El escándalo por la casa y la vida opulenta que lleva en Houston, Texas, José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha provocado una intensa polémica en el país tras los intentos del mandatario por defenderlo.
Estas son siete claves del conflicto más difícil que le ha tocado sortear a López Obrador en poco más de tres años en el poder.
Reportaje revelador
El 28 de enero, un reportaje encabezado por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), reveló que López Beltrán y su pareja, Carolyn Adams, vivieron en 2019 en Houston, Texas, en una propiedad de un ejecutivo de Baker Hughes, empresa que ese mismo año recibió un contrato de Petróleos Mexicanos (Pemex) y con la que tiene contratos vigentes por más de 151 millones de dólares.
Según MCCI, tras vivir en la mansión del directivo de Baker Hughes, López Beltrán se mudó a una residencia nueva en el condado de Harris, que está a nombre de su pareja, Carolyn Adams.
Además del posible conflicto de intereses, el reportaje mostraba la vida opulenta del primogénito de López Obrador, lo que pone en duda el discurso de austeridad y de vida sencilla sin ostentaciones que enarbola el presidente.
López Obrador minimiza el caso
El 31 de enero, el mandatario no negó la información, pero salió en defensa de su hijo minimizando la importancia del reportaje.
“En este Gobierno no tienen influencia mis hijos, no se le da contrato a ningún recomendado”, declaró en su rueda de prensa matutina.
“En el asunto del matrimonio pues ahí está complicado meterse, ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el Gobierno”, sostuvo el presidente.
Investigación abierta
Un día después, el 1 de febrero, López Obrador aseguró que “no encontrarán nada” en la “investigación que está abierta” contra su hijo.
“Está abierta la investigación: a ver de quién es la casa, qué contratos recibieron de Pemex, quién los autorizó. Pues no van a encontrar nada, absolutamente nada, pero (montaron) el escándalo”, manifestó.
Aunque la organización MCCI presentó documentos de los contratos, López Obrador retó a presentar las pruebas ante la Fiscalía General de la República.
“Si tienen pruebas, que las presenten. Nosotros no protegemos a nadie. Yo estoy aquí para cumplir con el mandato popular de desterrar la corrupción”, sostuvo.
Pemex al rescate
El 9 de febrero, el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, negó que la empresa del Estado haya favorecido a la compañía Baker Hughes.
La residencia que López Beltrán y su esposa Carolyn Adams ocuparon, entre 2019 y 2020, pertenecía a Keith L. Schilling, de Baker Hughes, que en agosto de 2019 firmó en Villahermosa, Tabasco, un contrato de Pemex.
Mientras que Schilling aseguró que desconocía que López Beltrán vivía en su residencia, valorada en casi un millón de dólares, Romero aseveró que el contrato con Baker Hughes fue tras un concurso público con seis empresas en el que presentó una oferta con un costo de 42% por debajo.
Duelo con Loret de Mola
Desde el primer día, el mandatario mexicano insistió en llamar “mercenario” y “golpeador” al periodista Carlos Loret de Mola, quien reveló la investigación periodística.
El 11 de febrero, López Obrador explicó que, presuntamente, Loret de Mola percibe más de 35 millones de pesos al año (más de 1.7 millones de dólares) mientras el presidente solo gana 2 millones de pesos (casi 97,500 dólares).
“Él gana como 15 veces más que yo, ¿ustedes creen que es porque se trata de un periodista de altos vuelos? ¿Muy inteligente, un buen escritor? No. Es por golpeador”, declaró.
Además, el presidente de México pidió al Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT) que verifiquen y exhiban de dónde provienen los ingresos de Loret de Mola.
Habla José Ramón
López Obrador respaldó nuevamente a su hijo José Ramón, quien el pasado domingo sacó un comunicado en el que negó tener un conflicto de interés por haber vivido en Houston, Texas, en la casa del ejecutivo de Baker Hughes.
“Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al 100% de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, indicó López Beltrán.
Pero al responder, el hijo del mandatario desató otro escándalo de presunto conflicto de interés por revelar que desde 2020 trabaja como abogado para KEI Partners, despacho de hijos de Daniel Chávez, un empresario que asesora a López Obrador en su megaproyecto del Tren Maya.
Tampoco está claro si el primogénito tiene en vigor una licencia para trabajar como abogado, al tiempo que se ha descubierto que la pagina web KEI Partners se hizo deprisa y con fotos sacadas de Google.
Exige revelar ingresos
La escalada en el conflicto entre el presidente y el periodista aumentó el martes cuando el presidente López Obrador exigió al Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai) que revele los ingresos de Loret de Mola.
En su conferencia matutina López Obrador leyó una carta que mandó al Inai, organismo autónomo, para que indague a Carlos Loret de Mola con datos del Registro Público de la Propiedad y Comercio, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
“¿Por qué el presidente está fuera de sí? ¿Por qué los ataques ahora hasta mi esposa? Sencillo: no puede explicar las casonas de su hijo José Ramón en Houston. Porque cada que explica, se hunde más. Por eso abusa de su poder. Está arrinconado, desesperado”, respondió Loret de Mola en un mensaje en Twitter.
Con información de EFE
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