A 500 años de la conquista de México a manos de España, miembros del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) derribaron el lunes estatuas de españoles con mazos y hachas, ya que las consideraban “símbolo de la esclavitud y un emblema del genocidio español”.
Se trata de la estatua conocida como “Monumento de los Constructores”, ubicada en el Acueducto de Michoacán, la cual muestra en tamaño real al sacerdote español Fray Antonio de San Miguel dando órdenes a un par de indígenas, mientras uno de ellos corta un bloque de piedra y otro carga uno de esos bloques en su espalda. También figura un urbanista español que sostiene unos papeles y observa a los indígenas trabajar.
La estatua de Fray Antonio de San Miguel fue retirada del lugar con ayuda de lazos por una multitud de manifestantes, quienes lograron derrumbar la efigie para posteriormente prenderle fuego y cortarle la cabeza. La parte del cuerpo quedó abandonada en el lugar, mientras que la cabeza se la llevaron.
Los manifestantes indicaron que desde hace meses han intentado establecer un diálogo con las autoridades para que fuera retirado el monumento, pues “promovía el racismo y la discriminación”, pero, ante la falta de respuesta, decidieron hacerlo por su cuenta.
Aunque en el lugar no intervinieron las fuerzas locales y la Avenida Acueducto permaneció cerrada en lo que duró la manifestación, no hubo enfrentamientos. Posterior a los disturbios, oficiales de la Policía de Morelia arribaron al lugar para realizar el levantamiento de la estatua. Sin embargo, medios locales reportaron que al menos 24 personas fueron detenidas por participar presuntamente en los hechos y fueron trasladadas a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado.
A raíz de ello, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) se pronunció por lo sucedido y a través de un comunicado dio a conocer los motivos por los cuales derribaron el Monumento de los Constructores. Ante la negativa a entablar un diálogo con el Ayuntamiento de Morelia, se decidió de manera colectiva en una Asamblea General de Autoridades retirar por su propia cuenta la escultura.
“Consideramos que a 500 años de la Conquista, las luchas también deben ser por nuestra historia, nuestra cultura, nuestro idioma y nuestro arte, actuar políticamente a partir de la memoria histórica, en contra de la discriminación, la resignación y la servidumbre”
Asimismo, señalaron que el monumento era un “símbolo de subordinación, representación del esclavismo y un emblema del genocidio español”.
Por último, advirtieron que, en caso de que alguno de sus compañeros indígenas fuera detenido por participar en el derrumbe de la estatua, se tomarían carreteras en todo el estado “hasta lograr su libertad”, mientras que cualquier acto de represión sería responsabilidad del Presidente Municipal de Morelia.
Según medios locales, luego de que detuvieran a 24 personas por su presunta participación en los hechos, un grupo de manifestantes indígenas bloquearon los tres accesos a la ciudad de Uruapan, al igual que las carreteras Pátzcuaro-Uruapan y Carapan-Uruapan para exigir la liberación de sus compañeros.
En tanto, debido a que el Ayuntamiento de Morelia no ha presentado ningún tipo de denuncia en contra de los integrantes del CSIM, los detenidos podrían ser liberados.
Cabe recordar que Fray Antonio de San Miguel fue un monje nacido en Cantabria, España, en 1724. En 1783 fue nombrado Obispo de Michoacán, tiempo en el que supervisó las obras de la construcción del acueducto que abastece de agua a Morelia.
Desde hace dos años se ha pedido retirar el Monumento a los Constructores por las mismas razones: enaltecer la explotación y el racismo. En junio de 2020, el colectivo “Arte y Resistencia” buscó juntar firmas a través de la página Change.org para que fuera removida del lugar.
En respuesta a ello, el coordinador en Michoacán del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), Jaime Hernández Díaz, comentó que “para nada tiene que ver con las cuestiones del racismo y la esclavitud”.
En la placa del Monumento se leía: “A los constructores de la Ciudad. Los habitantes de la Ciudad de Morelia erigen, llenos de gratitud y orgullo, este monumento dedicado a la memoria de los constructores de Guayangareo-Valladolid-Morelia, monumental y hermosa urbe.”
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