Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán, habría gastado más de un millón de pesos, entre 2019 y 2020, en rentar la casa que fue propiedad de un alto ejecutivo de la empresa petrolera Baker Hughes, ubicada en el 1003 Oakshire In de Conroe, Houston.
Documentos revelados por el diario La Jornada incluyen el supuesto cheque expedido por la nuera del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el pasado 7 de agosto de 2019 para la pareja conformada por Keith y Lauren Schilling por una cantidad de USD 5 mil 600, lo cual representaría la renta de un mes.
El trató duró un año, lo cual equivale a una renta de USD 67 mil, equivalente a poco más de 1 millón 300 mil pesos. De acuerdo con un agente inmobiliario consultado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), los inquilinos debieron comprobar un ingreso mínimo del triple de la renta mensual para lograr arrendar la propiedad.
Para La Jornada, estos documentos evidencian que no existe ningún conflicto de interés en la operación, ya que se argumentó que pudo haber cedido de manera gratuita la casa. No obstante, estos documentos muestran lo contrario.
Sin embargo, para MCCI, que desde enero pasado lanzó esta investigación conjunta con LatinUs para argumentar supuesta corrupción entre el López Beltrán, el gobierno de México y Baker Hughes, posicionamiento que sostiene.
En una nota escrita por Verónica Ayala para esta organización ciudadana, se asegura que entre los documentos compartidos por el diario de circulación nacional no se incluyó la solicitud de arrendamiento, en la cual Adams tuvo que anotar la información de la empresa donde trabaja y las actividades que realiza.
Consultó los formatos que deben rellenarse en línea y, mencionó Ayala, “de las 20 páginas de que constan ambos documentos, La Jornada sólo difundió una hoja de la que fueron tachadas con tinta negra los nombres del bróker y del agente”.
La página dos de la solicitud debió incluir los siguientes datos de Carolyn: quién fue su empleador, domicilio de su lugar de trabajo, nombre de su superior inmediato, teléfono, ingresos mensuales y su cargo en ese empleo, pero no fue compartida.
Tampoco se habría difundido la página en la que aparecen los ocupantes de la vivienda en aquel momento, o sea la pareja Schilling. Por ello, solicitaron la opinión de agentes de bienes raíces en Texas, quienes le aseguraron a la organización que tuvo que haberse firmado el documento de solicitud de arrendamiento, en el cual se incluye toda la información de los futuros inquilinos.
Esta situación puso en duda las versiones que Schilling y Adams dieron a conocer, en las que afirmaron que ninguno tenía conocimiento de quién era la arrendadora y el arrendatario. “Al rentar la propiedad tuvo que llenar el documento de solicitud de arrendamiento, en el cual debes poner toda la información de los futuros inquilinos”, dijo un agente.
Asimismo, la operación tuvo que haber incluido un formato de solicitud de renta por parte del agente inmobiliario, que se debió ser llenado por adulto mayor de 18 años que vaya a vivir en la casa. Posteriormente se realiza la investigación de antecedentes no penales e historial crediticio.
Una vez culminado todo, y se haya decidido aceptar a los nuevos inquilinos, pasarían a la firma del contrato entre ambas partes (también deben anotarse los nombres de arrendador y arrendatario) y, finalmente, realizar un depósito para proceder a habitar el domicilio.
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