Cuál fue el primer establecimiento de comida en la Ciudad de México

Sirvió para hospedar y alimentar a los viajeros que pasaban por la Ciudad de México durante sus travesías en la época Colonial

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La calle de Mesones en
La calle de Mesones en la capital tiene su nombre por los primeros mesones que se hicieron en 1525 (foto: Mediateca/INAH)

Después de la victoria española contra los aztecas, la ciudad permaneció abandonada un tiempo en lo que se retiraban los escombros y los cuerpos de los caídos, por lo que los conquistadores se establecieron en Coyoacán durante un tiempo planeando la futura ciudad que coronaría el reino de la Nueva España. Se destruyeron los templos y edificaciones de los vencidos para erigir los suyos.

Encima de ellos se posaron las iglesias, los conventos, las casas de los conquistadores y todo los trazos necesarios para levantar el asentamiento del nuevo reino de España. Pasados cuatro años de la caída de Tenochtitlan, la ciudad estaba lista para su rehabitarse. De hecho en el centro ya se habían asentado varios españoles.

Las casas, de acuerdo con Luis González Obregón, eran amplias, espaciosas, con grandes patios en los que los conquistadores labraban las tierras y algunos de los caciques indígenas que mantuvieron su poder, también se asentaron en la nueva capital.

Los mesones hospedaban y alimentaban
Los mesones hospedaban y alimentaban a viajeros y estaban ubicados en los caminos hacia las ciudades y pueblos (Video: México viejo y anecdótico)

Los franciscanos dan ya testimonio de que la ciudad era ya española al negarse a que el templo que se construyera se quedara en la ciudad, así que movieron el exconvento y templo de San Francisco a la actual avenida Madero para estar más cerca de los indígenas.

Pronto la ciudad comenzó a poblarse de gente que venía a formar riqueza y fama. El comercio iba en alza por lo que era necesario nuevas edificaciones para los recién venidos y los que solo iban de paso que necesitaran reabastecerse de descanso y comida.

Para esto estaban los mesones, pero la primera en fundarse, de acuerdo con Salvador Novo en su libro Cocina Mexicana, fue el 1 de diciembre de 1525 cuando se le dio licencia al señor Pedro Hernández Paniagua en lo que hoy es la calle de Mesones en la Ciudad de México. Era dueño de algunas propiedades y ahí abrió el establecimiento para “para que pueda acoger a los pasajeros que a él viniesen y les venda pan y carne y todas las otras cosas necesarias”.

Es considerado como uno de los iniciadores de la hotelería, pues los mesones fueron los antecedentes de los hoteles. Fungían, junto con algunas fondas, como lugares donde llegaban los viajeros a descansar, comer y continuar con el viaje. Básicamente eran hoteles de paso, aunque muchos se caracterizaron por su ambiente insalubre así como su terrible comida.

Durante el siglo XX los
Durante el siglo XX los mesones fueron utilizados únicamente por los estratos sociales bajos, ya que eran baratos (foto: Mediateca/INAH)

Aunque este no fue el primer mesón o Venta en México, sí fue el primero en la capital. La mayoría era atendido por españoles, al menos en ese tiempo, pues los conquistadores comenzaron a establecer sus negocios. Varios de ellos abrieron mesones.

En los siguientes cinco años el Cabildo proporcionó los permisos a varios españoles para abrir sus mesones y Ventas en otros lugares lo que demuestra el alto tránsito de aquellos años en la Nueva España. En 1526 se estableció una en Puebla y en Cuertlavaca (Cuernavaca, Morelos); en 1527 una petición para una Venta en Perote, Veracruz; en 1530 se pide la creación de Ventas en el camino de Veracruz a México y se hacen dos en Tepeapuleo y Otumba.

La diferencia entre Venta y mesón era que este último era una casa pública que alojaba también a los animales de que se servían los viajeros; mientras que la Venta solo era una casa en el camino establecida para hospedaje.

La situación de los hospedajes no cambió mucho en los siglos que le siguieron. Los mesones y Ventas se establecieron en los caminos pero estos estaban desprotegidos. Para el siglo XIX las diligencias y transportes aportaron un poco estableciendo paradores. Ya en el siglo XX comenzaron a tener popularidad los hoteles para las clases altas y los mesones, en decadencia, siguieron para las clases bajas.

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