Los humedales, aquellos espacios que proporcionan diversos beneficios ambientales, culturales y económicos, están siendo fuertemente amenazados por distintos factores en la Ciudad de México. Las alarmas se encienden cuando se toma en cuenta que estos son una herramienta fundamental para combatir los efectos del cambio climático y para asegurar el futuro económico de distintas familias.
En la capital del país hubo muchos ríos y lagos que fueron desecados o entubados a causa de la expansión de la ciudad, la creación de casas, edificios y toda la infraestructura característica de una metrópoli. Aunque gran parte de las áreas naturales fueron eliminadas, quedaron espacios acuáticos en algunos puntos de Tláhuac, Chalco, Texcoco y Xochimilco principalmente, no obstante, ningún gobierno ha establecido medidas estrictas para el cuidado y la conservación de estas zonas, específicamente por los humedales.
Es por eso que en el marco del Día Mundial de los Humedales, expertas y expertos explicaron a Infobae México todos los beneficios que brindan estos ecosistemas y por qué están en peligro.
“Lamentablemente los seres humanos por nuestro egoísmo, nuestra cerrazón y las malas decisiones hemos puesto en peligro nuestro presente y nuestro futuro al trastocar los límites de la propia naturaleza, al creernos dueños de ella y al construir progreso y desarrollo destruyéndola”, recalcó la senadora Verónica Delgadillo, de Movimiento Ciudadano.
De acuerdo con un artículo de la UNAM, estos espacios se definen como “cuerpos de agua salobre o dulce que existen sobre la superficie terrestre. Tienen una función ecológica relevante, son hábitat de muchas especies animales y vegetales”. El doctor en Ciencias Biológicas Alejandro Alva aclaró que “todo lo que sea un ecosistema acuático con menos de 6 metros es un humedal, (lo quiere decir que) más de la mitad de los cuerpos de agua en la nación son humedales”.
Estos cuerpos acuáticos brindan una gran cantidad de servicios ambientales que regularmente no son tomados en cuenta por la sociedad, pues tal y como lo remarcó la senadora Verónica de la bancada naranja, “hay cosas de las que no se habla que están en la naturaleza, que son gratuitas, que son poderosísimas y que son nuestras aliadas en esta situación y un ejemplo son los humedales”.
El diputado de la misma bancada, Royfid Torres, agregó que otro de los tantos servicios que brindan los humedales es que “limpian el aire, una de las cosas que más necesitamos en la Ciudad de México” a pesar de que, lamentablemente, “nos hemos acostumbrado a respirar aire contaminado que se siente más en los días que te arden los ojos, cuando te pica la garganta y dices: ay es que hoy hay mucha contaminación, y ese es el común denominador de los que vivimos aquí”.
Además, estos espacios “son cuatro veces mejores que lo que pueden ser los bosques tropicales” debido a que “el 50% del carbono que está guardado en los océanos lo guardan los humedales. Estos lo hacen de manera gratuita, sin que se necesite ninguna inversión, ningún impulso, nada más con dejarlos ser, limpian el medio ambiente”, enfatizó la legisladora.
En ocasiones no se le da reconocimiento a estos ecosistemas porque se piensa que los bellos paisajes naturales sólo se encuentran en estados como Campeche, Yucatán, Oaxaca, sin embargo, dichos espacios también existen en la Ciudad de México y algunos se encuentran en “Xochimilco, un lugar muy mágico en un espacio al sur de una de las ciudades más densas y más grandes y, a pesar de eso, es un oasis lleno de espacios verdes, con muchas aves, muchas flores y muchas especies muy particulares y endémicas de ahí”, destacó Laila Bustamante, miembro del proyecto socioambiental de la chinampa Atzin Xochimilco.
Xochimilco, un centro natural, económico y cultural
Xochimilco, palabra náhuatl que significa “campo de flores”, siempre ha tenido un lugar privilegiado entre los demás sectores metropolitanos con cuerpos de agua, incluso, en 1987 fue nombrada por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad, aunque cabe resaltar que la protagonista de este sitio siempre ha sido la chinampa.
“Las chinampas son sistemas productivos que las culturas ancestrales, los aztecas, desarrollaron. Son sistemas que por sí solos se podría decir que son naturales, ¿por qué son naturales? porque están respetando los procesos biológicos y naturales del sistema lacustre, en este caso la laguna de Xochimilco”, compartió con Infobae México la bióloga Lesly Méndez, directora del proyecto de educación ambiental Horti Sativa.
A pesar de que la mayoría de las personas suelen pensar en una trajinera o en un ajolote al escuchar el nombre de la alcaldía, Xochimilco es mucho más que eso. No obstante, es importante mencionar que también hay elementos no tan maravillosos que caracterizan a la localidad, entre los que se encuentran: la contaminación, la extensión de la mancha urbana, exceso de basura, las pocas acciones por parte de los gobiernos locales y federales para mitigar los daños y un largo etcétera que termina afectando directamente a los humedales.
El hecho de que distintas áreas naturales estén amenazadas representa un peligro no sólo para la demarcación, sino para toda Ciudad y “los humedales son uno de los lugares que en más riesgo está porque no se les pone atención, porque piensan que el agua está ahí y va a estar por siempre pero realmente está siendo víctima de muchos procesos de la población”, explicó Lesly, especialista en botánica.
Miembros de Horti Sativa detallaron que uno de los grandes problemas recae en que “si el agua está contaminada, la producción de muchos cultivos, principalmente las hortalizas, se ve afectada y eso pone en riesgo una de las principales actividades económicas de las familias de Xochimilco”.
Cabe destacar que la ex delegación está catalogada como uno de los centros más importantes de producción de hortalizas y flores y es uno de los lugares que más abastece de estos elementos a la CDMX, situación que también amenaza la seguridad alimentaria de la capital y la seguridad económica de distintos productores.
Tal es el caso de Alonso Flores, un productor del barrio de La Asunción, quien junto con su familia se dedica al cultivo de hortalizas y flores de temporada desde hace mucho tiempo. Alonso compartió que, en ocasiones, debido a las malas condiciones del lago de Xochimilco, ha tenido serias afectaciones en sus ingresos.
“Este año cultivé como 3 hectáreas de maíz, pero por el lirio acuático que está en el agua no pude sacar nada de cosecha, se me echó a perder todo. Nosotros hicimos las denuncias a las autoridades para que fueran a limpiar los canales y pues no hicieron nada, entonces prácticamente se echó a perder mi cultivo porque no pude tener acceso a mis chinampas”.
Él y su familia no son los únicos que se enfrentan a estas situaciones, pues “eso pasa aquí en Xochimilco, pasa en Tláhuac y pasa en Milpa Alta. Es un problema fuerte porque sí es una producción de la que dependen muchas familias locales de las comunidades, entonces se pone en riesgo su calidad de vida y su economía a futuro”, señaló el colectivo Horti Sativa.
La estabilidad financiera de muchos productores se pone en riesgo por la falta de atención a estos espacios naturales, aunque es de suma importancia subrayar que no sólo se trata de una pérdida monetaria, también implica la pérdida de sus esfuerzos, su trabajo, la dedicación y el amor que le ponen a sus cultivos.
“Como consumidores muchos vamos al súper y ponemos una manzana en el carrito, la pagamos y ya es nuestra, pero todo lo que implicó que eso llegara ahí fue gracias a un proceso muy largo, pesado y tumultuoso. Creo que el hecho de que no se conozca lo que cuesta que se dé un alimento hace que no apreciemos suficientemente lo que comemos”, expresó Álvaro Covacevich, miembro del grupo chinampero Atzin.
Además, Nolwenn Lubrez, del mismo grupo, reveló que “es muy duro sembrar algo y ver que no sale como pensabas porque al final es algo muy personal sembrar cosas. Quieres que salga, hasta literal ver los frutos de tu trabajo”. Respecto a esto, Laila Bustamante añadió que parte de la problemática que se vive se debe a que “el trabajo de la tierra es muy poco valorado”.
A toda esta cuestión se le suman las dificultades que trajo la pandemia por COVID-19, debido a que a causa de ésta “mucha gente dejó de producir porque ni siquiera tenían dinero para invertir. Es algo bien cañón hacer una inversión tan fuerte en algo que es el campo, para perderlo todo porque no tuvieron las herramientas para sacarlo adelante”, comentó la maestra en producción de plantas, Lesly Méndez.
Los humedales y el lago: ecosistemas en caos
Al listado de amenazas y obstáculos ya mencionados se le suma una cuestión fundamental: el problema de la calidad del agua, situación que indudablemente influye en los humedales, incluso en las zonas de la alcaldía que han sido declaradas Áreas Naturales Protegidas.
“La principal dificultad es el agua, el humedal es agua y el agua es fundamental para todos los procesos, tanto productivos como para nuestra vida”, detalló el grupo Horti Sativa. La bióloga Lesly explicó que “en el agua de Xochimilco hay tanto pesticidas como metales pesados, principalmente cobre, bacterias que son patógenas del ser humano como el E. coli y salmonella. Toda esa combinación está generando que las cosas que se producen no sean de la calidad que deberían”.
Aunque de vez en cuando ha habido esfuerzos por parte de las autoridades para limpiar el lago, han estado mal enfocados, ya que se han centrado únicamente en asear algunas zonas y esto representa una ayuda muy a medias porque al final “todos los canales están conectados, entonces puedes limpiar por partes, pero al final la basura de un lado termina llegando al otro”, argumentó Nolwenn Lubrez.
Debido a la expansión de la mancha urbana cerca de los humedales y el lago, ha habido un aumento de desechos. Alonso Flores, que vive a unos metros del canal, contó que “los vecinos agarran su basura de la semana o del mes e incluso plásticos, latas y pilas y van a dejarla donde hay terrenos baldíos, luego los perros y sacan todo eso de los costales y la vez tirada a la orilla, después el viento ya la aventó el canal”.
El productor Alonso indicó que el agua también ha ido empeorando porque los drenajes de las casas de los alrededores de los canales desembocan directamente en el lago. “Acá la alcaldía hizo unos cárcamos en diferentes barrios, pero la verdad yo no le veo beneficio, porque al final del día cuando ellos los lavan o no sé qué hacen, desechan parte del agua de ese cárcamo al canal”.
El investigador Alejandro Alva expuso que Xochimilco vive gracias a que existe la planta de tratamiento de agua de Cerro de la Estrella, no obstante, Nolwenn enfatizó en que debe haber un filtrado de aguas residuales directamente a los canales porque “las personas que tienen viviendas cercanas a los canales chiquitos no tienen sistema de filtración de su desagüe, entonces todo lo que sale de los baños se cae ahí y eso afecta a la situación general del agua”.
Los miembros de Horti Sativa recalcaron que entre varias personas ya han llegado a la conclusión de que “lo único que tiene que hacer la alcaldía es ayudar cambiando el agua o haciendo plantas de tratamiento locales, lo cual también es un beneficio para el productor y su familia”.
Ante esto, Alonso platicó que desde hace mucho tiempo ha escuchado que hay proyectos de tratadoras y purificadoras de agua, “pero nada más se queda en eso y es lo malo porque no sé dónde queda ese dinero”.
De igual manera las lanchas representan un problema, pues el motor afecta gravemente al ecosistema “aquí corren como si estuvieran en Acapulco e igual las autoridades no hacen nada por poner un límite. Hoy en día ya hay muchos motores y eso contamina mucho”, dijo Alonso, quien es habitante del barrio La Asunción, Xochimilco.
El papel de los gobiernos: a veces aliados y a veces enemigos
Las acciones de los gobiernos han generado la desconfianza y el descontento de diversos barrios y pueblos de la alcaldía, pues es a ellos a quien más afecta que la calidad del agua del lago de Xochimilco esté cada vez peor.
Prueba de ello es la falta de conciencia y, sobre todo, de conocimiento en las acciones implementadas. Un ejemplo fue la introducción del lirio acuático y del pez tilapia, dos especies que han perjudicado enormemente la condición del ecosistema. De hecho, la tilapia, por ser tan depredadora, fue la principal culpable de que los ajolotes y otros animales desaparecieran.
“Yo me acuerdo cuando tenía 6 o 7 años y mi papá traía pescados largos blancos o charales. Él dice que hace 50 años hubo almeja, ahora buscas y ya no hay nada de eso, ya se acabó todo. Hubo muchas cosas que hoy en día no, la culpable de todo eso es la tilapia”, detalló Alonso Flores. Asimismo, el colectivo Atzin agregó que estas especies acuáticas también están destruyendo las chinampas.
Lesly Méndez precisó que introducir especies exóticas en los hábitats naturales es una cuestión que está consideradas por la Comisión Nacional de la Biodiversidad (CONABIO) como una de las mayores causas de la pérdida de la biodiversidad.
También es importante destacar que se han implementado y se siguen implementado diversos programas sociales que brindan ayuda a los productores y al cuidado de las áreas naturales, incluso, recientemente se abrió una escuela de chinampería para instruir a las personas de Xochimilco en la agroecología.
El problema es que —acusaron— en algunos procesos de selección para dar los apoyos hay mucha corrupción y favoritismos. Además, tal y como lo detallaron los y las entrevistadas, la asistencia es muy poca, las iniciativas no son constantes y no se refleja un compromiso a largo plazo.
A pesar de que hay mucha organización entre algunos grupos de la alcaldía, existe mucha fragmentación, desunión y falta de coordinación, lo cual dificulta que las acciones de la sociedad tengan un impacto mayor. Esto da como resultado la ausencia de comunicación entre el gobierno federal, el local y los grupos de las y los habitantes.
Cabe aclarar que para consultar otra perspectiva de la situación de la organización y de las inquietudes de los habitantes del territorio, se intentó contactar a la Coordinación de Pueblos, Barrios Originarios y Colonias de Xochimilco, sin embargo, no se obtuvo respuesta.
Hay que agregar que como lo señaló el doctor Alejandro “hay muchos oportunistas que tratan de usar el lenguaje folklórico, tradicional y religioso para tratar de vender algo o para tener más aliados”. Tal fue el caso del reciente “Ajolotón”, un proyecto que encabezaron diversas alcaldías para reintroducir al ajolote a los canales de Xochimilco, aprovechándose de que esta es una de las especies más valoradas en los últimos años.
Hay que destacar que toda esta problemática no ocurre solo en el centro de la República, se trata de un problema sistemático que afecta a todos los humedales —y en general a todos los ecosistemas— de México.
El puente Xochimilco: ¿amenaza, oportunidad o imposición?
Los antecedentes -negativos- de varios proyectos gubernamentales que han acabado con grandes cantidades de espacios naturales y especies, han provocado descontento, desconfianza y, sobre todo, enojo a distintas comunidades que han luchado desde hace mucho por los espacios ambientales. Por tal motivo, es muy común que se asuma que las obras que se realizan están mal planeadas, así como sucedió con la reciente construcción del puente vehicular Periférico Sur-Oriente.
Esta obra generó diversas protestas y movilizaciones en la sociedad debido a que el puente se levantó sobre un humedal, situación que de inmediato encendió las alarmas de varios grupos.
La maestra Lesly compartió que uno de los argumentos que se ponían sobre la mesa se debe a que iba a ver una afectación general al ecosistema, puesto que “el agua del humedal está conectada por el manto freático. Superficialmente vemos una cosa, pero por abajo está conectado, entonces cuando están cambiando o modificando una parte se afecta todo”.
“La movilización que se creó alrededor de ‘yo protejo el humedal’ surgió porque están enojados con todo el sistema, porque la gente lleva muchos años peleando y nadie les ha resuelto, ningún gobierno, ya sea de las alcaldías o el de la Ciudad, nadie los ha escuchado”, señaló el diputado Royfid Torres, quien se ha reunido con varios grupos para entender las problemáticas de los pueblos organizados.
La situación del puente es bastante compleja, puesto que ha beneficiado a muchas personas que viven cerca y usan automóvil. Vecinos han expresado que se redujo mucho el tiempo de sus traslados, es por eso que hablar de si las acciones del Gobierno de la CDMX estuvieron mal “depende de quién lo vea, yo bióloga no lo veo bien, pero también es algo que le está ayudando a mejorar la calidad de vida”, comentó Lesly de Horti Sativa.
Otro factor es que “debido al incremento de población se ha provocado una necesidad urbana que prioriza el crecimiento de la actividad económica más que el cuidar, más que el limpiar”, agregó Diego Castaño del colectivo Atzin.
“Si al final termina beneficiando mucho a algunas personas no lo pongo en duda, pero creo que también es difícil evaluarlo porque cada quien tiene prioridades personales, para unos es el ambiente y para otros la movilidad”, añadió Álvaro Covacevich.
Cabe recalcar que tal y como lo subrayó Lesly Méndez “no es decir no toquen a la naturaleza, porque no somos padres protectores, simplemente si la vamos a utilizar tenemos que pensar más allá y hacerlo de forma sustentable”.
No obstante, el especialista en sistemas y recursos acuáticos y encargado de la restauración y la reubicación del humedal que se encontraba debajo del puente de Periférico Sur - Oriente, Alejandro Alva, explicó detalladamente a Infobae México el proceso con el que se buscó un equilibrio para no afectar al 100% el ecosistema.
Respecto a esta situación, el diputado Royfid Torres expresó que “lo que se debió de haber realizado en esa zona era recuperar la parte del humedal que se encontraba en muy mal estado por la contaminación, por descuido y por falta de atención para incidir en el problema de la contaminación del aire”.
Sin embargo, el Dr. Alva argumentó que cuando él llegó al lugar ya se encontraba lleno de tezontle, entonces tuvo que idear -a través de una serie de estudios- cuál era la mejor alternativa considerando que la obra no se iba a detener, que la gente se encontraba molesta y que había un humedal que estaba siendo amenazado.
Asimismo, se iba a intervenir un área natural protegida y un sitio Ramsar, lo cual implicaba más desafíos sociales y ambientales. La solución fue aprovechar los recursos y la maquinaria que ya se encontraba operando en el lugar para restaurar el cuerpo de agua que estaba en muy malas condiciones.
Entonces de una “perturbación se obtuvo un ecosistema degradado con una a intervención que permitió hacer una rehabilitación. Todo el suelo que estaban quitando lo mandamos al Museo Nacional del Ajolote y ya tenemos este humedal nuevo, mandamos al parque Cuitláhuac y ya tenemos nuevos lagos, entonces ¿se perdió este pedazo? no, sólo se perdió el pedazo de humedal que estaba lleno de eucaliptos y se modificó para bien¨.
El biólogo especificó que en los nuevos ecosistemas ya hay nuevas especies, incluso, algunas que ya habían desaparecido. De igual manera “las especies de antes ya están apareciendo y están regresando al lugar”.
Recalcó que los esfuerzos y las preocupaciones del Gobierno por asegurarse de que hubiera un buen manejo de la zona se debieron, en parte, a las exigencias y la organización de la sociedad. Aunque el especialista en cuerpos acuáticos también destacó que el objetivo es ir mejorando los procesos de conjunción entre el medio ambiente y el progreso.
“No veo más puentes cruzando humedades, pero si veo más humedales debajo de los puentes y al final, ya tenemos cuatro diferentes humedales gracias al sistema (ancestral) y tradicional xochimilca”, aseguró.
Se debe seguir luchando y sobre todo, exigiendo al gobierno que “los beneficios de cualquier obra, de cualquier infraestructura, sean comparados con el beneficio de preservar el medio ambiente. Todo debe de ir encaminado al beneficio de todos, no únicamente a una pequeña parte de la población”, sostuvo el funcionario Royfid Torres.
Pequeñas acciones, grandes cambios
Finalmente, es necesario cambiar la relación que tiene el gobierno y la sociedad con la naturaleza y en este caso, con los humedales, pues tal y como lo señaló la senadora Verónica Delgadillo “no va a haber justicia social sin justicia ambiental, los primeros que van a sufrir desabasto de agua ¿quiénes van a ser? los que menos tienen, ¿quiénes son los primeros que van a sufrir los problemas del aire? los que no puedan tener acceso a servicios de salud”.
Todas y todos desde sus trincheras y desde sus posibilidades pueden aportar a la concientización ambiental. En este caso, la legisladora junto con su equipo, recientemente impulsaron una iniciativa que busca “que se entienda qué es el carbono azul, que se implemente la protección de los ecosistemas costeros, humedales, manglares, etc., en el plan de acción climática nacional y que se designen recursos para su cuidado.
Es importante subrayar que el proyecto también tiene alcance local, pues el diputado Royfid Torres compartió que es elemental “escuchar a la ciudadanía para crear ejercicios de sinergia y convertirlos en más iniciativas que puedan resolver los problemas de fondo y lograr puntos de acuerdo”.
Por su parte, el colectivo Horti Sativa y el grupo chinampero Atzin se dedican a proyectos socioambientales que buscan contribuir a que la sociedad entienda y aprenda la importancia de la naturaleza y el cuidado de ésta.
Asimismo, se encuentra Alonso Flores, uno de los tantos productores de Xochimilco que a pesar de las adversidades sigue luchando por sus tierras, sus cultivos y su herencia cultural e histórica, pues “es algo único, muy valioso que dejaron nuestros antepasados, y lo mínimo que podríamos hacer es rendirnos, vender las tierras y ya, pero queremos conservarlas a pesar de que a veces el trabajo para sacarlas adelante sea inmenso. El campo es algo muy bonito”.
El mensaje es claro: si los humedales están en riesgo, la producción de alimentos, la calidad del aire y la resiliencia de la Ciudad de México también.
Y tal y como lo afirmó la senadora: “Necesitamos la corresponsabilidad, trabajar en equipo para poder hacerle frente a las adversidades ambientales. Es un asunto que a todas y todos nos compete”.
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