“No se cree en los dichos de las mujeres”: la embajadora Martha Bárcena sobre el caso de Pedro Salmerón

Que el historiador Pedro Salmerón tenga señalamientos de parte de varias mujeres por violencia sexual y aún así fuera la apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para encargarse de la embajada de México en Panamá, resultó bastante indignante. Que Panamá reaccionara y evitara que eso ocurriera y encima el presidente, como alternativa, lo nombrara parte de su equipo cercano en Palacio Nacional, rayó en la ofensa, “Refleja en el fondo que no se cree en los dichos de las mujeres”, lamenta Martha Bárcena, referente en todas las áreas involucradas. La más reciente de la larga lista de posiciones que ha ocupado es la de embajadora de México en Estados Unidos (2018-2021), a lo que es necesario añadir que fue la primera mujer en ese cargo.

“Fue una situación muy desafortunada”, dice la embajadora emérita en una conversación con Infobae respecto al caso de Salmerón, “porque se violaron varias normas en el proceso de solicitud de beneplácito”, recordando que, para empezar, se anunció su nombramiento antes de cubrir tal paso. “No se hizo una evaluación adecuada de las debilidades que podía tener su candidatura”, añade partiendo del hecho de que, simplemente en sus redes sociales, se podía notar que el tono usado por el historiador era bastante agresivo, contrario a la cualidad diplomática crucial para el puesto en cuestión.

Y, subraya la diplomática mexicana, lo más grave: los (varios) señalamientos en contra de Pedro Salmerón por acoso y abuso sexual. “Muy pocas veces las mujeres (atacadas) quieren llegar hasta las últimas consecuencias de ir ante un Ministerio Público o a un juicio”, dice indicando que la experiencia en sí para las víctimas hace que recordar lo sufrido sea doloroso.

Lo anterior por la postura del presidente López Obrador quien ha dejado claro que él no se fía de los señalamientos en contra del historiador porque no hay denuncias oficales en su contra. De hecho indicó que todo forma parte de “un linchamiento” de parte de detractores políticos de Salmerón. Pero las denuncias están desde tiempo atrás. Del interior del mismo partido Morena. De su paso por Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) como profesor, también.

“Decir que solamente voy a creer que hay una acusación de acoso sexual si ha ido al Ministerio Público, es desconocer totalmente cómo es el fénomeno de la violencia sexual”, lamenta la diplomática que se reconoce a sí misma como feminista, advirtiendo que envía el grave mensaje de que no cree en lo que dicen las mujeres en México.

Para Martha es terrible que se condicione la credibilidad de los señalamientos a una denuncia porque “muchas la han pasado muy duro y hay que creerles”. Pone como ejemplo a las mujeres migrantes que le tocaba visitar cuando era cónsul. También la predilección que se tenía por mandar a mujeres a tratar a esas mujeres. “¿Por qué? Porque la mujer le tiene más confianza a la mujer”, apunta, “porque (ella sí) le cree”.

“Si le pidiéramos información, que es confidencial, al Comité de Ética de Relaciones Exteriores, de cuántas denuncias y qué medidas se han tomado, nos llevaríamos una enorme decepción”, lamenta.

Ya tocado el tema de perspectiva de género, la embajadora dice que en el Servicio Exterior Mexicano sí se han tenido avances, pero no son suficientes. “Ingresar no es dificil; el reto es mantener a las mujeres en el Servicio Exterior”, dice señalando que uno de los principales motivos es que personalmente supone más dificultad la movilización para las mujeres, mientras que dentro de la diplomacia aún abundan más en los hombres que las mujeres.

Aunque eso sí, ella reconoce que más allá del género, lo que debe prevalecer a la hora de designar a un funcionario, en este caso diplomáticos, son las capacidades y la preparación de cada aspirante. Pero insiste en que la perspectiva de género se echa de menos, por ejemplo, en temás delicados como la migración, ”porque un porcentaje enorme de la inmigración son mujeres”.

La exfuncionaria señaló que aunque México, ante los organismos internacionales, se caracterizaba por ser una de las primeras delegaciones en buscar la perspectiva de género, “no importa el número, lo que importa es que esos programas vayan empoderando a la mujer. No es solo cuántas mujeres estás nombrando al frente de misiones, sino si en verdad las estás empoderando”.

Insistió en que se ha hecho un importante avance en el tema, pero todavía falta mucho por hacer, “todavía piensan ‘sí, las mujeres diplomáticas son muy buenas porque son muy amables, son muy competentes para organizar cocteles y cenas, pero los hombres somos los negociadores fuertes’; no es cierto”, dice la diplomática con gran sonrisa, “pero hay muchos que siguen pensando así”.

En la administración actual dice que también hay avances en la búsqueda de una paridad de género, “pero en ese caso, más que la paridad de género, es la preparación y la capacidad; los méritos de cada uno de los candidatos para ocupar un puesto”.

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