Anabel Hernández no dejará de profundizar investigaciones en el mundo del narco, pese a las amenazas en su contra y aún cuando las demandas que presentó no se han resuelto en el contexto de la impunidad que prevalece en México contra periodistas y el resto de los delitos denunciados.
Desde que comenzó a revelar colusiones de funcionarios con cárteles de la droga en el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), la reportera ha padecido campañas de desacreditación por más de 12 años, las cuales aumentan y reviven con nuevas publicaciones. Pero ello no impide que siga en el oficio ni tema por su vida.
“Ninguna de estas campañas de desinformación y manipulación de lo que es mi trabajo de periodismo de investigación, y de lo que este trabajo ha contribuido para limpiar este país, no hay nadie ni nada que pueda detenerlo”, aseguró la reportera en conferencia.
Estoy en un momento crítico diría yo, en un momento sensible, y por eso también me preocupa mi vida, por eso me preocupa mi vida, porque sé que estoy llegando a un punto de no retorno y a un punto donde las cosas que se sepan, por desgracia, van a seguir cimbrando
En sus casi tres décadas de carrera, más de la mitad se han desarrollado para ahondar en el tema del crimen organizado y los nexos en poderes políticos y económicos. De ello se derivaron dos demandas, pero una suma de acusaciones por quienes han sido mencionados en sus libros.
Ella ha revirado con al menos cuatro denuncias penales ante la Fiscalía General de la República (FGR), sin que hasta el momento tenga resultados efectivos. Aunque varios de quienes alude en reportajes cayeron finalmente en prisión por ilícitos vinculados al narcotráfico en México y Estados Unidos.
Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas (1999-2004), demandó a Anabel Hernández en 2008. El priista fue acusado en 2012 en una corte de Texas por lavar millones de dólares para los Zetas, se escapó y su arresto se logró en Italia en 2017. El año pasado se declaró culpable.
Mientras que Jorge Carpizo, exprocurador general de la república y exsecretario de Gobernación con Carlos Salinas de Gortari, también presentó recursos judiciales contra la reportera. Pero familiares del jurista optaron por no seguir la querella ante el fallecimiento del exrector de la Universidad Nacional de México por razones médicas, en 2012.
En una conferencia en la capital del país, Anabel Hernández reveló que actrices, esposas y exesposas ligadas con narcotraficantes la han contactado a raíz de Emma y las otras señoras del narco (Grijalbo, 2021), libro en que exploró las relaciones familiares, sentimentales y dinámicas de mujeres involucradas en el mundo criminal, tanto aquellas de la farándula, como quienes llegaron a la intimidad con los capos desde 1980.
Contrario a ello, personajes como Galilea Montijo, Ninel Conde, Sergio Mayer y Andrés García han reaccionado con amenazas de demandas, insultos y negaciones sobre sus presuntos vínculos. En tanto, el excantante Charly López aceptó haber convivido con Edgar Valdez Villarreal, la Barbie.
“Por las reacciones virulentas, la falta de verdad que han expresado personas del mundo del espectáculo, me doy cuenta que es necesario excavar más y encontrar qué es eso que les preocupa tanto”, añadió la periodista.
El temor advertido por los aludidos sería que sus casos se profundicen en investigaciones judiciales en México o Estados Unidos, como sucedió en el pasado, por ejemplo, con el exsecretario de Seguridad Pública del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), Genaro García Luna. Este último fue detenido en 2019 por presuntas colaboraciones con el Cártel de Sinaloa durante 19 años, lo cual se adelantó en libros de Anabel Hernández como Los señores del narco (Grijalbo, 2010).
De acuerdo con la investigadora, el crimen organizado no es un tema privado y aún si involucra cuestiones personales como sus relaciones de familia, ahí se encuentran historias que explican fenómenos de la violencia que se vive en el país.
Así como en otros años, los integrantes del grupo criminal quieren pasar desapercibidos para no perder negocios millonarios derivados de las drogas, ya sea que finjan ser empresarios, políticos, policías o estrellas de la televisión. Por ello Anabel Hernández seguirá con sus indagatorias, exiliada y con viajes ocasionales a México, pues debe permanecer alejada de su país por la seguridad personal, de familiares, vecinos y fuentes de información.
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