Sin duda, Texcoco es uno de los 125 municipios más destacados del Estado de México (EDOMEX), pues gracias a su gran historia, su desarrollo cultural y social se ha posicionado como uno de los destinos preferidos de varios mexicanos. El nombre viene del náhuatl Tlacolt que significa “jarilla” (una planta que brota en terreno llano) y Texcalli que quiere decir peñasco o risco. La traducción da como resultado: “En la jarilla de los riscos”.
Este lugar no sólo alberga espacios como el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario o la Universidad de Chapingo, también destaca por eventos y festividades famosas como la Feria Internacional del Caballo que se instala cada año en épocas de Semana Santa. Se trata de una importante y esperada exposición artesanal, industrial, agrícola y ganadera donde hay juegos mecánicos, palenques, teatro, entre muchas cosas más.
Asimismo, está la Feria Nacional de la Cultura Rural que organiza la Universidad de Autónoma de Chapingo, donde participan los 32 estados de la República Mexicana para exhibir artesanías, música, danza y su gastronomía regional. De acuerdo con el Sistema de Información Cultural del EDOMEX “es uno de los encuentros culturales más importantes no solo de esta institución sino también de la región, pues permite apreciar la gran variedad de culturas del país”.
La historia de cómo se fundó este municipio es muy antigua y aunque según el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), actualmente no hay una fecha exacta del establecimiento de los primeros grupos humanos en Texcoco “es probable que éstos hayan sido de origen teotihuacano o tolteca”.
Por otro lado, en los códices Xólotl, Tolotzin y Quinatzin se detalla que los primeros fundadores pertenecieron a un grupo chichimeca “que al llegar a la cuenca de México se estableció en la provincia que los mexicas llamaron Acolhuacán”. El tlatoani Acolmiztli-Nezahuacloyotl fue uno de los líderes principales y más representativos de este territorio que se ubica al nororiente de la Ciudad de México.
El sitio Noticonquista del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM recalca que Texcoco era una de las ciudades más ricas e importantes del Valle de México. De hecho, fue por este motivo que, junto con Tenochtitlan y Tacuba, mejor conocidos como la Triple Alianza, lograron tener el control de los numerosos pueblos que habitaban en lo que hoy se conoce como área metropolitana.
Debido a la fertilidad de la tierra y a la cercanía con los sistemas lacustres de aquel entonces, se caracterizaban por su gran riqueza natural que les permitió alcanzar desarrollo en varios sentidos. Con la llegada de Hernán Cortés comenzó la desestabilización política y el príncipe Ixtlilxóchitl fue un elemento central en ese proceso, ya que traicionó a los texcocanos y entregó a su hermano, el tlatoani Cacamatzin, a los españoles a cambio de más poder.
La revista Arqueología Mexicana del INAH indica que desde este hecho, el ejército europeo tomó la ciudad y fue desde ahí “donde Hernán Cortés planeó el contraataque a Tenochtitlan”. Una vez que se consumó la Conquista, el municipio fue relegado a segundo plano. El INAFED apunta que se “desarrolló en forma lenta y no fue hasta después de la independencia, que Tezcoco volvió a relucir por su importante producción agropecuaria”.
Cabe destacar que, por decreto del primer gobierno estatal, el 4 de enero de 1827 se designó a este territorio como la segunda capital del Estado de México. Hoy se conservan varias tradiciones como las fiestas populares dedicadas a los Santos Patrones de diversas comunidades.
De igual manera, se encuentra el festival del Rey Poeta Nezahualcóyotl, en el que se presentan obras de teatro y conciertos de grupos nacionales. Finalmente, el municipio se extiende en una superficie de 432.61 km² y según el último censo del INEGI cuenta con un total de 277 mil 562 habitantes, de los cuales el 48.6% hombres y el son 51.4% mujeres.
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