Es muy probable que en el contexto mexicano cotidiano se oiga que alguien hace “chanchullo” para ganar algún concurso u obtener lo que quiere, pero ¿qué significa esta palabra? De acuerdo con la Real Academia Española (RAE) se trata de un nombre masculino coloquial que refiere al “manejo ilícito para conseguir un fin y especialmente para lucrarse”.
Asimismo, la RAE señala que uno de los orígenes de la palabra se encuentra en el vocablo “chancha” y también la relaciona con el verbo “chanchullar” que según la somera explicación es “entrar en chanchullos o componendas”.
Por otro lado, el Diccionario del Español de México del Colegio de México añade que es una forma popular para hablar de cuando alguien hace “trampa, mal uso o mal manejo de algo, es decir, se dice que hace chanchullo, por ejemplo: hicieron chanchullo a la hora de contar los votos”.
El Diccionario de mexicanismos del lingüista Guido Gómez de Silva indica que el significado de “chanchullar o chanchullear” se refiere a engañar, por lo cual se le debe considerar como un vocablo de connotación negativa. No obstante, el Diccionario Reverso define “chanchullo” como “una acción para conseguir un beneficio que regularmente se hace entre dos o más personas.
Cabe agregar, que la forma de hablar de las y los mexicanos está llena de préstamos lingüísticos, es decir, que en el vocabulario popular y formal del país se encuentran términos en otros idiomas como el náhuatl con chocolate, comal, chapulín; también encontramos diversas palabras en árabe como alfalfa, azúcar, algodón; el inglés, el francés y el italiano son lenguas que de igual manera se esconden en vocablos que se usan cotidianamente.
De hecho, la palabra en cuestión fue traída por los españoles, pero tiene raíz italiana. Según la revista de arte y cultura Algarabía, esta palabra de origen europeo cada vez se usa menos en la sociedad, igual añade que “chanchullo” proviene del “término español chancha, es decir, chanza, y éste del italiano ciancia, que significa burla”.
La filóloga española María Moliner agrega que el sentido del término no refiere a una burla “buena onda” o algo que se relacione a una broma inofensiva, más bien es cuando hay una burla, en donde más allá de tener la intención de ridiculizar a alguien, se hace con el fin de engañarlo.
Por otra parte, el vocablo también puede funcionar como sinónimo de embuste, trampa, enredo y hasta emboscada. Además, Moliner menciona que una de las precisiones más importantes respecto a esta palabra es que este término italiano sí o sí se usa para comunicar un “manejo ilícito entre una o varias personas “con el objetivo de obtener un beneficio que, por lo regular es económico, pero no necesariamente”.
Esta última explicación aclara el por qué, es común que en la política mexicana se suela escuchar que se usa esta palabra, incluso, la ha llegado a utilizar en presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como la voz “chanchullo” fue traída por los españoles, no sólo llegó al territorio, pues recordemos que México no es el único país que fue colonizado por España. Actualmente también se puede encontrar el término en Costa Rica y Venezuela con la misma definición, sin embargo, en Bolivia se relaciona más bien con algún tipo de fraude o plagio.
Finalmente, el Diccionario del español actual de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, da la siguiente definición: “Negocio hecho con poca limpieza, aunque con apariencia legal”. Sea cual sea el origen, después de todas estas significaciones se concluye que, lo importante es no hacer chanchullo.
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