Este viernes 18 de febrero, se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger (SA), fecha que se celebra desde 2007. La fecha coincide con el aniversario de nacimiento del psiquiatra austriaco Hans Asperger, quien describió por primera vez este síndrome, que según los criterios actuales de diagnóstico, se identificaría bajo la denominación de “trastorno del espectro del autismo (TEA) sin discapacidad intelectual asociada”.
Hans Asperger identifico un comportamiento similar y poco frecuente en un grupo de niños a los cuales describió de la siguiente manera: “Estos niños presentan a menudo una sorprendente sensibilidad hacia la personalidad de sus profesores (…) Pueden ser enseñados, pero solamente por aquellos que les ofrecen una comprensión y un afecto verdaderos, gente que les trata con cariño y también con humor (…) La actitud emocional subyacente del profesor influye, de modo involuntario e inconsciente, en el estado de ánimo y comportamiento del niño”.
A pesar de que sus estudios fueron publicados en el año de 1943, no sería hasta la década de los años 90 que sus notas y descripciones tomaron valor para los estudiosos del autismo y enfermedades neurológicas en general.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Es una condición neurobiológica congénita, o sea, se nace con ello, y el cerebro de la persona que lo padece percibe e interpreta el mundo y sus relaciones de manera diferente, es por ello que interactúan con el mundo que los rodea de manera distinta. La forma diferente en que perciben el mundo, les permite tener habilidades en ciertas áreas, a veces bastante sobresalientes, sin embargo, también hace que se les compliquen otras.
El principal problema de las personas que tienen el Síndrome de Asperger es la forma en que se relacionan con otros individuos, o sea, las relaciones sociales. Relacionarse suele ser algo intuitivo para la mayoría de las personas neurotípicas, es decir, todas aquellas personas que no están dentro del espectro autista, a diferencia de las personas con Asperger, que tienen bastantes dificultades para relacionarse y compensa aprendiendo de manera racional, intelectual.
El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que presenta rutinas y comportamientos repetitivos tales como agarrar objetos obsesivamente. Además, quienes lo padecen se caracterizan por estar aislados debido a sus malas habilidades sociales y pocos intereses.
Las personas con este síndrome son muy inteligentes y a pesar de sus alteraciones llegan a terminar una carrera profesional, con un desempeño académico alto, entablan relaciones de pareja y amistad, es decir, hacen una vida casi común.
Otro de los problemas que tienen quienes padecen el SA es que su rostro, todo el tiempo expresa seriedad. El síndrome de Asperger tiene causas multifactoriales que incluyen aspectos genéticos y perinatales. Es un trastorno psiquiátrico caracterizado por problemas mentales y conductuales que forman parte del espectro autista.
El diagnóstico del Síndrome del Asperger es relativamente reciente, y los primeros en descubrir y estudiar a niños con estas características, fueron Leo Kanner y Hans Asperger, en el año de 1944. Sin embargo, es hasta 1994 que la Asociación Americana de Psiquiatría reconoce el Síndrome de Asperger (Asperger Disorder) como parte de los Trastornos Generalizados del Desarrollo, dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV 1994).
En el 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la clasificación de Síndrome de Asperger y lo incluyó como parte del Trastorno del Espectro Autista, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su versión V (DSM-V).
Según la clasificación de dicha Asociación, expresado en el DSM-V, el Trastorno del Espectro Autista incluye tres niveles de severidad, dependiendo de la necesidad de ayuda que requiera la persona, por lo que el Síndrome de Asperger corresponde al Trastorno del Espectro Autista (TEA) nivel 1.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11, mayo 2018) desaparece el Síndrome de Asperger y los Trastornos del Espectro Autista quedan incluidos dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo. Por lo tanto, aún no se ha determinado si el autismo de alto funcionamiento difiere del SA y, si es así, de qué manera.
Tanto el SA como el autismo implican diferencias neurobiológicas en cómo se procesa e integra la información. Según información difundida por el portal asperger.org.mx, en México, uno de cada 115 niños se encuentra dentro del espectro autista.
SEGUIR LEYENDO: