Durante los últimos días, José Ramón López Beltrán, el hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, se vio envuelto en una polémica luego de que se dieran a conocer los lujos y las millonarias mansiones en las que vive en Houston, Texas.
No obstante, días después de que la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus revelara estos detalles, la esposa de López Beltrán, Carolyn Adams, salió en defensa de su pareja.
Por medio de su cuenta de Instagram, Adams publicó la captura de pantalla de un tuit desde sus historias. La imagen contenía un mensaje con el cual recriminó a todos los críticos de su hogar, mismo que habían adquirido sin el uso de recursos públicos, como se ha especulado.
“Cientos, me atrevería a decir miles, de hijos de políticos, funcionarios, líderes sindicales y expresidentes que viven en casas de lujo y encontraron al único que no la obtuvo con recursos públicos. Eso es talento”, se lee desde el perfil de la actriz Blanca Salces.
Desde su cuenta de Twitter, José Ramón también compartió este mensaje, pero no ha otorgado más información al respecto. Situación similar con su pareja, quien después de publicar su historia en Instagram no profundizó en el tema.
Uno de los aspectos más criticados del primogénito de AMLO es el contradecir los principios de austeridad que también pregona cada oportunidad que tiene, pues las propiedades investigadas tendrían un costo aproximado de USD 1 millón.
Además de las mansiones, también se pudo conocer que cuenta con una camioneta Mercedes Benz modelo GLE-Class que fue adquirida a nombre de Carolyn a un precio de USD 68 mil 675, es decir 1.4 millones de pesos.
Tan grande fue el impacto que tuvo esta investigación dentro del gobierno, que, supuestamente, la Secretaría de Gobernación (Segob) habría aplazado las mesas de diálogo para la Reforma Eléctrica, según denunció el Partido Acción Nacional (PAN).
“Ante nuestra exigencia de una puntual aclaración por el probable conflicto de interés, tráfico de influencia y corrupción (...) es que seguramente el Gobierno morenista nuevamente pospuso la instalación de mesas temáticas de diálogo”, señalaron.
Asimismo, el coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara de Diputados, Jorge Álvarez Máynez, urgió una investigación por el posible conflicto de interés existente entre el presidente, su gobierno y su hijo, con la compañía petrolera Baker Hughes, compañía que solía ser propietaria de la mansión enorme en Conroe, Texas.
De acuerdo con TruePeopleSearch, esta residencia es el domicilio de Carolyn Adams desde septiembre de 2019, cuando el que el inmueble pertenecía a Keith L. Schilling, quien se desempeñó como un alto ejecutivo de Baker Hughes, misma empresa que tiene contratos vigentes con el gobierno de AMLO por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex.
El trabajo periodístico detalló que Schilling fue director comercial y de ventas a nivel global durante el periodo de julio de 2017 a noviembre de 2018, en el que la multinacional obtuvo dos contratos en Pemex de hasta 66 millones de dólares, uno de ellos aún tiene vigencia en el actual gobierno federal.
“El 5 de agosto de ese año, funcionarios de Pemex firmaron en Villahermosa, Tabasco, otra asignación a Baker Hughes, esta vez hasta por 85 millones de dólares, con vigencia hasta diciembre de 2022″, se lee.
Se trata de una propiedad de 447 metros cuadrados construida sobre un terreno de 2 mil 500 metros cuadrados ubicado en Oak States, una de las zonas más exclusivas dentro del fraccionamiento Jacobs Reserve.
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