La narcoguerra en Colima ha obligado al refuerzo de fuerzas de seguridad, quienes han desplegado más de 3 mil 600 agentes en el estado y con lo cual detuvieron a media centena de supuestos delincuentes en una semana.
Indira Vizcaíno, gobernadora de la entidad, reconoció que la ola de violencia derivó de la disputa entre bandos criminales que actuaban como aliados, de ahí que dependencias federales enviaron a 615 uniformados adicionales a los que ya operaban para salvaguardar a los pobladores.
Se trata de 224 agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), 320 de la Guardia Nacional, así como 71 de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar). Todos arribaron tras reuniones de secretarios que conforman el Gabinete de Seguridad federal.
Permanecerán en nuestro estado para que las y los ciudadanos de bien estén seguros y su vida cotidiana no se vea afectada
Previamente, la titular del Ejecutivo estatal había contabilizado a 600 agentes de la Guardia Nacional, 350 soldados, otros 350 marinos y 675 policías de Colima para hacer frente a la narcoguerra.
Se ha continuado con labores de inteligencia y también se ha mantenido la instalación y operación de filtros de revisión itinerantes en distintos puntos del estado
Fuentes consultadas por Infobae México precisaron que los arrestos se intensificaron desde el pasado 10 de febrero y en seis días se acumularon 54 aseguramientos por diversos delitos, entre ellos, los correspondientes a la delincuencia organizada que mantiene en vilo a colimenses.
Manuel Llerandi Ruiz, secretario de Seguridad Pública, añadió en un mensaje emitido por la gobernadora que los filtros implementados han permitido revisar alrededor de 7 mil 500 vehículos y mil motocicletas, además del decomiso de cinco armas de fuego, 93 cartuchos y 29 automóviles.
La gran mayoría de los elementos estatales y federales que la gobernadora ha mencionado, se encuentran patrullando las calles y haciendo rondines las 24 horas del día
En su mensaje, Indira Vizcaíno aseguró que ha dado seguimiento puntual a la ola de inseguridad y que las revisiones son apegadas a la legalidad, por lo cual pidió la confianza ciudadana para enfocar esfuerzos. Mientras que el secretario de seguridad ubicó la mayoría de los operativos en la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez.
Hasta la tarde del reciente 16 de febrero sumaban 24 asesinatos y 11 detenciones de presuntos integrantes que se disputan el territorio, según la Fiscalía de Colima. De acuerdo con el recuento, se agregaron ocho homicidios dolosos del 11 al 15 de febrero, adicionalmente a los 16 contabilizados desde el día 7 del mismo mes. También fueron detenidos nueve personas más que se añaden al par de hombres capturados en cuatro días de enfrentamientos.
Según versiones de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, desde mediados de enero pasado se dio un rompimiento entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con viejos aliados conocidos como los Mezcales. Pero en la última semana trascendieron disputas del grupo del crimen transnacional contra la célula autodenominada Cártel Independiente de Colima, supuestamente encabezado por José Bernabé Brizuela Meraz, la Vaca, el Animal, y/o la Bestia.
Registros judiciales indican que Brizuela Meraz, la Vaca, colaboraba como jefe de plaza para el Cártel de Juárez y era encargado de coordinar embarques de droga en Manzanillo como en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, aunque desde principios de la década pasada se alió al CJNG.
Mientras que sus actuales rivales, los hermanos Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, el Chaparro y/o Chaparrito y José de Jesús Jarquín Jarquín, el R32, coordinarían el suministro de cocaína desde Colombia en el puerto de Manzanillo. De acuerdo con informes de la Administración del Control de Drogas de Estados Unidos, ellos tienen a su mando a César Enrique Díaz De León Sauceda, el Lobito, y Fernando Zagal Antón.
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