El pasado miércoles se informó sobre la muerte de una mujer que era buzo certificado en el Acuario Inbursa, uno de los más grandes del mundo, propiedad del empresario más rico de México, Carlos Slim Helú. El mismo acuario informó que la mujer, de nombre Monserrat, realizó una maniobra cotidiana de inmersión en las instalaciones, con los protocolos de seguridad establecidos, sin embargo, presentó dificultades para salir, y pese a recibir atención inmediata, perdió la vida.
Por medio de un comunicado, se informó que “al percatarse que Monserrat presentó dificultad para salir a la superficie, inmediatamente se activó el protocolo de emergencia: intervino personal capacitado para dicha maniobra en colaboración con servicios médicos de emergencia”.
Luego de esto, tras proporcionarle los primeros auxilios, se trasladó al hospital para recibir atención médica, sin embargo, pese a los esfuerzos del equipo médico, Monserrat perdió la vida.
El Acuario Inbursa, como ya se comentó, es propiedad del hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, quien en la actualidad tiene 82 años y quien cuenta con una fortuna que se estima en USD 55 mil 930 millones. El empresario es dueño de diversas empresas, que con el tiempo se han vuelto en algunas de las más importantes del país, como Grupo Carso, Inbursa, Telmex y América Móvil.
El Acuario Inbursa abrió sus puertas al público en 2014, para ser exactos, el 11 de junio de ese año, bajo el concepto de Edutainment (educación+entretenimiento). Esto, con la finalidad de que los asistentes vivieran una educativa y divertida experiencia, desde el fondo del océano hasta la fría Antártida. En el Acuario se encuentran 14 mil ejemplares de más de 350 especies, entre las que destacan algunos tiburones, caballitos de mar, tortugas, cocodrilos, pirañas, medusas, corales y pingüinos, entre otros.
Dichos animales se pueden apreciar en 48 exhibiciones diferentes, en un área de 3 mil 500 metros cuadrados, repartidos en una estructura de cuatro niveles subterráneos. Lo que inspiró a la construcción del gran Acuario Inbursa fue el grave deterioro de los ecosistemas marinos y de la necesidad de concientizar a sus visitantes en ayudar a la conservación del mundo marino, pues este no solamente es un centro de exhibición, sino un centro de conservación.
También existe un Acuario Interactivo, que se encuentra en el primer piso de Plaza Carso, en donde está ubicado, en la exclusiva zona de Polanco, en la Ciudad de México. Es una propuesta para que los visitantes de cualquier lugar descubran el mundo acuático a través de una educativa e interactiva experiencia por medio de siete salas: Océanos, Laboratorio, Corales, Zona Abisal, Zona T.A.P. (Toca, Aprende y Protege), así como una sala donde se presentarán exhibiciones temporales.
El Acuario Inbursa cuenta con un sólido programa de conservación de diferentes especies marinas en peligro de extinción, en su manejo y reproducción en cautiverio. Un grupo de especialistas en acuarística conforman el Centro de Conservación (CECONSE) del Acuario Inbursa, donde se encargan de analizar el agua de las exhibiciones para su adecuado funcionamiento, preparar las dietas específicas de cada especie y supervisar las cuarentenas, además de su reproducción.
Para la construcción del acuario se llevó agua del Golfo de México y arena de Florida. Su construcción costó unos 250 millones de pesos. Es el acuario más grande de toda América Latina. Sus tanques tienen una capacidad de agua de un millón y medio de litros, y es uno de los 10 más grandes del mundo.
El acuario Inbursa se encuentra frente al Museo Soumaya, Museo Jumex y Teatro Telcel. Según el propio sitio web del sitio, dice que tiene la misión de inspirar pasión por la vida marina y su visión es crear protectores del mundo marino.
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