La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) confirmó el hallazgo de tres de cinco personas que fueron “levantadas” por comandos de sicarios que ingresaron a Caborca para causar terror entre la población durrante la madrugada del pasado 15 de febrero.
De acuerdo con la información compartida por la dependencia, fue durante la mañana de este 17 de febrero cuando encontraron con vida a Sebastián Manríquez Verdugo, hijo de locutor y periodista Sebastián Manríquez, de 23 años.
Horas más tarde, la dependencia informó sobre la localización de Eduardo Alejandro Uribe, quien, según la página de Facebook de Jóvenes Buscadores de Sonora, fue sustraído de un domicilio, junto con Manríquez Verdugo, cerca de las 3 de la mañana del pasado miércoles 16 de febrero.
Con estos dos rescates, ya se reportaron tres personas localizadas. Sobre la primera, la Fiscalía de Sonora no ha emitido ninguna declaración, ni ha otorgado detalles sobre quién es o si fue encontrada con vida.
Aunque las autoridades registraron cinco secuestros, y señalaron que sólo se han recibido cinco denuncias de secuestro, la organización no gubernamental de Sonora destacó que se trataría de por lo menos nueve personas privadas de la libertad después de la violenta jornada que vivió Caborca durante la madrugada del 15 de febrero y las primeras horas del 16.
En ese lapso se reportó el ingreso de un convoy de sicarios que, presumiblemente, se trataría de un brazo armado del Cártel de Sinaloa. Además, hubo fuertes balaceras que se prolongaron durante varias horas, así como asesinatos y “levantones”.
En entrevista para Infobae México, concedida momentos antes de registrarse estos hechos, el alcalde de Caborca, Abraham Mier, aseguró que los hechos de violencia iniciaron alrededor de las 23:00 horas, cuando varias camionetas ingresaron al municipio a alterar el orden. “Entró este grupo de fuera, aquí y no sabemos qué pretenden o qué, estaba muy tranquilo, teníamos cinco, seis meses de tranquilidad y ahora este grupo que está entrando”, dijo.
Asimismo, afirmó que los presuntos delincuentes irrumpieron en varios domicilios, realizaron disparos contra fachadas de viviendas y se llevaron a un grupo indeterminado de pobladores. Añadió que algunos familiares temen represalias y por ello no han denunciado públicamente, por lo cual no se ha establecido el saldo reciente.
Finalmente, debido a esta insostenible ola de violencia que se registró, Mier implementó un toque de queda a partir de las 22:00 horas, por lo que exhortó a la ciudadanía a cumplirlo, introducirse en sus hogares y suspender todas las actividades.
“Pensando en la seguridad de los caborquenses hemos tomado la decisión de suspender todo evento deportivo este día e invitamos a los negocios locales a cerrar a las 10 pm. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para garantizar la seguridad en nuestro municipio”, declaró el funcionario desde sus redes sociales.
La FGJES informó tiempo después que, además de los secuestros, dos personas fueron asesinadas, de las cuales una ya fue identificada a través del registro obtenido por sus antecedentes penales.
Después de atendidos estos atentados, ese mismo 16 de febrero, en la Mesa de Seguridad, se acordó incrementar el Estado de Fuerza de Sedena, Guardia Nacional y Policía Estatal en la zona, corporaciones que permanecerán de manera indefinida para la tranquilidad de los habitantes de Caborca.
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