha aeronave se quede el tiempo que sea necesario, pues tiene una capacidad de hasta 160 personas.

Luego de casarse con un ucraniano y residir exactamente por un año en el país europeo, Ivette Rosano tendrá que regresar a su natal Chihuahua.

Y es que los bombardeos de las tropas de Rusia los obligaron a empacar y salir en auto hasta Rumania. Ya en camino, junto al hijo de su pareja de 9 años de edad y su perrito salchicha, Ramona, vivieron lo complicado que era la travesía y no solo por el riesgo de cruzarse con tanques rusos, sino por la escasez del combustible.

Mientras carga a su perrita, a quien “no la dejaría por nada del mundo”, indicó que ya cerca de la frontera y ante la imposibilidad de seguir avanzando, tomaron la decisión de abandonar el automóvil.

Ivette viajará a bordo del avión de la Fuerza Aérea Mexicana con destino a la Ciudad de México y después se desplazará a Chihuahua.

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