Carolyn Adams y José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fueron señalados de vivir contrario a la austeridad republicana que predica la Cuarta Transformación, pues habitan en una millonaria casa, en una zona exclusiva de Cypress, en Texas.
A través de un extenso reportaje, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y el portal Latinus revelaron que la valuación de dicha propiedad es de aproximadamente 371 mil dólares, o más de 7.6 millones de pesos.
Por lo anterior, la empresa Baker Hughes reaccionó a las publicación del portal dirigido por Carlos Loret de Mola y MCCI, explicando en siete puntos la relación que tienen con la casa, así como su papel dentro de la iniciativa privada en México.
“Baker Hughes es una empresa de tecnología energética con operaciones en más de 120 países, comprometida con los más estrictos estándares de anticorrupción y rendición de cuentas en Estados Unidos y en cada uno de los países donde operamos”, inició la circular presentada a la prensa.
En primer lugar, aclararon, han participado en operaciones dentro de México, como parte de la iniciativa privada, desde hace más de 60 años, “siempre con total transparencia y apegados al Estado de Derecho”.
Prueba de lo anterior, indicaron, es que cotizan en la Asociación Nacional de Corredores de Valoras Automatizado de Cotización (NASDAQ), la segunda más grande después de la ubicada en Nueva York, y por lo tanto, se comprometieron con estrictas normas de anticorrupción.
“Nuestros contratos y operaciones se realizan con estricto apego a la ley”, informaron.
Sobre la casa de Carolyn Adams y José Ramón López Beltrán, los responsables de la empresa advirtieron que el inmueble mencionado nunca ha sido propiedad ni directa o indirectamente de Baker Hughes.
Sin embargo, reconocieron que la casa, una propiedad privada, era de un ex empleado que dejó la empresa en el año 2019, de acuerdo con los registros públicos de la propiedad, mismos a los que tuvieron acceso.
Dicho empleado, aclararon, nunca estuvo involucrado con las operaciones de Baker Hughes en territorio mexicano, y la empresa, además, no estuvo inmiscuida en la transacción para que la pareja se hiciera con el inmueble.
Sin embargo, el sitio Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad aclaró que “nunca mencionó que la empresa fuera dueña. Siempre se dijo que la casa que ocupó hijo de AMLO estaba a nombre de un alto ejecutivo”.
Dicho ejecutivo sería Keith L. Schilling, quien fuese “director comercial y de ventas a nivel global de julio de 2017 a noviembre de 2018″, además de haber liderado “una de las presidencias de la compañía petrolera” hasta diciembre de 2019.
La respuesta de Carolyn Adams y AMLO
Hasta el momento, los involucrados, Carolyn Adams y José Ramón, únicamente han usado sus redes sociales para compartir el tuit de Blanca Salces, una forma de apoyar y replicar el mensaje:
“Cientos, me atrevería a decir miles, de hijos de políticos, funcionarios, líderes sindicales y expresidentes que viven en casas de lujo y encontraron al único que no la obtuvo con recursos públicos. Eso es talento”, se lee desde el perfil de la actriz.
AMLO, por otra parte, negó que cualquiera de sus hijos estén beneficiados con contratos, recomendaciones o influencias de su Gobierno: “No somos iguales”, aseveró.
Además, consideró que los señalamientos de los medios de comunicación relacionados al reportaje, forman parte de una campaña de desprestigio para compararlo con escándalos de sexenios pasados, tales como de la Casa Blanca, en el de Enrique Peña Nieto.
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