Tanto en Cozumel, Quintana Roo como en La Paz, Baja California Sur, un grupo de personas a comenzado a organizarse para sobornar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
De acuerdo con el colectivo, dicha dependencia federal presuntamente estaría operando “a favor de los proyectos de puertos de cruceros” esas dos zonas. Es por ello que decidieron comenzar una campaña de recolección de dinero con lo que se espera juntar alrededor de 1 millón de pesos para “sobornar” a SEMARNAT y con ello asegurar que “cumpla la ley”.
Esta atípica campaña se hizo pública el 10 de febrero de este año, cuando por medio de sus redes sociales, los miembros de la agrupación lanzaron un comunicado en el que se definieron como “un colectivo de personas de la esperanza desesperada”. En dicho comunicado, acusa a la Secretaría de Ambiente de “incurrir en graves omisiones al aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental para el proyecto del 4to muelle en Cozumel.”
De acuerdo con la campaña #SobornemosSEMARNAT, estos proyectos amenazan directamente las formas de vida y subsistencia de las personas que habitan estas ciudades, así como el equilibrio ambiental.
Ante la construcción de dichos puertos, “la colectividad de la esperanza desesperada” acusó que se estaría amenazando la llegada del tiburón ballena a La Paz y la preservación del arrecife de coral en Cozumel.
“Organizaciones de la sociedad civil, activistas, colectivos, tiburones ballenas, corales, tres langostinos, varias familias de esponjas de mar y medio centenar de mantarrayas nos organizamos para persuadir, por todos los medios posibles, a la máxima autoridad medioambiental de nuestro país” se lee en el comunicado.
Apenas el 12 de febrero la colectiva realizó una manifestación en Cozumel, y dio a conocer que “No va nada mal la campaña” puesto que las labores de recolección de dinero han sido favorables.
Finalmente en dicho documento los integrantes aseguran: “Rechazamos toda forma de corrupción, pero la urgencia nos apela a actuar e imaginar las vías a nuestro alcance para seguir contando con la vitalidad de los océanos y sus sistemas de vida.”
“Si el paraíso existe es porque lo defendemos”
Según el gobierno federal, actualmente de los seis puertos existentes en el país, los de Cozumel y Majagual son los únicos que disponen de la infraestructura necesaria para recibir grandes embarcaciones.
En diciembre del año pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales aprobó el proyecto de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del denominado “Muelle Cozumel. Terminal de cruceros”. De acuerdo con dicho proyecto, este se da con el propósito de evitar que “en un mediano plazo se llegará a limitar el flujo turístico en relación al incremento de la demanda del sector”.
Sin embargo, organizaciones locales y ciudadanía de Cozumel han manifestado su inconformidad ante la resolución de la Secretaría, ya que la MIA, según la agrupación, presenta importantes deficiencias, tales como omitir el sitio exacto en el que se pretende ejecutar la obra, además de ocultar la existencia de especies que se encuentran sujetas a protección especial, como el coral Cuerno de alce (Acropora palmata), protegido por la NOM-059 y actualmente utilizado en diversos proyectos de restauración arrecifal en Quintana Roo.
#SobornemosSEMARNAT también acusó a la Secretaría federal de haber desestimado las opiniones negativas para el proyecto que emitieron no solo organizaciones de la sociedad civil, sino también especialistas. De acuerdo con la organización incluso de entidades gubernamentales, como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
De manera paralela, en La Paz, Baja California Sur, se anunció el proyecto de ampliación de la Terminal Marítima Pichilinque; con la intención de desarrollar infraestructura capaz de recibir mega cruceros y proveer servicios y entretenimiento para quienes en ellos arriben. Hasta ahora, la SEMARNAT no ha emitido dictamen sobre la Manifestación de Impacto Ambiental.
Según la colectiva, organizaciones ambientales y la sociedad en general “temen la aceptación de un proyecto que impactará en La Paz de forma irremediable” ya que según el documento emitido, “afectará negativamente a los comercios locales, encarecerá las rentas, aumentará la demanda de energía y concentrará los recursos entre intereses extranjeros,
Asimismo la agrupación teme que se incrementará el estrés hídrico y desplazarán especies fundamentales para el equilibrio ecosistémico, tales como el tiburón ballena.
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