Desde que azotó la pandemia del COVID-19, uno de los temas -y dudas- más recurrentes ha sido el uso de las mascarillas: cuáles son mejores, qué tipo de protección ofrecen, cuánto tiempo es recomendable usarlas... y la lista se alarga cada vez más a medida de que aparecen variantes o se avanza en el esquema de vacunación. Ante la constante incertidumbre, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hizo recientemente una serie de recomendaciones al respecto.
María Isabel López López, maestra y jefa de Área en la Coordinación Técnica de Enfermería del IMSS, destacó que sobretodo, el cubrebocas es tanto una herramienta de protección personal como para los que conviven con nosotros. Ahí es que radica la importancia de este insumo. La diferencia, recalcó, la puede marcar donde sea: en espacios públicos, centros de trabajo, estudio e incluso dentro de casa.
“Cubrir nariz y boca, y reemplazarlo una vez que haya perdido su efectividad”, es una de las recomendaciones principales que hizo la especialista, insistiendo en que igual de importante es “no bajar la guardia ante la pandemia que sigue activa”, recalcando que una de las maneras más eficientes de hacerlo es “mediante el uso de cubrebocas de la manera correcta”.
Ya entrada en detalle, la jefa de Área en la Coordinación Técnica de Enfermería detalló que, en el caso de los cubrebocas del tipo tricapa, lo recomendable es que sean reemplazados cada cuatro horas, cuando ya está húmedo. Mientras que en lo correspondiente a las mascarillas N95 y KN95, indicó que pueden servir para toda una jornada laboral entera.
Además, sugirió que los menores de edad que acuden a colegios y guarderías usen cubrebocas como una medida de refuerzo a su protección y de los familiares que están en casa.
“Con el cubrebocas podemos respirar, sin el cubrebocas existe el riesgo de que algunas personas lleguen a requerir el uso desde, unas puntas nasales, una mascarilla de oxígeno e incluso requerir de un ventilador artificial para poder respirar”, insistió en un comunicado la maestra María Isabel López López, quien ha estado al frente de equipos de Enfermería en los Centros de Atención Temporal del IMSS para atender a pacientes con COVID-19.
Por otro lado, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, que tambièn se han posicionado como un referente informativo y de instrucciones desde que inició la pandemia, han señalado que un trabajador del sector salud puede portar su mascarilla N95 en hasta cinco ocasiones.
Mientras que para el ciudadano promedio, la duración aconsejada varía según el tiempo total en que la utilice. Por ejemplo, señalan, no es lo mismo una jornada laboral entera que una salida al supermercado, subrayando que es más importante tomar en cuenta el tiempo en que se lleva puesta la mascarilla que la frecuencia con que se usa. Aunque por lo general, los CDC han recomendado usar los barbijos N95 por un máximo de tres días.
Por otro lado, en medio de la cuarta ola por COVID-19, el pasado 2 de febrero México superó la cifra acumulada de cinco millones de contagios: bajo este contexto, este 06 de febrero, la Doctora en Harvard, Laurie Ann Ximénez-Fyve, advirtió de los altos niveles en la positividad del virus en 29 de 32 estados de la República.
“Durante toda la pandemia, jamás la positividad en los estados había sido tan alta”. A través de su cuenta de Twitter, la académica señaló que 25 entidades registran una positividad mayor del 60%; de éstos, 6 sobrepasan el 80%, tales como Quintana Roo (87.8%), Nayarit (86.8%), Sinaloa (83.3%), Chihuahua (81.5%), Colima (81.1%) y Baja California (80.1%).
En tanto, aseveró que entre las demarcaciones con menor índice, únicamente San Luis Potosí y Baja California Sur han presentado una “disminución real” de contagios, descartando a la insuficiencia de pruebas como la causante de dicha baja.
“En mi opinión, los 2 estados anteriores son los únicos, en este momento, en los que el descenso observado en los casos no parece ser consecuencia de la insuficiencia de pruebas sino de una disminución real de contagios”, publicó.
La tasa de positividad refiere al porcentaje de personas que son confirmadas como positivas al virus del SARS-CoV-2 de todas aquellas que se sometieron a una prueba, ya sea de PCR o serológica.
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