Este 2 de marzo será el llamado Miércoles de Ceniza, una tradición de la iglesia católica que marca el inicio de la temporada de Cuaresma, un período que dura 40 días y tiene el objetivo de exhortar a los creyentes a reflexionar en sus acciones y mejorar su modo de vida conforme a los principios religiosos.
De acuerdo con la Universidad Católica de La Plata, este ritual se ha llevado a cabo desde finales del siglo II. Se trata de una fecha que hace referencia al tiempo que Jesús pasó en el desierto, se caracteriza por “promover el ayuno, la abstinencia, el recogimiento, la oración y el examen de conciencia de los cristianos que quieran purgar sus pecados y acercarse a la pulcritud moral de la Iglesia”.
Cabe destacar que esta costumbre tiene sus orígenes en la religión judía, puesto que la ceniza era un símbolo muy importante para ellos que representaba la vida y el arrepentimiento de los pecados. El especialista Daniel Delgado recalca que “los judíos se cubrían el cuerpo con ceniza para demostrar que intentaban acercarse a Dios y por eso, la costumbre fue adoptada por los cristianos, pero de una forma distinta a la actual”.
Al principio era una actividad única de los creyentes que iban a realizar el llamado “sacramento de la reconciliación” o “sacramento de la confesión”. Esta práctica constaba de cubrir el cuerpo de las personas de ceniza para que después vistieran un atuendo llamado “ropa de penitencia”. Se trataba de un vestido sencillo que simbolizaba su compromiso. No obstante, para el año 384 d.C. se convirtió en una práctica general para todos los cristianos que así lo quisiesen.
Hoy en día sólo es necesario que las autoridades católicas coloquen una cruz de ceniza en la frente de las personas mientras repiten frases como: “polvo eres y en polvo te convertirás” o “conviértete y cree en el evangelio”. La misma fuente detalla que la ceniza con la que se realiza el ritual cristiano “se obtiene de la quema de las palmas del último Domingo de Ramos, acto que también guarda un gran simbolismo para los creyentes”.
Una de las obligaciones de los participantes es que durante el Miércoles de Ceniza, al igual que todos los viernes previos al Domingo de Resurrección, se tiene que practicar la abstinencia (desde los 14 años) y el ayuno (desde los 18 y hasta los 53).
Otra de las tareas de esta costumbre consiste en no consumir ningún alimento con carne y, debido al ayuno, sólo se debe realizar una comida en todo el día. El objetivo es fortalecer la fe de la persona y demostrar su devoción al hacer este tipo de sacrificios, los cuales son una muestra de arrepentimiento y de las intenciones por acercarse a Dios.
También se trata de un tiempo especial para reflexionar acerca de la fragilidad de la vida y por lo tanto, de la cercanía de la muerte. De esta forma se incita a los creyentes a entender la importancia y la necesidad de comportarse de buena manera para poder entrar al cielo y “vivir eternamente en paz y alegría”.
Es importante mencionar que la Cuaresma dura 40 días porque es un número muy simbólico y representativo en la biblia, ya que, según la creencia, Dios envió un diluvio que tuvo la misma duración, de igual forma fue el tiempo que el pueblo de Israel estuvo en Egipto (40 años) y que Jesús se fue al desierto (40 días).
Finalmente, el Miércoles de Ceniza nació para marcar el inicio de un período en el que se medita acerca de la vida, la muerte, el bien, el mal, la fe, la humildad y el agradecimiento.
SEGUIR LEYENDO: