Autoridades ministeriales han contabilizado restos de al menos ocho cuerpos que fueron enterrados en una fosa clandestina localizada por el colectivo de Madres Buscadoras de Sonora.
Luego de cinco días de procesamiento en el predio de Santa Ana, se analizaron dos depósitos más de inhumaciones del crimen organizado, con lo cual suman cinco osamentas incompletas y partes óseas que pudieran corresponder a tres personas, según dictámenes del Arqueólogo y médico forense.
“A las 18:00 horas concluyó la quinta jornada de procesamiento del lugar y con ello los trabajos en la zona donde fue necesaria una retro excavadora, ya que, en dos fosas se requirió trabajar a tres metros de profundidad”, reportó la Fiscalía de Sonora sobre trabajos de este 10 de febrero.
El llamado campo de exterminio fue localizado el pasado fin de semana debido a una denuncia anónima en redes sociales donde se reportaron hornos que eran utilizados para incinerar personas. Tras los primeros trabajos de agentes se reportaron cuatro cuerpos, pero ahora se ha duplicado esa cantidad.
Janetsy Camacho, perito de la dependencia local, actualizó que los restos localizados recientemente son pequeños fragmentos de huesos, así como una pelvis, que se analizará para saber su origen. Todo será individualizado por genética forense.
De acuerdo con la fiscalía, las piezas para cada osamenta encontrada fueron identificadas con un número y una letra por el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF). Sobre la denominada 1-D se hallaron un húmero de 33 cm, una tibia de 38 cm, peroné de 37 cm, y se estima que la persona tenía una estatura de 1.74 metros.
Sobre la osamenta 1-A se ha localizado una tibia de 36 cm y se calcula que esta persona medía 1.69 metros de alta. Respecto a la 1-F se recuperaron un cúbito de 25 cm, un radio de 27 cm y la altura fue establecida en 1.80 metros.
De otra osamenta se hallaron un cráneo incompleto fracturado, maxilar inferior o mandíbula fracturada a la mitad, con las ramas izquierdas y derechas separadas, estos restos óseos estaban cubiertos con restos de tejido blando adherido, putrefacto y muy fétido
Mientras que de la pieza 1-H se descubrieron un maxilar inferior con dentadura incompleta. Solo había siete dientes y una tibia incompleta. La agente añadió que estos restos óseos se encuentran secos, blanquizcos, decolorados, sin residuos, ni tejido adherido y sin la fetidez característica.
En el resto de huesos calcinados que corresponden a una pelvis, huesos fragmentados y demás restos, no se puede determinar exactamente, pero por las piezas anatómicas, forma, tamaño y grosor, pudieran corresponder a tres personas más
Desde el pasado 5 de febrero, la autoridades atendieron el apoyo solicitado por el colectivo de Madres Buscadoras y comenzaron las investigaciones en el terreno ubicado en las inmediaciones del Ejido San Vicente, cerca de la Laguna de los Abuelos, kilómetro 3 de la carretera Santa Ana – Ejido El Claro.
Cabe señalar que el hallazgo del campo de exterminio fue compartido en redes sociales a través de un mensaje acompañado de un video en el que se pudieron observar las fosas y restos de personas.
Además, Cecilia Flores, presidenta fundadora del colectivo, hizo un llamado a las autoridades estatales, después de sufrir un atentado en la zona alrededor de las 11:00 horas, cuando presuntos criminales les impidieron el paso al punto de búsqueda. Sin embargo, la Fiscalía de Sonora desmintió cualquier ataque, aunque reconoció que localizaron ponchallantas sobre un tramo carretero.
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