En la mañana del 28 de febrero, Juan Carlos Brito Morán, excandidato a regidor por el Partido Acción Nacional (PAN) fue asesinado en la zona turística de Acapulco, en Guerrero.
Reportes extraoficiales señalaron que el crimen se cometió alrededor de las 07:30 horas, cuando el también empresario fue acribillado en el acceso a un gimnasio localizado sobre la costera Miguel Alemán, en la zona del Acapulco Dorado.
Esto, apuntan los testimonios, derivó de una persecución protagonizada por al menos dos sujetos armados que acribillaron al panista cuando éste intentó ingresar al recinto para escapar de sus victimarios.
El acto fue confirmado y condenado por el dirigente nacional de la bancada, Marko Cortés, quien adjudicó el homicidio a la ola de violencia por la cual atraviesa el país y la cual, afirmó, “el gobierno no tiene idea de cómo resolverlo”.
“México atraviesa una ola de violencia con el crimen organizado involucrado y el gobierno no tiene idea de cómo resolverlo. Condenamos el asesinato de Juan Carlos Brito, quien fuera delegado del CDE en Guerrero. Exigimos una investigación, este hecho no puede quedar impune”.
Asimismo, la militancia publicó un comunicado en donde refrendaron el llamado a una indagación, tanto a nivel estatal, como federal, para dar con el paradero de los responsables.
De igual modo, responsabilizaron al Gobierno Federal, encabezado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de “no tener un plan concreto para devolver la paz al país”.
Bajo ese mismo sentido, el grupo político también se unió a las condenas por la masacre de 17 personas perpetradas en un domicilio de San José de Gracia, en Michoacán.
“La mulitejecución, indicó, demuestra con total claridad que la estrategia de ‘abrazos no balazos’ es un rotundo fracaso”.
De acuerdo con reportes extraoficiales, las víctimas presuntamente habían acudido a un funeral, sin embargo el evento fue interrumpido por el comando de sicarios. De esa manera, los asistentes habrían sido formados afuera de un domicilio para proseguir a su ejecución a plena luz del día y frente a varios testigos.
Además, se señaló que los delincuentes portaban fusiles de largo calibre y ostentaban de equipo táctico y varios vehículos, desde los cuales habrían perpetrado el asesinato.
Tras la denuncia, personal federal de seguridad se desplazó al lugar para asegurar el perímetro y permitir los trabajos de la FGE. Actualmente, elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano estarían resguardando la calle y el domicilio.
A través de un comunicado, las autoridades tanto estatales como federales confirmaron el arranque de la búsqueda de los presuntos cuerpos de las víctimas.
No obstante, López Obrador negó que la Fiscalía General del Estado (FGE) haya identificado cuerpos tras el enfrentamiento.
En su conferencia matutina, el Jefe del Ejecutivo aseguró que el órgano aún no cuenta con información que pudiera comprobar la presunta masacre: “La Fiscalía de Michoacán no nos ha enviado información”.
Afirmó que las investigaciones sólo han dado indicios de un enfrentamiento, así como el hallazgo de “unos restos” ajenos a las víctimas señaladas en medios de comunicación y en plataformas digitales. A pesar de ello, no quiso señalar una presunta manipulación del clip difundido.
SEGUIR LEYENDO: