A semanas de su detonación, las polémicas por las lujosas mansiones en Houston, Estados Unidos, de José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y su esposa, Carolyn Adams, no parecen cesar.
El primogénito ahora también está en los reflectores luego que - en un intento por negar injerencias con el Gobierno de su padre - revelara desempeñarse como asesor en KEI Partners: compañía de los hijos de un empresario vinculado a la autodenominada Cuarta Transformación (4T), en específico, al megaproyecto del Tren Maya.
Ante ello, la periodista, Denise Dresser, reprochó contra la administración al asegurar que ésta “le cayó como anillo al dedo” de algunos “privilegiados”. Además de referirlo como un nuevo conflicto de interés que se aunaría al de la petrolera, Baker Hughes, y Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Para negociar conflicto de interés de José Ramón López Beltrán con Baker Hughes, exhiben otro conflicto de interés que involucra al Tren Maya”, escribió en su cuenta de Twitter.
“Vive en casa de un contratista del gobierno y trabaja para otro. Para algunos privilegiados, la 4T sí les cayó como anillo al dedo”.
Y es que, poco después de la declaración de López Beltrán, miembros de la oposición identificaron que dos de los tres socios de KEI Partners serían hijos de Daniel Chávez Morán, magnate cercano a Andrés Manuel y actual supervisor de las obras del tren insignia del sexenio.
Asimismo, el empresario es dueño de Grupo Vidanta, el cual administra más de 30 resorts de lujo en las costas más bellas de México, tales como Nuevo Vallarta, Riviera Maya, Los Cabos, Puerto Vallarta, Mazatlán, entre otros destinos.
A pesar de esto, López Obrador puntualizó que no existe relación de negocios con el ingeniero, ya que, reafirmó, “nos ayuda porque quiere apoyar en el caso del Tren Maya para concluirlo”.
“Me ayuda como supervisor honorífico (...) No cobra y no tenemos relación de negocios (...) Es de los empresarios que nos ayuda porque quiere apoyar en el caso del Tren Maya para concluirlo”.
A finales de enero, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus revelaron que una de las propiedades de la pareja en EE.UU había pertenecido a un ex ejecutivo de la petrolera Baker Hughes.
Como respuesta, el 13 de febrero, José Ramón aseguró ser un ciudadano privado sin influencias del gobierno de México: explicó que desde el 2018, cuando el Jefe del Ejecutivo subió al poder, retomó su trabajo en la abogacía hasta que se mudó junto a su familia al país vecino.
Fue hasta el 2020, relató, que se desempeñó como asesor legal de desarrollo y construcción en KEI Partners, con el cual obtuvo su visa de trabajo TN para residir en la nación sin ningún contratiempo.
Por su parte, Carolyn Adams también rechazó las supuestas irregularidades en las operaciones para la renta de una de las casas en Oakshire Lane, Conroe. Razón por la cual, acusó a MCCI y Latinus de “exponer su seguridad y la de su familia”.
“Nosotros no teníamos relación alguna con los propietarios, ni conocimiento de quienes eran, ni su posición laboral”
Finalmente, se dijo dispuesta a presentar las pruebas ante las autoridades correspondientes para que sean éstas quienes revelen la información pues, destacó la brasileña, no lo hará por su cuenta para no exponer la privacidad de las personas “como lo están haciendo con nosotros”.
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