El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que la designación como cónsul en Barcelona de la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, aún depende del Senado de la República, pero destacó que tomó la decisión de nombrarla para ese puesto diplomático porque siempre contó con su apoyo cuando fue mandataria estatal.
Desde Hermosillo, Sonora, López Obrador destacó que pese a los señalamientos que se han hecho en contra de Claudia Pavlovich durante su gobierno, no hay ninguna denuncia formal en su contra.
“(...) Son apreciaciones. Nosotros no tenemos ninguna denuncia formal en contra de la exgobernadora. Que yo sepa la fiscalía no ha turnado ningún caso al Poder Judicial entonces no podemos nosotros hacer a un lado a nadie, solo por denuncias públicas. Ojalá y eso sin limitar la libertad de expresión, la libertad de prensa, nos ayude a normar nuestras conductas en los público que cuando denunciamos tengamos pruebas (...)”, aseveró en su conferencia matutina de este viernes.
“Yo tomé esta decisión porque en el tiempo en que ella estuvo de gobernadora, y yo estuve visitando Sonora, conté con el apoyo de la gobernadora y fue respetuosa con el gobierno federal, no tuvimos ninguna diferencia y por eso tomé esa decisión”, destacó.
Aseguró que será el Senado de la República el que ratifique el nombramiento de Pavlovich, y que tocará a los legisladores debatir “si hay diferencias”. “Ahí va a haber oportunidad (en el Senado) de que se debata el caso si hay diferencias, yo lo voy a proponer”, dijo.
Al ser cuestionado si la gobernadora ya aceptó el cargo, López Obrador aseguró que no tenía esa información, por lo que le pediría al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que hable con la exgobernadora.
“(...) Yo tengo ninguna información. Le voy a pedir al secretario de Relaciones Exteriores que hable con la exgobernadora (...) No la he visto, pero hablamos, yo le hice el planteamiento ella me dijo que estaba de acuerdo y ya le pedí a Marcelo que estableciera comunicación con ella y se hicieran los trámites, pero yo creo que está en firme porque si no me hubiesen mandado a decir o me hubiese pedido una audiencia”, señaló.
El proceso de ratificación de Pavlovich como cónsul en Barcelona, ocurre en medio del diferendo diplomático entre México y España tras las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su conferencia mañanera del miércoles 9 de febrero, dijo que le gustaría hacer una “pausa” en las relaciones entre ambos países, debido a que consideró que las empresas de ese país han afectado y “saqueado” a México.
“A mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara (la relación), para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España, hacer una pausa en las relaciones”, consideró.
“Vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. Sí queremos tener buenas relaciones con todos los pueblos, pero no queremos que nos roben. Así como los españoles no quieren que lleguen de ningún país a robarles, pues tampoco queremos nosotros”, dijo el miércoles.
Sin embargo, aseguró que su postura se limita a “un simple comentario”, por lo que descartó que signifique un pronunciamiento formal para romper las relaciones con el país europeo.
Los dichos del presidente mexicano generaron una ola de reacciones en México y en España, por lo que tuvo que matizar sus declaraciones. Pero el jueves 10 de febrero, el Gobierno de España contestó de manera fuerte a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Destacó su “rechazo tajante” a las descalificaciones realizadas por López Obrador, en los últimos días “contra España y las empresas españolas”.
Resaltó que España y México “somos socios estratégicos y estamos unidos por profundos lazos humanos, culturales, históricos, lingüísticos y económicos”.
“España trabajará siempre por mantener las mejores relaciones con México y reforzar los lazos con este pueblo hermano. El Gobierno desea unas relaciones basadas en el respeto mutuo, como quieren los españoles y los mexicanos, sin este tipo de manifestaciones”, finalizó el texto diplomático.
Este viernes, López Obrador volvió a hablar del tema al insistir que no se trata de una ruptura.
“Ya lo expliqué ayer.. pero lo repito: no es una ruptura, es un señalamiento por los abusos cometidos por empresas españolas que han afectado al pueblo de México en otros tiempos”, enfatizó desde Hermosillo, Sonora en donde realiza una gira de varios días.
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