El día 23 de febrero de 2022, con 68 votos a favor, 28 en contra y dos abstenciones, aprobamos en lo general el dictamen que reforma la Ley General de Partidos Políticos y la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para lograr un mejor uso de los recursos públicos destinados a los partidos políticos.
Durante la pandemia el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) le negó a nuestro partido Morena, devolver 200 millones de pesos para la adquisición de vacunas.
Esta reforma tiene como finalidad que los partidos políticos puedan regresar los recursos a la Federación, sin necesidad de que el Consejo General del INE autorice el retorno de las prerrogativas de los partidos. Además, se agregó que el recurso se podrá devolver a la Federación en caso de que ocurra un desastre natural como el sismo de 2017 y la pandemia de 2020 - 2021.
Hay que recordar la historia del financiamiento de los partidos políticos que se remontan a la presión ejercida por la ciudadanía a partir del fraude de 1988. Después de varios años de descontento e impugnaciones de la izquierda, se llevó a cabo la primera reforma en 1990 y se creó el Instituto Federal Electoral (IFE).
Pero quedó pendiente el tema del financiamiento de los partidos, ya que en ese tiempo todos los recursos del Estado se empleaban para financiar la campaña del partido oficialista, lo cual garantizó el triunfo absoluto hasta la reforma de 1996.
La reforma político electoral de 1996 se llevó a cabo bajo el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, en aquellas negociaciones en las cuales yo participé, recuerdo que el mismo Zedillo decía que no tenía llenadera el PRI en cada proceso electoral, ya que la totalidad de los recursos del Estado para las elecciones se usaban para el PRI. Fue cuando se estableció la fórmula de partidos para asignar financiamiento.
En ese tiempo, existía el PRI como partido de Estado, el PAN como partido de los conservadores y las izquierdas, las cuales en su mayoría se agrupaban en el nuevo partido que surgió en 1988 el PRD. Junto con la nueva figura de financiamiento de partidos, también llegó un enorme financiamiento para nuestras modernas instituciones electorales en cada entidad federativa.
Debemos recordar que el financiamiento de partidos garantizó que los recursos de las elecciones no fueran exclusivos para el partido oficialista. De ese modo, en 1997 la izquierda logró ganar la elección en la Ciudad de México. Enseguida, en el año 2000 se logró la alternancia política.
Después de la reforma de 1996, se planteó que los tiempos del Estado en los medios de comunicación se iban a usar para dar tiempo a los partidos. En ese entonces se debió de haber recortado los recursos desmesurados que tenían los partidos políticos, y también, se debió haber acortado los recursos del INE, que en un primer momento se requerían para construir una nueva plataforma democrática, pero después demostraron que no eran necesarios para ese fin.
La llegada de los recursos a los partidos y al INE sin duda, ayudó a que hubiera un modelo electoral más justo y democrático. Dejando atrás los tiempos del totalitarismo del PRI y del presidencialismo.
Sin embargo, con el paso de los años los puestos políticos que eran para la militancia se convirtieron en puestos para empleados, y los puestos del INE que debían ser objetivos y neutrales se volvieron rehenes de intereses ajenos al interés nacional.
De manera que las dirigencias de los partidos, los espacios públicos en el Consejo del INE, los institutos electorales de las entidades federativas y los tribunales electorales se convirtieron en espacios de poderes poco claros que terminaron por derrumbar la pluralidad y la neutralidad partidista que requiere cualquier democracia moderna.
En ese contexto nació nuestro movimiento, liderado por Andrés Manuel López Obrador. Nuestro movimiento fue reconocido como partido por el INE el 9 de julio de 2014.
Cuando comenzamos a ganar la mayoría electoral de forma contundente, los recursos que por fórmula se asignaron a nuestro partido fueron demasiado, lo que ninguno de nosotros nunca pensó.
Así que una de las primeras acciones de Morena fue renunciar a las prerrogativas del partido, pues esa cantidad de dinero es un dardo envenenado, que ya sabemos lo que hace, convierte militancias en empleados, y eso no lo necesitamos. Sólo necesitamos un compromiso con el pueblo y las luchas legítimas del pueblo soberano.
Por eso es tan importante ir a una gran reforma de fondo.
También por esa razón, los senadores de Morena estamos de acuerdo en que se haga está reforma político electoral, la cual muestra nuestro compromiso con el pueblo de México. Ya que lo más importante es que el dinero público y los recursos federales se utilicen, prioritariamente, para resolver los problemas urgentes de la nación.
*Senador de la República por el Estado de Zacatecas, en representación del partido Morena
SEGUIR LEYENDO: