En algún punto de nuestra vida, los mexicanos hemos probado, por lo menos en una ocasión, el famoso refresco llamado Chaparritas. Y es que las Chaparritas han acompañado el lunch de varias generaciones, y hasta nuestros días, sigue haciéndolo.
Este refresco, que tiene un inigualable sabor a frutas, se caracteriza por no tener gas, además de su presentación que es muy pequeña. De hecho, fue el primer refresco sin gas en México, y su creación comenzó en 1937. Fue hasta 10 años después, en 1947, cuando se lanzó al mercado con el nombre original de la bebida, que era “El Naranjo”. La empresa detrás de la bebida refrescante, que llamó la atención de los niños del país por su presentación, es Del Fruto, la cual también es responsable de otros refrescos clásicos mexicanos como Sangría Señorial, Barrilitos y Trébol.
Otra característica de las Chaparritas es que solamente cuenta con tres sabores: piña, uva y mandarina. Según la empresa Del Fruto, estas no tienen comparación, y son “el sabor de tu infancia”. Además, a pesar de los años, no han cambiado mucho su imagen ni su diseño, aunque sí hay uno mucho más reciente, en donde se ve a una mujer de cabello negro a un costado de las frutas del que está hecho el refresco. Pero hay otras versiones en donde solo se ve la palabra Chaparritas sobre una etiqueta blanca.
Sus presentaciones varían entre los 250 y los 255 mililitros, en botellas de vidrio o de pet. Y es que en 1937 se alcanzó un avance tecnológico, que fue la extracción del jugo de piña para poder venderlo a granel. Los Del Fruto comenzaron a vender el producto a juguerías o refresquerías, que era extracto de piña. Ya en el negocio, se les ocurrió expandir esta tecnología, obtener otros extractos y hacer su propia bebida.
En 1947 lograron lanzar al mercado. Como ya se mencionó, el nombre original era El Naranjo, pues para la producción de sus bebidas, en un inicio se creó a la embotelladora Derivados de Frutas S.A. de C.V. Este refresco sin gas, de manera rápida se hizo muy famoso, y más y más gente lo pedía. Además era considerado muy sano, y muy natural. Para 1957 la empresa cambió a Distribuidora Mezgo, y hubo un grupo de inversionistas que mejoraron la empresa, por lo que Mezgo es la sustitución de la empresa Derivados de frutas.
Del Fruto ya tenía a las Chaparritas, por lo que se quisieron innovar y entrar al negocio de refrescos con gas, y es por esa época que la familia Del Fruto se agrandó, pues se incluyeron otras bebidas gaseosas. Algunas de ellas son Barrilitos, Trébol, que nace en 1967, y en los 60 también nació la Sangría Señorial.
Cuando las Chaparritas nacieron en México, se encontraban en el puesto de la esquina, en la tiendita, o en puestos de comida, y las personas no lo llamaban Del Naranjo, sino Chaparritas, por la forma que tenían las botellas, que eran pequeñas. Del Fruto, al percatarse de que las personas preferían llamarlo Chaparritas, sin ninguna muestra de molestia decidió cambiarle el nombre, para que su bebida auténticamente satisficiera a sus clientes.
Por le época en la que nació, la publicidad de Chaparritas pareciera grotesca. Inicialmente las Chaparritas contaban con otro sabor, el de toronja, por lo que eran cuatro los sabores que ofrecían, sin embargo, este no tuvo éxito, por lo que se tuvo que retirar del mercado.
En la actualidad, a pesar de que no es exactamente su mercado, intentan con campañas en redes sociales, y casi todas apuntan a la melancolía, a la nostalgia, o a los años felices del primer refresco de México.
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