A dos años de la llegada del COVID-19 a México: los números de la pandemia

Este mes se cumplirán dos años de la llegada del COVID-19 a México y muchas cosas han cambiado desde aquel febrero de 2020 cuando la normalidad de los más de 100 millones de habitantes del país cambió drásticamente de un día a para otro debido a la presencia del virus Sars-CoV-2.

El primer caso registrado en México se dio el 27 de febrero de 2020, la pandemia fue declarada el 20 de marzo y ya para el 1 de abril del mismo año se había anunciado una fase de emergencia en el país por la crisis sanitaria. De pronto se volvió normal ver a gente con cubrebocas; escuelas, establecimientos y centros de trabajo cerraron para evitar contagios, los hospitales comenzaron a saturarse y el oxígeno a escasear.

Durante los casi 730 días que llevamos en pandemia, los números han cambiado constantemente por distintos factores como la presencia de nuevas variantes del virus como la Delta u Ómicron, el avance en el campañas de vacunación e incluso la reactivación económica de varios sectores del país, no obstante, aún las expectativas sobre el curso de la pandemia se mantienen en un hilo de incertidumbre para las y los mexicanos.

Un día antes de haber declarado el inicio de la pandemia en el país, el Gobierno de México a través de la Secretaría de Salud comenzó a emitir informes técnicos sobre el avance y panorama del COVID-19 en México y de este modo, se comunicó que el 19 de marzo de 2020 ya existían 164 casos positivos, 921 negativos y 448 sospechosos en territorio mexicano.

El escepticismo de la población mexicana y la necesidad de seguir saliendo a cumplir con sus actividades laborales incrementaron de forma acelerada los contagios, principalmente en la capital, por lo que ya para el 28 de abril de 2020 había en México 16 mil 752 casos confirmados y el número seguía en aumento.

A un ritmo acelerado, el semáforo epidemiológico fue cambiando a color rojo los 32 estados del país y para atender la emergencia sanitaria la Secretaría de Salud dispuso a lo largo y ancho del país de 610 hospitales y 11 mil 634 camas disponibles en la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave), si bien no todos los casos de contagios necesitaron ingreso a terapia intensiva, ya para finales de 2020 e inicios de 2021 la Ciudad de México registró una ocupación hospitalaria del 85%, seguida por entidades como el Estado de México con el 78% y Baja California con el 71%.

El 18 de marzo de 2020 se informó de la primera defunción por COVID-19 en el país, desafortunadamente con el mismo ímpetu con el que aumentaban los contagios, miles de familias mexicanas enfrentaron el deceso de seres queridos, amigos y conocidos por complicaciones de esta enfermedad.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud señaló que hasta la fecha en la que se escribe esta nota México reportó un total estimado de 330 mil 757 defunciones acumuladas.

Aunque desde un inicio se advirtió que el virus Sars-CoV-2 era sumamente agresivo para el ser humano, muchos de los casos se llegaron a complicar debido a que los pacientes padecían enfermedades crónicas; el Conacyt reporta que el 12.9% de las personas fallecidas sufría hipertensión, el 10.68% obesidad, el 9.72% diabetes y el 5.96% tabaquismo.

El alto número de muertes en México llevó a la Universidad Johns Hopkins a catalogarlo en 2021 como el segundo país con mayor letalidad del mundo. Las cifras de la universidad estadounidense obtenidas en enero de 2021 indicaron que 8.5 personas fallecieron por cada 100 que se contagiaron del virus, superando los índices de mortalidad de países como Reino Unido, Brasil, Estados Unidos e India.

Entre la frustración del encierro y la angustia por la llegada de nuevas variantes más agresivas y contagiosas del COVID-19, un rayo de esperanza surgió con la intención de terminar con la pandemia: las vacunas.

Aunque normalmente se necesitan años de estudio y pruebas para avalar cualquier tipo de inyección en contra de algún virus, la emergencia sanitaria puso a trabajar incansablemente a miles de científicos que buscaban el antídoto adecuado para detener al virus Sars-CoV-2 y con ello los contagios y defunciones alrededor del mundo.

De este modo, en menos de 10 meses el concepto de una vacuna pasó a la realidad y para diciembre de 2020 en México comenzó la inoculación del personal médico que había enfrentado en primera línea la pandemia durante más de medio año.

Las primeras vacunas en arribar a territorio mexicano fueron las de las farmacéuticas Pfizer-BioNTech y CanSinoBio, aunque posteriormente también llegaron la vacuna de AstraZeneca, la rusa Sputnik V, la china Sinovac y las estadounidenses Janssen y Moderna. Durante 2021 llegaron a México aproximadamente 179 millones 63 mil 50 dosis completas.

De acuerdo a datos oficiales del Gobierno de México, el país comenzó el 2022 con un total de 81 millones 916 mil personas vacunadas en contra del Covid-19. De ese total, 72 millones 849 mil 124 cuentan con esquema completo, que equivale al 89%, y 9 millones 067 mil 271 recibieron su primera vacuna, correspondiente a 11%.

En total, hasta el 22 de febrero de 2022 se habían suministrado 179 millones 274 mil 307 biológicos en las 32 entidades federativas desde el 24 de diciembre de 2020. El informe de la Secretaría de Salud también muestra que han recibido la vacuna de refuerzo 9 millones 55 mil 915 personas mayores de 60 años; 11 millones 656 mil 810 de 40 a 59, y tres millones 969 mil 467 de 30 a 39.

El avance en la campaña de vacunación contra el COVID-19 en México ha permitido que poco a poco la sociedad retome su vida y actividades cotidianas, no obstante, es necesario recordar que no somos un ente aislado de lo que sucede alrededor del mundo.

La desigualdad en la distribución de las vacunas ha influido en el desarrollo de nuevas variantes del virus, como sucedió con el caso de Ómicron. Aunque afortunadamente se comprobó que las vacunas siguen siendo eficientes contra esta nueva cepa, su alto nivel de transmisibilidad disparó de nuevo los números de contagios en el país.

Muchas son las lecciones que la pandemia de COVID-19 ha dejado en el mundo y pese a que es necesario traducir este fenómeno en cifras para poder llevar un registro que nos ayude a su combate, no hay que olvidar que detrás de cada número hay una historia y un nombre de mexicanos y mexicanas que fueron víctimas de este peculiar virus.

La pandemia aún no termina y aunque el panorama a futuro aún es incierto, se espera que con el pasar de los días la cosas vayan tomando su lugar. No volveremos nunca a aquella normalidad de años previos al 2020 pero sí podemos aprender a vivir en una nueva cotidianidad tomando en cuenta todo el aprendizaje y huellas que el COVID-19 dejó a su paso.

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