El pasado 31 de enero, Luis Ricardo Aldana resultó electo como el nuevo director del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) tras una elección sin precedentes a través del voto electrónico.
Esto tambaleó a la opinión pública, pues el candidato es señalado de guardar estrechos vínculos con el exlíder, Carlos Romero Deschamps - quien renunció en octubre del 2019 tras acusaciones de corrupción -, así como presuntamente haber participado en el millonario desfalco del Pemexgate.
Cuestionado por ello, el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), destacó que será la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) la encargada de informar y ahondar en las denuncias de las y los votantes, no sin antes llamar a “no acusar sin pruebas”.
“Eso lo tienen que ver la autoridad correspondiente y, también, no podemos tapar a nadie y tampoco acusar sin pruebas”.
Aún cuando negó sostener relación con el director electo, el tabasqueño refrendó que en la actual administración “ya no hay candidatos predilectos”.
El pasado 24 de enero, Ricardo Aldana inauguró el desfile de candidatos y candidatas que expusieron sus propuestas en la mañanera de López Obrador.
Entre los compromisos del aún tesorero se incluyó la defensa del contrato colectivo, la protección de las y los trabajadores petroleros y la renovación de operaciones de la Secretaría General del gremio.
Sin embargo, en aquella sesión, dos de los expositores arremetieron en su contra: por su parte, María Cristina Alonso lo acusó de traición al sindicato, así como de fungir como la entrada para que Deschamps, indirectamente, continúe con su mandato.
“Esos proyectos están camuflajeados para darle continuidad a la corrupción de Carlos Romero Deschamps. Intentan embaucar a los trabajadores, para continuar con el sometimiento a las bases. Traidores”.
En tanto, el candidato, Daniel Aranda, también se lanzó contra Aldana al refrendar que sí habría participado en el desfalco del 2001 con el cual Petróleos Mexicanos (Pemex) benefició al Partido Revolucional Institucional (PRI).
“Todo ha sido robo, saqueo, enriquecimiento (...) Y desafortunadamente no han podido llevar los logros que merecen nuestros compañeros (...) No podemos seguir apoyando a hombres y mujeres que no han hecho lo correcto”, agegó.
El escándalo del Pemexgate fue un millonario desvío de fondos de las arcas del sindicato petrolero, cuyos recursos se destinaron a la campaña presidencial del entonces candidato priista, Francisco Labastida, para los comicios del 2000, de los cuales Vicente Fox resultó ganador.
Por dicho desvío, en 2003 Romero Deschamps fue acusado y llevado a proceso penal por supuestamente haber entregado mil 500 millones de pesos del sindicato al PRI, sin embargo, años después un juez dio por expirado el delito porque la entonces Procuraduría General de la República (PGR) nunca aportó pruebas contra el dirigente.
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