México destaca por ser un país megadiverso, pues de acuerdo con información de Gobierno federal, el territorio pertenece a un reducido y selecto grupo de “naciones poseedoras de la mayor diversidad de animales y plantas”. A lo largo y ancho de la República Mexicana se pueden encontrar diversas especies endémicas que habitan en los múltiples ecosistemas.
Asimismo, la Secretaría del Medio Ambiente apunta que el país alberga cerca del 10% de las especies registradas en el mundo y ocupa el primer puesto en número de reptiles, sin embargo, varios de los tesoros naturales que existen actualmente se encuentran amenazados por el turismo excesivo, distintos intereses económicos, la extensión de la mancha urbana, entre un largo etcétera. A continuación se presentan tres lugares que están atravesando una situación alarmante debido a estos factores.
1. Parque Nacional Arrecife Alacranes
Este lugar es una de las múltiples zonas sorprendentes del estado de Yucatán, se trata de un pequeño grupo de islas que se ubica frente al municipio de Progreso. Este parque resguarda una de las estructuras coralinas más grandes e importantes del Golfo de México, por tal motivo, desde el 6 de junio de 1994 se declaró Área Natural Protegida.
No obstante, a pesar de que cuente con esta etiqueta, los daños en el sitio a causa de la actividad del ser humano han significado el inicio del fin para este espacio natural. Entre los distintos problemas que aquejan al Parque Nacional de Arrecife se encuentran: la pesca ilegal, exceso de turistas que dañan considerablemente los ecosistemas, la contaminación a causa de las aguas residuales y la presencia de especies invasoras como el pez león.
En diversas investigaciones publicadas por organizaciones que defienden los ecosistemas marinos, se hace énfasis en que uno de los factores que han provocado el deterioro de la flora y la fauna tiene que ver con la falta de herramientas por parte de la sociedad y los gobiernos para garantizar la protección adecuada a los hábitats.
En un reporte que habla acerca del peligro al que se enfrentan los arrecifes en el Caribe, elaborado por los investigadores Jonathan Maidens y Lauretta Burke, se resalta que uno de los problemas más alarmantes es la presencia de embarcaciones que realizan actividades pesqueras en la zona, donde por supuesto, ningún tipo de pesca está permitida.
Asimismo, se ha indicado que los recorridos de estas embarcaciones coinciden con sitios donde “hay especies de interés comercial como el pepino de mar, la langosta y el caracol rosado”. Las alarmas se encienden cuando se toma en cuenta que el hecho de que un arrecife de este tamaño se encuentre en constante amenaza, significa su posible destrucción, situación que provocaría grandes impactos ambientales.
Es importante mencionar que los arrecifes son el hogar de miles de especies marinas, las cuales se encargan de mantener un equilibrio en los componentes y el funcionamiento de los mares; también sirven como barreras que protegen a diversas zonas de los fuertes oleajes que se provocan por las lluvias. De igual manera, se han hecho hallazgos que demuestran cómo estos espacios poseen propiedades medicinales que ayudan a varios animales.
A esta lista se le puede agregar la cuestión de que funcionan como un filtro de limpieza para el océano, de esta manera, los seres vivos pueden subsistir en un espacio “limpio”, a pesar de los millones de residuos que entran a diario al mar.
Miguel Rivas, doctor en ciencias biológicas menciona que “estos arrecifes suelen recuperarse de manera favorable si se les reducen sus factores de estrés como el turismo descontrolado o la pesca no sustentable. Estamos a tiempo de rescatar estos sitios y asegurar su futuro”.
Sin embargo, si no se llevan a cabo las estrategias necesarias para defender estos lugares, es muy probable que en pocos años la sociedad ya no pueda disfrutar de estos paisajes, pues el deterioró sería tal que no sólo afectaría a los animales marinos, también causaría impacto en todo el país.
2. Yum Balam
Yum Balam, en Quintana Roo, es otra de las llamadas Áreas Naturales Protegidas que se encuentran en alerta por la contaminación. Según datos del Gobierno federal, la zona destaca por ofrecer distintos servicios ambientales, entre los que figuran: “la regulación climática, la conservación de los ciclos hidrológicos, la fijación de nitrógeno, la formación de suelo, la captura de carbono, el control de la erosión, la polinización, el control biológico de plagas y la degradación de desechos orgánicos”.
Gracias a todos estos beneficios, se puede mantener en pie a múltiples especies y a la producción de bienes como: alimentos, agua, madera, combustibles, fibras, entre otros. Por todos estos factores, la amenaza a la que se enfrenta el sitio representa un gran problema para la sociedad mexicana.
Los conflictos a los que se enfrenta este lugar ubicado en Quintana Roo son muy similares a los del Parque Nacional, pues resaltan factores como la pesca ilegal y el exceso de turistas que generan grandes cantidades de basura y, por ende, contaminan los ecosistemas costeros cercanos, los cuales son una de las armas más poderosas para reducir los efectos del cambio climático, ya que, de acuerdo con el especialista Elías Camhaji, tienen la “capacidad de mitigar las emisiones anuales de dióxido de carbono de más de nueve millones de personas”.
La organización Fondo Mundial para la Naturaleza resalta que otra cuestión importante que deteriora y daña a Yum Balam es que, debido al incremento de la gente, la zona se ha llenado cada vez más de edificios y construcciones que representan una invasión a la reserva natural. Se trata de una motivación respaldada por intereses económicos.
Si se sigue dando prioridad al turismo, las especies y los beneficios que otorga este lugar se irán reduciendo al grado de “desaparecer paulatinamente por el descuido y el abandono humano”.
3. Lago Tláhuac-Xico
El lago de Tláhuac-Xico es uno de los pocos ecosistemas hídricos que se encuentran en la Ciudad de México. No obstante, investigadores y habitantes han denunciado que cada día se seca más esta zona. Este lugar, que en tiempos prehispánicos representó uno de los sitios más importantes, hoy está descuidado y se podrías decir que olvidado.
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apunta que el deterioro de este lago ha incrementado desde hace 10 años. En la lista de causas que han propiciado las condiciones actuales destaca la “apertura indiscriminada de pozos y el vertimiento de desechos”.
Se señala que ha habido una sobreexplotación de este lugar y que las autoridades no han dado el seguimiento adecuado a las condiciones del lago. Una de las cuestiones que más preocupa a la gente que ha visto la decadencia de este espacio natural, se encuentra la migración de aves, pues el ecosistema recibe cada año a pelícanos y alberga a patos, garzas y “otras especies nativas como zambullidores y gallaretas”.
La demanda del agua debido a la expansión de la mancha urbana ha propiciado que se le dé un mal manejo a los recursos que ofrece la zona. También se recalca que desde el sismo de 2017 se convirtió en un área de desecho de escombros, los cuales se han instaurado en las profundidades y han afectado seriamente a los microorganismos. Si no se ejercen acciones para intentar reestructurar este ecosistema, podría desaparecer en muy poco tiempo.
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